Tuesday, April 17, 2012
John Fante. Entre la niebla y el polvo, de Juan Arabia
Por Luis Benítez
La suerte que la posteridad le asigna a los autores es variada y a menudo, signada por razones francamente extraliterarias. Para la generalidad, esa suerte es el olvido tardío o temprano, según el caso, aunque también caben otras posibilidades. El marketing y sus interesadas veleidades pueden devolver a la lectura nombres y obras afines a la moda propia de algún período, aunque habitualmente su resurrección será efímera; en cuanto dejan de vender, vuelven a desaparecer: Antonin Artaud y Robert Musil conocieron esta condición y Sándor Márai la entenderá mañana. En otras ocasiones, lo que ha cambiado es la mirada estética del lector y ella devuelve a la vida textos y cosmogonías sepultados desde décadas atrás. Por dar ejemplos argentinos, ya que el libro que nos ocupa es de esa procedencia, tal fue lo que sucedió con la obra del gran narrador que fue Roberto Arlt, silenciado durante 20 años hasta ser exhumado por la generación de los sesenta y ser instalado –con toda justicia- entre los primeros nombres de la tradición literaria del país. Arlt, que tantos puntos afines tiene con John Fante, principalmente en lo que hace a la descripción de ambientes y personajes marginales y su torturada, desencantada y cruda visión del mundo.
Existe otra posibilidad, todavía: que un escritor notable reconozca su deuda con aquel maestro que le dio las claves que luego él llevaría a su manera personal. En Argentina, eso sucedió con la reelaboraciones del poeta Evaristo Carriego y el ¿pensador? ¿narrador? ¿ensayista? inclasificable Macedonio Fernández, realizadas por Jorge Luis Borges, quien exageró la nota –una de sus costumbres literarias- hasta convertirlos más en figuras borgeanas que en otra cosa más esperable.
Algo asimilable a esta última posibilidad resucitatoria sucedió con el narrador ítalo-norteamericano John Fante (1909-1983), rescatado del silencio donde estaba sumido por su autoconfesado discípulo, el sí muy publicitado Charles Bukowski (1920-1994). Tal era el olvido con que la crítica y el público habían galardonado a Fante durante años y en vida todavía del homenajeado, que al referirse a él Bukowski, muchos presupusieron que no habían sido contemporáneos. El maestro, se supone, debe ser anterior a su discípulo.
Puede resultar llamativo, para el lector europeo, que este joven ensayista argentino, Juan Arabia, haya elegido para su debut editorial en el género a un narrador estadounidense y no –al menos todavía- a uno de aquellos señalados por la crítica como “de primera magnitud”. Todavía más llamativo le resultará al lector, al recorrer las páginas de “John Fante. Entre la niebla y el polvo”, la madurez de juicio que exhibe Arabia al recorrer a un tiempo la vida y la obra de su biografiado. Al promediar la lectura, la segunda extrañeza se impondrá sobre la primera. Arabia ha elegido un objetivo bien difícil. Para una parte de la crítica, realizar este tipo de trabajo, donde la misma existencia del autor reseñado goza de un primer plano igual al de su obra, es hoy una labor casi imposible, sin caer en lo que, despectivamente, se rotula como remanencia. Es que la crítica se ha orientado, al gusto académico, más por una mirada atenta a los recursos técnicos, las posibles o imaginadas intertextualidades, las características asimilables a tales y cuales teorías previas de una obra, dejando de lado toda posible referencia al hombre vivo que ha creado esa obra. Ese es el texto al uso, lo correcto, lo esperado. En vez de ceñirse a esta exigencia tácita, Arabia eligió la posibilidad de concretar una panorámica de vida y obra admirablemente equilibrada, donde ambos universos, el textual y el vivido, se entrelazan de modo tal que es muy difícil discernir dónde comienza uno y donde termina el otro. El compacto ajuste de los cinco capítulos principales que conforman “John Fante. Entre la niebla y el polvo”, consolida la solidez de este ensayo, breve pero contundente, que al finalizar sus páginas deja en su lector la impresión de haber conocido efectivamente al biografiado y haber accedido el extracto más completo de sus trabajos. Menuda empresa la acometida por Arabia, tratándose de un autor como Fante, engañosamente sencillo en su expresión cuando, en realidad, posee una complejidad que este ensayo ayuda a revelar.
John Fante es, posiblemente, un resucitado destinado a perdurar, una vez que trabajos como los de Juan Arabia nos devuelven la posibilidad de asomarnos a sus obras y sus perplejidades. Personalmente, estimo las obras de Fante como superiores a las de su agradecido discípulo, Charles Bukowski: poseen una densidad y un pathos que este último nunca alcanzó, aunque seguramente haya sido ésa una de sus intenciones. Nadie elige por maestro a otro escritor sin proponerse -secreta o abiertamente- superarlo o al menos, igualarlo. Que uno sea hoy todavía famoso y el otro, en su originalidad, deba aún ser presentado al gran público por atentos lectores de su vida y sus obras como Juan Arabia, es apenas una más de las iniquidades temporarias de la literatura. Si existe algún orden en el universo, supondremos que la aparición de “John Fante. Entre la niebla y el polvo”; Juan Arabia, su autor, y la flamante colección de no ficción de la editorial El Fin de la Noche, que inaugura este título, entran en la categoría de agentes del destino. Probabilidad, casualidad o mero resultado del inescrutable juego de las causas y los efectos, lo cierto es que “John Fante. Entre la niebla y el polvo” se constituye en un referente obligatorio dentro de la todavía exigua cantidad de textos críticos disponibles en español sobre el narrador norteamericano y se establece como tal no sólo por esa falta que viene a compensar, sino por las calidades con las que se instala entre lo editado sobre Fante.
Un “bonus track” –si se me permite el uso de esta expresión, habida cuenta de que estamos hablando de un escritor estadounidense- es el reportaje, incluido en el libro, realizado por Arabia a Dan Fante (1944), hijo de John, él también narrador y recientemente editado en España por Sajalín Editores (“Chump Change”, 2011, trad. de Claudio Molinari). En este verdadero regalo que el ensayista Arabia le hace al lector de su “John Fante. Entre la niebla y el polvo”, directo y sin rodeos, como él es, Dan Fante responde, respecto de la obra de su padre: “Mi padre escribió siempre sobre lo que conocía. El escribió sobre su experiencia de vida”, confirmando así, sin saberlo previamente (Dan Fante no conocía todavía el texto del ensayo que Arabia estaba escribiendo sobre su padre) el acierto de Arabia al enfocar juntamente vida y obra del autor. Tal vez sobre otros que Fante, se puede –y se debe- escribir concentrándose solamente en la obra. Sobre Fante, no.
Una sola palabra alcanza para definir este ensayo de Juan Arabia: imprescindible.
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Juan Arabia (1983): Estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires, donde se desempeña actualmente como investigador (UBACyt). Es fundador y director de la Revista Literaria Megafón, editada en Buenos Aires hasta el año 2009. Actualmente edita la revista de poesía Buenosairespoetry (www.buenosairespoetry.com).
Luis Benítez (1956): Es miembro de la Academia Iberoamericana de Poesía, Capítulo de New York, USA, con sede en Columbia University. Ha recibido el título de Compagnon de la Poèsie de la Association La Porte de Poetes, con sede en la Université de La Soborne, París, Francia. Más información: http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Benítez
Publicado en Eldígoras
Imagen: Portada del libro. Editorial El fin de la noche, 30/08/2011
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