JAVIER MEMBA
Desde que el 6 de junio de 1944 los aliados desembarcaran en Normandía, Pierre Drieu La Rochelle hablaba de una extraña noche a la que no habría de sucederla ningún día. El antiguo héroe de Verdún, había colaborado activamente con sus antiguos enemigos de la guerra del 14 y la liberación de Francia no anunciaba nada bueno para cuantos durante la ocupación fueron amigos de los alemanes. Al igual que Louis-Ferdinand Céline, Paul Morand, Robert Brasillach, Lucien Rebatet, Jacques Boulenger, Henry de Montherlant y Jacques Chardonne -Maurice Sachs, el más mezquino de los colaboracionistas estaba en Hamburgo-, los escritores que habían apoyado al gabinete del mariscal Pétain, títere de Berlín, sabían que su vida corría peligro. A excepción de Sachs, confidente de la Gestapo, la colaboración del resto de los escritores franceses con la abyecta causa de los invasores de su país se había limitado a la publicación de artículos periodísticos. Ante la comprensible sed de venganza de la liberación, era suficiente para llevarles frente al pelotón de fusilamiento.
Nacido en París, el 3 de enero de 1893, el héroe crispado en busca de una causa que no acertó a encontrar -pues eso fue a la postre Drieu La Rochelle- empezó a gestarse por las lecturas de Kipling, Barrés y Nietzsche en la adolescencia. Finalizados sus estudios en la Escuela de Ciencias Políticas, con el talante imbuido por las lecturas de los poetas de la acción, parte para el frente en 1914, apenas se declara la entonces llamada Gran Guerra. Destinado en Bélgica, participa en la batalla de Charleroi. Veinte años después, en 1934, aquellos combates le inspirarán 'La comedia de Charleroi', una de sus novelas más aplaudidas. Protagonizada por él mismo, lo que viene a contarnos en sus páginas es el regreso a aquel campo del honor en 1919, tras el cese de las hostilidades, como secretario de la madre de un camarada muerto en la batalla: el heroísmo, la rebeldía y la desesperación son los tres conceptos que gravitan en la obra.
Obsesión por la decadencia
Mucho antes de la firma del armisticio, Drieu La Rochelle es herido en Verdún. Mientras cura sus heridas escribe los poemas que en 1917 publicará bajo el título de 'Interrogación'. En esta ocasión, la confraternización de los héroes, por encima de la causa que les ha llevado a la lucha, es el tema que le ocupa.
Ya en la postguerra, París se rinde a sus pies. Interesado por todas las corrientes estéticas de su tiempo del surrealismo pasa al dandismo, mientras experimenta con las drogas, antes de hacerse comunista. Su principal obsesión de entonces es la decadencia. La decadencia marcará la pauta de su ensayo más conocido, 'Medida de Francia' (1922) y de cuantas novelas escribe entre 'El hombre cubierto de mujeres' (1925) y 'El fuego fatuo' (1931). Todas ellas constituyen el mejor retrato de la alegre burguesía parisina de entreguerras, preocupada únicamente por sus amantes.
Postura ultraderechista
Las inquietudes políticas de Drieu La Rochelle datan de comienzos de los años 30. Para entonces, de sus filias comunistas no queda nada. Tras adscribirse a la ultraderechista Action Française, cuando publica la ya citada Comedia de Charleroi se declara abiertamente fascista. Interesado por la agrupación del "capitalismo inteligente" en una unión europea, en 1934 publica 'Socialisme fasciste': su idea de la unidad del Viejo Continente coincide plenamente con la Hitler. Defensor por tanto del gobierno títere del Reich que Pétain organiza en Vichy, dirigirá durante los primeros años de la ocupación la revista Nouvelle revue française. Decepcionado y asustado de la política alemana en los países ocupados, abandona el cargo en 1943.
Meses después, cuando los aliados avanzan inexorablemente hacia París, Pierre Drieu La Rochelle se esconde en casa de una amiga norteamericana a la que había salvado de un campo de concentración. A diferencia de Céline, nada parece indicar que La Rochelle fuera antisemita: con anterioridad también había salvado a su primera mujer -judía- del campo de concentración. Entre los amigos que le protegen tras la liberación se encuentra el mismísimo André Malraux. Tras un intento fallido de suicidio el 11 de agosto de 1944, Pierre Drieu La Rochelle, dejando inconclusa la novela en que trabaja -'Memorias de Dirk Raspe' (1966)- pone fin a sus días el 15 de marzo de 1945: acaba de enterarse que se ha dictado una orden de arresto contra él.
De elmundolibro.com, 02/12/2001
Foto: Pierre Drieu La Rochelle en la portada de uno de sus libros
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