PABLO MENDIETA PAZ
Jorge Muzam es un escurridizo escritor que se abandona a la inspiración recogiendo con cuidado una amarillenta hoja de otoño o recreando escenas bajo los frescos nevados de su indómita tierra sureña. En él, la irreverencia se hace melodía, y ésta, en su mundo universal, presagio de polifonía alfabética. Cierto día, en mis cavilaciones sobre algunas mentes, más en la de él, sentí su respiración en los añosos viñedos que lo rodean y espolea como catador habilidoso. Más al sur, lo vi sumergido como pez explorador en los apacibles lagos. Ahí mismo, en las aguas, en la cordillera y en el crisólito del volcán, cuyas piedras de color aceitunado, pardo rojo y hasta negro, tal vez como el topacius de los antiguos, jaspea el pecho que echa al agua de cualquier río, o mejor del río Ñuble, los barquitos de papel que llegan al mar en forma de Sara Bell. Hoy recordé a Jorge, ahí mismo donde el huaso a espuela y poncho dibuja una vibrante cueca dieciochera y las mágicas puertas del Frutillar se abren afinadas, pulcras, en senderos custodiados por sauces que trocan de savia a gema lagrimeando ingenio hasta rodearse en él. Cuando la noche, en San Fabián de Alico los cubre con manto antepasado, hay alguien que en su ritual de aurora, o en su nocturnal infinito, crea con tinta de matices y degradaciones de color otros escenarios que alumbran aún más su vasto dominio. Tal vez me escuche, pero si no llegara a este confín, les cuento que él es Jorge Muzam.
La generosidad, ternura y talento de nuestro querido Pablo Mendieta Paz parece no tener límites.
ReplyDeleteMi más profundo agradecimiento a él por escribirlo y a ti por publicarlo.
Abrazos fraternos
Pablo está siendo justo, Jorge. Abrazos a los dos irreverentes y exquisitos.
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