JULIA ROIG
Yo sé que
alguien corta flores para una felicitación y otros para una despedida. Dónde
irán unas, dónde irán otras, ellas crecen sin saber. Igual que yo me derramo en
tus ojos en ese preciso instante, en el que crecen, en el que se cortan, en el
que tú ni lo sabes. Ya casi nadie se desnuda en una carta de amor. Solo
precipitación. Alguien sutura, repara un destrozo, alimenta una sonrisa, recoge
o roba un mechón. Yo te quiero resbalando en el ágora de mi cintura mientras
otros lloran. Incluso te ansío resbalando mientras lloro yo. Reboso
electricidad y hoy llueve sin cesar. Y la lluvia es un llanto. Me he quedado
hoy sin luz tres veces y no es un eufemismo. Ahora todo huele a velas que me
regalaron con aroma a french linen y no quiero que vuelva la luz. Porque está
oscuro, porque huele bien, porque te siento. Haces del mundo un mimo detenido
en la plaza y no quiero que nadie le eche monedas, lo siento. Detenido es más
hermoso. Y entonces tu nombre repetido como un mantra de efecto etílico. Y
bailo. Y el pasado como un buque que se hundió. Un pecio, también detenido,
roto su rumbo, seco de algún modo. Y bailo. Y entonces el futuro, una
ensoñación. Lo puedo hacer todo hermoso pero también puedo hacerte reír
diciendo que soy una tifosi de tu cuerpo y que quiero excavar un poema en tu
hombro, con aullidos y arrullo mientras suena nuestra playlist y que enoje a
los dioses porque somos suaves como el peligro y nos
sentimos novísimos y te entrego mis terribles versos en poemas
eternos porque lo que quiero es edificar sonetos raros y crípticos en tu pecho
y ser la reina de Babia mientras salvamos el mundo o tal vez, el momento. Y tú
intentas descifrarme y el mundo se detiene y yo sigo moviéndome contigo.
__
De MISDESASTRESNATURALES, blog de la autora, 10/11/2021
No comments:
Post a Comment