JULIA ROIG
Ser capaz
de dilatar un recuerdo hasta envolverse en él. Habitar el pensamiento de esa
mujer sentada en la entrada de una casa que nunca he visitado. Saber de qué se
llenaba el infinito en el que su mirada se perdía. Sí sé que sus manos siempre
están calientes porque la mías siempre están frías. Sé que en una de las
muchísimas mudanzas se extravió su libreta de autógrafos y que solo se salvó el
de Shirley Bassey y un par más en hojas sueltas. Sé que la rúbrica del dolor
viene en letra pequeña hecha con bisturí en la nuca del ayer y así aprendemos a
deletrear el daño mentalmente. Pienso en ese exacto momento en el que una
celebridad escribe su nombre en un papel para ti. Pienso en si queda el
recuerdo de una mano zurda o un apretar determinado de la pluma. Imagino que
ese nombre alberga una ilusión, una espera, una noche que empezó al despertar.
Pienso en lo que significa escribir muchas veces el nombre de alguien. Una
invocación. Un mantra. Un exorcismo. Un esculpir las palabras en el tronco de
un árbol, la puerta de un baño, un muslo desnudo, un pupitre antiguo o la arena
de una playa.
Le digo:
habitaste un cuadro de Hopper sin saberlo.
Contesta: a
veces ya no sé quién fui.
MDN
En la
imagen Ella, Carole
_____
De MIS
DESASTRES NATURALES, blog de la autora
No comments:
Post a Comment