MAURIZIO BAGATIN
“Y el
amor también fija
ojos atentos. Pero lo que permanece, lo fundan los poetas.” -Friedrich
Hölderlin-
Mille e non
più mille...y asì adelante, Nostradamus y la Ultima Thule, lo desconocido.
Quisiera
ser como Oscar en El tambor de hojalata, liliputiense navegando, volando y
caminando, sobre todo imaginando; nos oprime el calendario, que son solamente
unos números, nunca el largo e infinito abrazo de un ser humano.
El juego en
cual hemos entrado todos es un juego grande…la libertad es algo a lo cual vamos
restando tiempo, días, horas, minutos, como en un pensamiento de San Agustín… y
la realidad es siempre más compleja de cuanto creemos. Tal vez las entidades no
debiéramos multiplicarlas más allá de lo necesario. La simplicidad desde
siempre nos ha ofrecido el mejor camino para recorrer. Es la mutación cultural
en acto, sostiene el filósofo Massimo Cacciari, cómo un día vivimos una
mutación antropológica, según Pasolini, y creo encontrarla a diario en la
governance de esta tecno política que ya predijo Spinoza. ¿Fin de la historia,
o simplemente, muerte de la revolución, defenestrada por las revoluciones?
La
humanidad espera un Deus ex machina. Mirando desde una ventana eternamente
cerrada, en un quimérico barco que cruza el Mare Nostrum, en la diáspora diaria
y detrás de un alambre de púas siempre bien tensado. En la carrera al progreso,
sigue el hombre buscando su edén, aquella isla de Nunca Jamás.
Y la peste
que nos cambió, conservando en todos nosotros los antiguos hábitos. Todos
encerrados en el recuerdo de una omisión, el decir de un olvido en esta peste
gatopardesca. Ricos siempre más ricos y pobres siempre más pobres. De eso ahora
me acuerdo, del abril de los poetas y las vendimias de octubre; de los ojos del
amor y del verde embriagador de la filoquinona.
¿A quién le
sirve hoy de ayuda un proverbio? Hay que mirar arriba y alrededor de nosotros,
de una de las quebraduras entrará la luz, me dejaré en la imposible
reciprocidad de Gide, en no se puede contra lo que no se puede de Rulfo, en
todas las citaciones que habrá ido seleccionando Benjamin para su novela o
libro, en un arte de narrar que siempre he deseado tener, describir el edén
ideal de cada uno de los seres, de nuestra época, la comunidad, la revolución,
el sueño derrumbado por la utopía. Pero en una etiqueta de ron encuentro toda
la magia de la vida: “El nombre “Cinabrio” está inspirado en el color rojo que
los mayas elaboraban a base del mineral sagrado cinabrio. El rojo era el símbolo
de Kinich Ahau, dios del sol. En el corazón de cada botella de Cihuatán
Cinabrio descansa la Mujer Dormida, diosa maya guardiana del Valle de Cihuatán.
Cuenta la leyenda que la Mujer Dormida intercedía ante Kinich Ahau, dios del
sol, para energizar al valle con su calor.
Minerales
somos, en lo kafkiano de nuestras vidas, en la belleza de la Venus de Milo, que
es Afrodita.
31 de
diciembre 2021
Imagen:
Carlo Mirabassi, El regreso del poeta
_____
De PLUMAS
HISPANOAMERICANAS
No comments:
Post a Comment