Monday, August 23, 2010

15 apuestas de Fondo Negro


Por: Martín Zelaya Sánchez

Aclaremos de entrada. En la XIV Feria Internacional del Libro (FIL) La Paz hay decenas, sino cientos, de muy valiosos libros en diferentes géneros, formatos y estilos; de autores nacionales y extranjeros.
En este número de Fondo Negro, no obstante, proponemos tan sólo 15 de estas ofertas, exclusivamente en libros nacionales, y casi todos de ficción, salvo un par de ensayos. Otra característica es que son nuevos, lanzados por editoriales bolivianas específicamente para este evento ferial o, en algunos casos, pocos meses antes. Es decir, no tomamos en cuenta la vasta existencia de obras fundamentales editadas en el país antes de mayo, cuando se llevó a cabo la feria del libro cruceña, el primer pretexto valedero que hubo este año para que las editoriales concentraran sus esfuerzos.
Escritores, académicos y críticos reseñan novelas, compilaciones de cuentos, poemarios y tratados sociológicos y literarios en un intento por presentar al lector un panorama de parte de lo más valioso que se puede hallar en la considerada como la más importante actividad literaria del país.
Resumimos, entonces, estas 15 obras referenciales, desmenuzadas y valoradas con detalles en las siguientes páginas.

Maximiliano Barrientos
Diario, el nuevo libro de relatos de uno de los más destacados autores de la nueva generación. Daños y Hoteles, sus dos anteriores piezas, mostraron una refrescante innovación en lenguaje y temática, y no por nada varios de estos relatos forman parte de antologías internacionales.

Homero Carvalho
El beniano es uno de los referentes de su generación. Luego de tocar techo en el relato breve (La Hoguera publicó sus Cuentos Completos), se decantó de lleno en los últimos años por la novela, aunque nunca dejó por completo su inicial vocación poética. Una crítica del escritor español Miguel Sánchez-Ostiz, ganador del Premio Herralde de Novela, elogia su nueva La maquinaria de los secretos.

Erika Bruzonic
Desde Argentina, el periodista y autor Nicolás García Recoaro considera a Las malas fichas son para jugar de Erika Bruzonic como una audaz, sórdida y apasionante muestra de literatura madura y provocadora. La mujer fatal, despojada de cualquier estigma sexista o radical, es la protagonista de cada trama.

Alta en el cielo
El mismo García Recoaro, luego de una estancia de varios meses en Bolivia, escogió una serie de piezas narrativas de los que considera los mejores prosistas nacionales actuales.

Francisco Cajías
Un guión cinematográfico y un ensayo en torno a la figura del Inca Atahuallpa reflexionan sobre este singular personaje, esencial en la historia precolombina. Esta obra póstuma fue la tesis de licenciatura en Literatura del desaparecido escritor.

Rodrigo Hasbún
En la misma línea de Maximiliano Barrientos —quien reseña El lugar del cuerpo—, Hasbún es un renovador de la concepción y práctica literaria en el país. Ganador de un par de premios internacionales y escogido entre los 39 mejores autores latinoamericanos jóvenes, el cochabambino es uno de los referentes de la más reciente generación literaria.

Enrique Rocha Monroy
El experimentado escritor plasma en Yo, señores, soy Choke Yapu Marka —híbrido entre tratado histórico y anecdotario— un singular homenaje a La Paz: un repaso por sus personalidades históricas y por los hombres y mujeres anónimos que caminan o anduvieron por la hoyada.

Claudio Ferrufino-Coqueugniot
Una contundente demostración de dominio del lenguaje. Una soberbia exploración —no exenta de crítica, referencias literarias, artísticas, cinematográficas y sociales— al desasosegante mundo de la migración latina en EEUU. No por nada, con El exilio voluntario el autor mereció el Premio Casa de las Américas de Cuba.

Juan Pablo Piñeiro
En la línea de Saenz y Bascopé Aspiazu, aunque con un estilo y personalidad totalmente diferentes y definidos, Piñeiro logró en Cuando Sara Chura despierte un casi perfecto retrato de una faceta paceña. Agotada hace mucho la edición original, Gente Común llena —con esta segunda impresión— un sentido espacio en los anaqueles de las librerías locales.

Conductas erráticas
Es la primera compilación de “no ficción boliviana”, una atractiva acuarela de memorias, diarios íntimos, confecciones, anécdotas y experiencias narradas en tono periodístico–literario por 14 de los más prominentes polígrafos jóvenes del país.

Edmundo Paz Soldán
De más está decir que Paz Soldán es el escritor nacional más conocido en el mundo, y de más está decir que para muchos es mejor cuentista que novelista. Es por eso doble el mérito de Gente Común que, además de congregar relatos suyos, logró que el autor los seleccionara en persona.

Juan Claudio Lechín
El reconocido creador publica Los cóndores en España, una obra teatral largamente gestada, en la que aventura una trama cuya síntesis basta para invitar a la lectura voraz: ¿qué habría pasado si el encuentro de dos mundos se hubiese realizado en el viejo continente y no en América?

Obra completa, Sergio Almaraz
La valía y aporte teórico de Almaraz son tan fundamentales en la historia de la producción intelectual nacional, que sus libros varias décadas antiguos aún son referentes ineludibles. Además de sus tres títulos conocidos, el tomo de 800 páginas de Plural recoge entrevistas, ensayos y artículos dispersos.

Luis de Ribera
El literato Leonardo García Pabón preparó una edición destinada a sacar del injusto olvido a uno de los mayores exponentes del siglo de oro de las letras españolas, Luis de Ribera, quien, según se señala en la introducción del tomo, no halló consagración sólo porque cultivó —aunque con gran maestría— exclusivamente el verso religioso, y porque lo hizo en la Colonia, precisamente en lo que hoy es Bolivia.

Cé Mendizábal
Los cuatro poemarios que el escritor orureño publicó hasta el momento son referentes de la poética nacional de los últimos 15 años. En esta nueva publicación, el propio Cé escogió los que considera sus trabajos mejor logrados.

Prisión y muerte de Atahuallpa de Francisco Cajías
Juan Carlos Orihuela *
“Con la cordillera como fondo de azules y celestes transparentes, el atardecer está acompañado de un viento movedizo y frío. El ejército de Atahuallpa desciende hacia el valle de Cajamarca…”.
Así da inicio una hermosa aventura de la imagen: el relato de uno de los sucesos más polémicos e inquietantes de la historia precolonial: la prisión y ajusticiamiento del Inca Atahuallpa, uno de los primeros héroes rebeldes de que tengamos memoria en esta parte del mundo.
Tuve la fortuna de seguir paso a paso el modo lento aunque incisivo con que Francisco Cajías concibió tanto el guión literario para largometraje de ficción como el ensayo que lo acompaña y que conforman este libro, y fui el paciente testigo de un trabajo intenso, tormentoso en ocasiones, pero, ante todo, gobernado por una férrea voluntad que siempre supo eludir las formas de la escritura convencional y de la historia oficial.
Desde el momento en que entendí su trabajo ardiente y febril sobre las confusas circunstancias que rodearon la muerte del Inca, supe que lo que de verdad impedía su sosiego era un cuestionamiento urgente, histórico y documental de lo que habría sucedido en aquellos singulares episodios que determinaron uno de los quiebres históricos más inquietantes de que tengamos memoria. Pero rápidamente me enteré, además, que fiel a su estirpe de narrador empedernido, lo que en efecto lo mantenía en vigilia constante eran los inconmensurables laberintos del mito, de lo nunca dicho, de lo que pudo haber ocurrido en aquellos días inciertos, de aquella historia presumible que se hilvanó en forma de intuiciones, premoniciones, acertijos, señales celestes, signos y sensaciones, de aquel suceso brumoso que determinaría tan significativamente, hasta hoy, nuestra conciencia de americanos y bolivianos. (…)
* Poeta y literato. Fragmento del prólogo

Fuente: Revista Fondo Negro / La Prensa, La Paz Bolivia, 2009

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