Thursday, December 26, 2019

Un poco tarde


VÍCTOR COLDEN

Yo ya no sé cuál fue el hilo de los pensamientos que me condujo, hace unos días, a cavilar acerca de ciertos desajustes temporales. Y es que a veces parece inevitable fantasear sobre las cosas que se perdió uno hace mucho tiempo. Sobre todo lo que debió hacer y no hizo, lo que pudo haber pasado y no pasó. Sin ceder a la amargura, pero con un punto de absurda nostalgia.

A lo mejor fue esa canción. Tendría que haber resistido las ganas de escucharla, porque además caía la tarde. Somewhere in my heart…, cantó Roddy Frame una vez más, con su capacidad inimitable de transmitir a un tiempo sensaciones de exaltación vital y melancolía, y mis pensamientos tomaron un rumbo conocido. ¿Producen las canciones una falsa añoranza? Esa de Aztec Camera no puede recordarme la época en que ya no sé si la escuché. O quizá sí, quizá baste la calidad evocadora de una voz, de un estilo, de una melodía. Aunque también podría ser la nostalgia de habérmela perdido entonces.

Lo mismo con los libros. ¡Leer Sobremesa, de José Asunción Silva, con treinta y tantos años de retraso!, tan lejos de la época en que Aguirre y yo jugábamos al decadentismo. Saudades medio fingidas de lo que no hicimos cuando pudimos hacerlo. Pero estas lucubraciones no son tan oscuras como lo habrían sido en el 84. Porque es verdad lo que decían: que todo se atempera y se amortigua. Las pasiones, las creencias, los entusiasmos…, que ya no lo son tanto.

El otro día confieso que me dejé ganar por una leve desazón —there is a star that shines for you—, pensando en lo no vivido. Ligeras turbaciones cronológicas, ya digo, o un vago malestar irrazonable. Y las fantasías de este tipo se van encadenando: yo habría querido alternar en los cafés de Madrid con Ciro Bayo, Corpus Barga, Azorín y los demás. O vivir a principios del XIX. Aunque me habría conformado con nacer cinco o seis años antes, tal vez algún día explique por qué.

Llega uno tarde a veces. Y puede que solo un poco, pero eso es suficiente. Cuando en el 90 leí el precioso Mundinovi: gazeta de pasos perdidos, de Sánchez-Ostiz, hacía tres años que se había publicado. El libro recopilaba artículos de principios de los ochenta. En su prólogo, el autor confesaba que muchos de los “afanes” reflejados en esos textos ya no le interesaban como lo habían hecho en su momento. ¿Y por qué entonces habrían de importarme a mí? Sin embargo, los sigo leyendo con interés, aunque velado por una gasa de melancolía.

Algunas veces estos desajustes temporales le dan a uno materia para sus inocentes cavilaciones. Para evagaciones muy propias de una tarde de diciembre como la que hace unos días se fue apagando en mi ventana —silver splits the blue—, mientras volvía a sonar la voz de Roddy Frame.

NOTAS: 1.“Somewhere In My Heart”, compuesta y cantada por Roddy Frame, fue un gran éxito de su grupo, Aztec Camera, en 1987. 2. Ese mismo año publicó Miguel Sánchez-Ostiz en la editorial Pamiela “Mundinovi: gazeta de pasos perdidos”, una colección de preciosos artículos literarios. (Mi “Gazeta de la melancolía” se titula así en homenaje a este libro y a su autor).

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De EL BLOG DE VÍCTOR COLDEN, 22/12/2019


Wednesday, December 25, 2019

ha llegado la Navidad


PABLO CEREZAL

Las calles de Cochabamba se desperezan al ritmo atropellado de correteos y chillidos niño. Ha llegado la Navidad y, con ella, centenares de familias que mascullan, entre cariadas y hambrientas dentaduras, ofertando felicitaciones y suplicando limosnas. Han bajado de los escalofríos nevados de la cordillera. Han llegado de la marea estanca del campo. Vienen del lóbrego poblado de madera muerta y pan de ayer, a esta tormenta inversa de cemento y vidrio que es la ciudad. Abandonan paraísos como prados para sembrar destellos de indigencia aquí y allá, entre los adoquines, a la sombra del tráfico, a la puerta de los mercados y entre los labios de las alcantarillas. Y llegan acompañados de sus retoños, que convierten la tragedia de la mendicidad en una comedia de juegos inconscientes, sonrisas dinamitadas y miradas de peluche.

Vienen a la ciudad porque esperan obtener de sus habitantes la limosna que les asegure la continuación de los días. Sueñan hallar la bondad de sus compatriotas, tras esta marea de paz y solidaridad universales que la Navidad, ¡ay!, debería instaurar en los corazones humanos… si de honrar las prédicas de su inventor se tratase. Atestan las calles con sus ropas de carestía y sus proles de apetito, redecorando las aceras en que rompe la marea del consumo y los excedentes. Tan callados, ocupados tan sólo en su mano alzada al transeúnte, a la espera de monedas, migajas, prendas de vestir que les desvistan el miedo a un futuro que, en su caso, llega con adelanto. Tan en silencio, ya digo: como tormenta abortada por los caprichosos designios de la polución. 

Es así que, en Cochabamba, como en cualquier otro lugar -me temo-, los desheredados del banquete universal buscan entre la multitud la gema de esta minería de escarnio en que convertimos, el resto, la dulce Navidad

Vienen de los cerros, de la verticalidad horrenda de cordilleras sin mañana, de los pastos incendiados en ignominia de un progreso que ignora lo verde, lo claro, los valles, los cielos. Vienen de la ciudad subterránea para colmar nuestras calles de andrajos, plegarias y súplicas de pan o moneda. Aquí, como en el resto del orbe: el pobre aprende del rico que éste debe refregar su conciencia en el barreño de la limosna y la caridad… la limosna caritativa. Es por ello que bajan a la ciudad sin límites con un fronterizo rezo demoliéndoles la dentadura. Es por ello que invaden las acequias de hormigón y ladrillo en busca de la migaja que nos sobra o no nos place. Mendicidad latente de la Navidad y la Buena Nueva. Mendicidad oculta entre los rieles de ferrocarriles que conducían al futuro y quedaron en mero atropello de fraternidades y utopías.

Ha llegado la Navidad, con su fragancia de pavos asados y cebones sacrificados a la mayor gloria de la gula y el exceso. Ha llegado la Navidad para replegar su manto de banquetes sobrantes en la noche de cartones remendados y pies fríos que habitan los habitantes de la montaña, los montaraces supervivientes de la cordillera, los desheredados... los conocéis, vosotros que habéis tenido el valor de enfrentarles la mirada. 

Ignoro si es mejor cristiano el que les ofrece la dádiva de la limosna y el mendrugo de pan (siente a un pobre en su mesa), o el que se niega a siquiera mirarlos para no favorecer su inactividad pordiosera (la igualdad no es posible). Sólo creo comprender que ellos también anhelan el tiovivo de electrónicas y lujos a que nos someten (a unos y otros) los dueños de mercados, bolsas y gobiernos, y tal vez sea éste el verdadero mensaje oculto del dios de los cristianos: la igualdad entre los hombres y, por supuesto, dejad que los niños se acerquen a mí… aunque calcen zapatos de barro y vistan túnica de lamparones.

La Navidad, en Cochabamba, no es blanca. Salvo por el latigazo de este sol de mediodía que amenaza devorar las noches.


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De VISLUMBRES DE EL DORADO (blog del autor), 23/12/2018

Fotografía: Pablo Cerezal


MONÓLOGOS DE PERSONAS QUE ME HABLARON POR AHÍ


DANIEL AVERANGA MONTIEL

«¡Oh Dios! Vivir en un país que sufrió Golpe de Estado y que vive en dictadura es un trauma, joven; han violado a muertos con metralla gringa, han botado wiphalas con cuerpos desde helicópteros de Senkata a Achocalla, grave está pues todo, y si no me crees, pregunta a las otras caseras.

¡Nuestra presidenta tiene el cabello teñido! ¡Teñido, carajo! De seguro no sabía hablar lengua originaria la beniana esa, solo sabe autoproclamarse, no es como Evo, pues, porque él cara de indiecito tenía, su hijita también medio plurinacional y p'aspa como él era: esos eran de mi preferencia pues, así con esa cara y esa dirigencia te financian todo, joven, como a mi hijo que sigue en Suiza y ya tiene.familia allá...

Pero grave esta dictadura por deus mijio, deus mijioooo... Evo pues era buen presidente, así plurinacional diciendo, moreno pero al momento de hablar medio que no sabía ni decir hola en aymara, aunque se le sobreentiende que debe hablar algún idioma originario con esa cara de andino con peinado de gorro de potolo... Ay esta navidad llena de cadáveres pues, es que todo es culpa de ese Bolas también, un frustrado que nunca ha ganado nada el pobre. Hay que cuidarse, joven, ¿le aumentaré más fresquito?.»

Gabriel Mamani Magne, buscando trastocar la experiencia del Otro


Por: REYNALDO J. GONZÁLEZ

Cuando el pasado lunes se dieron a conocer los nombres de los ganadores de los premios nacionales de literatura pocos se sorprendieron al escuchar el nombre del escritor paceño Gabriel Mamani Magne (1987) como ganador del Premio Nacional de Novela, el más importante reconocimiento a las letras nacionales en prosa. Se trata de un escritor joven y prolífico que en los últimos años se ganó un sitial especial en el escenario literario actual tanto a través de la merecida obtención de varios galardones de relevancia como el Premio Nacional de Literatura Infantil (2012), el VI Concurso Nacional de Cuento Adela Zamudio (2012) y el XLV Concurso Municipal de Literatura Franz Tamayo (2018), como por sus cuentos y crónicas publicadas en prensa y páginas web y los talleres de escritura que dicta desde hace algún tiempo junto a otros jóvenes referentes literarios.
El autor conversó sobre su obra ganadora, que será editada en los próximos meses.

– ¿Qué nos puede contar sobre su novela?
Se llama Seúl, São Paulo, por la capital de Corea y la ciudad de Brasil. Narra la historia de dos adolescentes. El protagonista es un adolescente de unos 17 años que está haciendo el servicio militar en la Fuerza Aérea en El Alto. Creo que la adolescencia es una época en la que pasan tantas cosas y a la vez ninguna. La historia trata de las experiencias de este adolescente en esa época. Lo peculiar de la historia es la relación de este con el coprotagonista de la obra, que es su primo llamado Tyson, quien pertenece a esa camada de brasileños hijos de bolivianos costureros nacidos en la década de los 90. Ese muchacho retorna a Bolivia por temas económicos y hace el servicio militar junto a su primo. Entonces la novela trata sobre la vida de ambos.

 ¿Qué temas se tratan en su obra?
Intento trastocar temas inherentes a la experiencia del adolescente, como el deseo, lo carnal, la noción de futuro, que está muy presente cuando eres chango, adolescente. Al mismo tiempo, de alguna forma, la novela trata temas vinculados con la identidad, con la migración, con el sentido de pertenencia y lo aymara. Como decía, los protagonistas están en el servicio premilitar y ese mundo es una esfera en la que se intenta explotar el nacionalismo y esto genera muchas preguntas en ellos.

 ¿Cómo fue su proceso de escritura?
Comencé a escribir la novela en 2016, cuando me fui a vivir a Río de Janeiro para hacer una maestría en Literatura Comparada. Cuando vivía allá visité São Paulo y me sorprendió la cantidad de migrantes bolivianos que encontré. Visité el barrio boliviano, la Feria de Coimbra en el barrio de Brass. Esa experiencia de los bolivianos en Brasil me interpeló mucho, sobre todo en São Paulo. Es una experiencia de ser el Otro, ser totalmente el Otro. Entonces empecé a escribir esta obra que comenzó como un cuento, pero por los temas que abordaba, que eran demasiado grandes e importantes, se fue convirtiendo en un cuento largo, en una novela breve, y finalmente en una novela. Paré el trabajo por lo menos unos seis meses en 2017 y lo retomé en 2018. A partir de eso tiene una escritura entrecortada. Es una novela que me costó mucho.

 ¿Esta obra tiene elementos autobiográficos? En este sentido, ¿es posible que el autor se libere de estos en su escritura?
Lo biográfico está en la sensación, no en la historia en sí. Yo vivía en Río de Janeiro y la experiencia de migración en esa ciudad es diferente a la que se vive en São Paulo, esa inmensa urbe que se convirtió en una suerte de décimo departamento de Bolivia. Todo empezó con una visita que hice a esa ciudad. Me sorprendió ver tanta gente como yo en un lugar tan diferente a nuestro país, me interpeló. A partir de ahí todo fue imaginación, hacer memoria, investigar, captar testimonios, escritura.

– Comentó que inicialmente la idea de la novela se plasmó en un cuento, pero que fue ganando más capas y que el trabajo invertido en la obra fue más bien de avance lento y metódico. ¿Cómo fue el trabajo que realizó para hablar de cuestiones como la identidad, la otredad, la migración y otros temas que trata la obra?
El cuento se llamaba Coreano y pintaba bien, pero en algún punto se desbordó. Había mucho material como para querer condensarlo en 10 o 15 páginas. Cuando escribía la obra no era muy consciente de los temas que se desprenderían de la trama. Yo solo quería contar la historia de dos primos adolescentes, uno alteño y el otro brasileño. De ahí surgieron un montón de temas que ayudaron a que el texto avanzara.

– ¿Qué autores considera que influyeron en su trabajo literario y, particularmente, en esta novela? ¿Su obra dialoga con alguna obra o literatura particular?
Influyeron todos los libros que leí, tanto los buenos como los malos. También el cine y los cómics. La literatura fue generosa conmigo: cada cierto tiempo descubro libros que me dan mucho. J. M. Coetzee, Juan Rulfo, Clarice Lispector, Martín Caparrós, Blanca Wiethüchter, Daniel Clowes y García Márquez son autores a los que vuelvo siempre que necesito una brújula. Entre los gratos descubrimientos de los últimos tiempos están John Williams y Jim Dodge. La obra de Claudio Ferrufino fue clave para entender el tema de la migración y animarme a escribir Seúl, São Paulo, además de algunas crónicas relativas a mi experiencia en el extranjero. El exilio voluntario y muchos de los textos breves de Ferrufino son de lo mejor de la literatura boliviana que he leído en la última década.

– ¿Cómo ve la literatura boliviana contemporánea y particularmente la de autores coetáneos de entre 30 y 40 años que parecieran estar destacando entre el público y la crítica?
Me parece genial que la literatura boliviana se conozca más. Hay autores con obras interesantes en esa camada de la que hablas. Sin embargo, los que aparecen no son todos los que hay. Uno de los problemas de la buena publicidad es que eso te hace creer que los autores más publicitados son los únicos que existen. Hablar de una generación implica hablar de una ‘no-generación’, es decir de un grupo que queda fuera. El brillo de ciertas vitrinas tiende a enceguecer a los lectores, haciéndoles creer que fuera de un puñado de autores no hay más. No sé cómo, pero eso debe cambiar.

 Ganó otros premios importantes tanto en literatura juvenil como en cuento ¿Qué significado tiene para usted los premios literarios?
Para mí un premio no es la confirmación de nada. No confirma que eres un gran escritor, no confirma que tu literatura es buena, no confirma que eres el mejor. Un premio es un indicio de que en el camino que estás tomando no eres malo del todo. Al final ya el tiempo, la historia, los lectores, los críticos dirán lo que fue tu trabajo y lo que eres como escritor. Entonces yo interpreto los premios como un aliciente para seguir escribiendo y también los tomo como dinero, hay que ser francos. Un premio importante, un Franz Tamayo, un Premio Nacional de Novela, un Marcelo Quiroga te da las condiciones para poder dedicarte a lo que amas. Yo pienso que la literatura es como el deporte, como el fútbol. La vida del futbolista no se reduce a los 90 minutos que juega. El futbolista dedica tiempo al entrenamiento, a la alimentación y a conseguir incluso estabilidad emocional y psicológica.

– En los últimos tiempos estuvo trabajando con Rodrigo Villegas y otros escritores locales en talleres y seminarios ¿Hay una nueva generación de escritores en nuestro medio?
Claro. Yo creo que el ser humano tiene un potencial de narración inmenso y en los talleres te das cuenta de eso. He visto gente importante con mucho entusiasmo, pero repito lo de hace rato: de nada sirve el entusiasmo si no hay condiciones. Yo creo que sí hay una generación, una camada nueva. Cada año hay gente que le gusta leer y que quiere escribir, pero hay que buscarse las formas. De esas personas interesantes que participan en los talleres solo unos cuantos van a poder superar la barrera de las condiciones. Esperemos que sean muchos porque hay mucho talento en Bolivia.

 ¿En qué proyectos está trabajando actualmente?
Estoy trabajando con un libro de cuentos que ya está casi listo, lo estoy editando y espero sacarlo el año que viene. También estoy preparando un libro de crónicas que estuve publicando en la revista Rascacielos de Página Siete y en otros medios. Al mismo tiempo doy talleres de escritura y también estoy con proyectos de traducción del portugués al español.
Fuente: cambio.bo/

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De ECDÓTICA, 20/11/2019

Sunday, December 22, 2019

Los alebrijes de mi mamá


MAURIZIO BAGATIN

“Nunca sabremos si existe una intención detrás de aquello que llamamos muerte”                          
 -Elias Canetti-

La vida es sueño 
Una noche fuimos al locutor - estaba trabajando en Camerún, y en la brousse el teléfono, y el primer village con teléfono, estaba a 30 kilómetros, de ahí pude comunicarme con mi hermana, sabía que mi mamá seguía con su depresión galopante, y que no me hubiera podido comunicar con ella, ella siempre encerrada en casa, mirando de tras de las cortinas quienes pasaban por la calle, cuando era verano, imaginándolos pasar, en invierno. Mi hermana me asombró, fue el entusiasmo con el cual me contestó, fue la magia con la cual me preguntó si estaba preparado para el milagro; después de varios años mi mamá, de la noche a la mañana, se transformó, un día se levantó y decidió ser la que siempre fue, antes de la depresión; a mi vuelta a Italia mi mamá era otra, veinte kilos menos y una efervescencia para dar envidia. Ella todo lo atribuyó a mis viajecitos por aquí y por allá: fui algunas veces a visitar a un amigo a Pietrelcina, el pueblo donde nació y fue el autor de algunos milagros, el ahora Santo, Padre Pio. Ella creía y sigue sosteniendo que mis viajes fueron para pedir el milagro de curarla de la depresión. Yo, sigo siendo gnóstico o tal vez ateo, para mi mamá, sigo siendo milagroso.     

Fisonomías 
No recuerdo los nombres, me olvido fácilmente de una ruta, confundo fechas y hechos históricos pero no puedo nunca confundir la fisionomía de una persona; aquel se parece a aquel otro, mientras que esta señora es igualita a esta otra. Sosias y semejanzas se confunden y entremezclan en el espacio y en el tiempo. Mi mamá es así, ella se entiende sola… par descrizión… diríamos en nuestro dialecto. Pero describe una persona con toda la genialidad de las palabras campesinas, con apodos y strafalcioni llenos de poesías doméstica, del campo, de las calles llena de gente durante una procesión en el pueblo, vacías en la canícula del verano… Descripciones para unas carcajadas en compañía, para luego pensar en que querían decir, quien habrá sido aquel tipo, o la señora de la cual estaba hablando.

Memoria 
No puedo creer que haya sido el aforismo de Borges, la memoria modifica el pasado, la memoria en un mundo campesino es memoria oral, la de los cuentos oídos sentados alrededor de una chimenea en invierno, bajo la sombra de un árbol (un higo, un sauce llorón, una nogal tal vez…) en verano, en el establo de las vacas, aquel centro cultural de antaño, el único lugar caliente en invierno adonde inventar historias, escuchar mentiras, chismear lo bueno y lo malo de los patrones (casi siempre lo malo…) y creer a todo y a nada de lo oído aquellas noches; bajo la sombra de un morer, imaginando amores imposibles… la única vez que fue al cine con mi papá, fue a ver Guerra y paz - Audrey Hepburn y Henry Fonda eran Natasha y Pierre y mis papas se acordaron, mientras veían recorrer imágenes de una epopeya única, que mi hermana tal vez no estaba cómoda en la casa de mis tíos. Y se acordó del juego de la morra, de su prohibición, porque era fuente de peleas campales, de puñetazos, de camorra; se acordó de un tal Toni Ziliga, el cual pasó de ser fascista a ser partisano, y a raíz de esta metamorfosis, por salvar el pellejo, tuvo que escaparse a Roma; y luego de Amore, un mercenario que venía contratado para delinquir y cometer crímenes barbaros; de sus cuñadas, de las malvadas de siempre y de las buenas, de las que iban a tomar el café después de las misas y entre charlas y charlas, chismes y más chismes habían vaciado toda su memoria, todo su repertorio de mentiras y medias verdades, de fantasías y de sueños reprimidos.

Alucinaciones
Hablar, de sus cosas, de su vida, y a través de esto de las vidas de todos los demás, de una época, de dos guerras, la primera a raíz de cual murió su papá, mi abuelo, y ella con apenas algunos meses de edad, nunca pudo decir papá, y la segunda, entre bombardeos nocturnos  - el Pippo que llega y haces luces que explotan - y hambre, mucha hambre, de jóvenes sin amor, de jóvenes que no fueron nunca jóvenes - fue la generación que le siguió la primera en conocer esta fase de la vida, y por primera vez -, y se asomaban a ver lo irrazonable del hombre, el tío que por fascista enviaba a vaciar la miserable despensa de su hermana – él, por maricón, no lo hacía personalmente - y el partisano que no fue menos cruel: las guerras, como el amor, vacíos los mundos sin ellas, sin ellos, sin toda la humanidad: el poeta que las necesitas, la felicidad que reclama…

Animales fantásticos 
Un gato negro, no de la ingenua mala suerte, sino el gato negro de Frank Zappa; de mi último viaje a México le traje una estatuita de la Virgen de Guadalupe; de otro viaje a Quito, una hermosa cruz andina intensamente coloreada; de Piura un Cristo que llora; de Cali una Sagrada Familia. A mi vuelta siempre había un recuerdo, una artesanía del lugar…no seres imaginarios, imágenes de su religión, de su fe. Y fuerte es la fe, para ella, para quienes como ellas creen de verdad.

Día de los muertos 
Fueron veinte días agitados, vida y muerte, días de insurrección popular y de un cuerpo que no reconoce ya la mente, que es distante de su tierra, de su gente, del respiro y el aliento de su aire. Fue el exilio, la emigración, ser emigrante a los 87 años. O la razón.  

Nirvana 
Aceptó la vida como aceptó la muerte, así, dejando fluir cristianamente, las torpezas del hombre, sus macanas… “Dura viver, fadiga morir”, en nuestro dialecto, el Meneghél, hay alegrías y fuerzas que solo las palabras logran describir, hay también violencia o dureza o firmeza… la me ha fát recordar “el freschín”, una palabra que la filología reconoce ser única, solo en este dialecto, en el venezián…la palabra dicha en nuestro dialecto es la palabra que contiene todo el amor por un territorio, por su gente, por su Historia, contiene también todas sus debilidades, la de los frutos, la de sus gentes. Lo dijo estupendamente Emanuel Levinas, “Todo se puede intercambiar entre los seres, salvo el existir”, cada vida merece una narración. Y cada uno debería, por el hecho de haber muerto, ser único como Dios. 

22 diciembre 2019



Wednesday, December 18, 2019

Zavaleta ha muerto/INMEDIACIONES


CARLOS CRESPO FLORES

El pasado año, Juan Perelman, editor del periódico anarquista Combate, en un conversatorio señalaba que la defensa de las libertades democráticas hoy, se convertía en el tema central de las luchas sociales en el país, pues lo que se venía con Evo Morales era una dictadura con sabor venezolano cubano. Buena parte del auditorio, principalmente jóvenes, cuestionaron la postura de Perelman, considerándola conservadora, poco acrata para decirlo menos, pues el anarquismo ha criticado históricamente la democracia. Cabe aclarar que una de las fuentes del anarquismo es el liberalismo, y aunque ha sido crítico de todas las formas de democracia política, considera que es mejor un régimen democrático a una autocracia o dictadura (Marshall, 1992/2008).

Perelman de alguna manera continuaba a Filemón Escobar (habían sido camaradas en algún momento), quien desde fines de los 70’s, en su condición de dirigente minero  y miembro de Vanguardia Obrera, defendía la tesis de que en la historia del movimiento obrero boliviano, dada la saga de dictaduras o gobiernos autoritarios, las «coyunturas democráticas» constituían momentos potencialmente emancipatorios. Mientras en las dictaduras solo eran posibles luchas defensivas o de resistencia, en los tiempos democráticos y sus libertades, que en Bolivia son cortos decía el “Flaco”, es donde se obtienen conquistas sociales, se fortalece el campo «popular». De ahí que, mientras toda la izquierda, se hallaba entre «voltear» a la presidenta Lidia Gueiler para instaurar una “dictadura obrera campesina”, o apostaba por el show electoral de entonces, Escobar proclamaba que se debían defender las libertades democráticas, y llamaba a la COB a liderizar este proceso, pues luego de Gueiler, se avecinaban los militares y no la revolución obrera. Lo acusaron de reformista, «vendido a la derecha». Meses después García Meza llevaba al país a la oscuridad del terror.

El golpe de Estado del 20 de Octubre, para encaramar nuevamente a Evo Morales en el gobierno, a través de un monumental fraude, culminó, como se sabe en una revuelta ciudadana y la posterior renuncia de Evo y Álvaro.  Como opositor del gobierno azul, Filemón estaría feliz con la gesta boliviana.

He sido uno más de la marea ciudadana, principalmente juvenil, contra el régimen masista, más grande en escala y magnitud que todas las sublevaciones y revueltas previas. Por su importancia histórica, diría que es aún mayor que la del 52′, pues por poco nos hemos librado de seguir los pasos de las dictaduras de Venezuela, Nicaragua o Cuba. La nuestra ha sido una revuelta preventiva.

El tema central de esta movilización era la democracia y sus libertades, su defensa por encima de todo, frente al gobierno autoritario de Evo, en proceso de convertirse en una dictadura, arropado en una ideología izquierdista, y legitimado por una elección fraudulenta. Afirmo autoritario, con dos ejemplos:
  • Durante el periodo neoliberal, los pueblos de tierras bajas conquistaron, con lucha y negociación los más de 30 territorios indígenas hoy existentes (las TCO’s); asimismo, lograron normas ambientales para regular el extractivismo minero, hidrocarburífero y forestal, como reglamentos de evaluación de impacto con participación social o la consulta pública. Con el gobierno de los “movimientos sociales”, los indígenas no consolidaron ninguna TCO nueva, más bien se abrió paso a la explotación extractivista y la colonización en los territorios indígenas existentes y áreas protegidas. Las normas y reglamentos que protegían a estos pueblos indígenas fueron flexibilizados, hasta convertirlos en meros formularios burocráticos.
  • Luego de la Guerra del Agua (2000), se estructuró un sólido movimiento nacional del agua, con alta capacidad no solo de movilización, sino también propositiva. Todo esta oleada fue neutralizada y cooptada por el gobierno de Evo, el tema agua fue subordinado a las políticas coyunturales, comunicacionales y clientelares del presidente (Mi Agua, Mi Riego), con un ministerio del Agua subordinado e incompetente. La autonomía de los sistemas autogestionarios de riego y agua, fue seriamente deteriorada.
En ambos ejemplos, los representantes fueron perseguidos, criminalizados, sus organizaciones divididas, cooptadas, corrompidas. Como en los periodos dictatoriales, con Evo Morales, estos sectores sociales, principalmente se dedicaron a defenderse de la agresión del Estado plurinacional o tratar de reorganizarse. A diferencia del periodo neoliberal, donde las organizaciones sociales, particularmente indígenas podían negociar con los poderes estatales, como parte de estrategias de resistencia, durante el régimen masista ello no era posible, menos construir acuerdos, pues el principio del gobierno era adecuarse y aceptar la hegemonía plurinacional.

La izquierda marxista mundial en sus distintas creencias (lastimosamente incluyendo parte del movimiento anarquista), quienes en estos 14 años vieron en Evo la expresión por excelencia de la reivindicación indígena y la resistencia anticapitalista mundial, viralizaron el discurso de que en Bolivia había un golpe de estado cívico militar, bajo hegemonía de la ultraderecha más racista.

Es la misma izquierda, cohesionada en el “foro de San Pablo”, que hoy defiende las dictaduras  venezolanas, nicaragüenses, o regímenes corruptos como Lula, Correa y los Kichner; que antes mantuvieron silencio frente al castrismo y justificaron los campos de concentración stalinistas y el genocidio maoísta. Son los que mataron a Durruti en la España republicana. En el caso de Bolivia, el MAS contó con el soporte de intelectuales locales (Fernando Mayorga, Pablo Stefanoni), periodistas adheridos al «plurinacionalismo» (Fernando Molina), “think thanks” académicos latinoamericanos (CLACSO), ONGs que habían bebido del gobierno masista (Andean Information  Network). Los llamados «amarrawatos» del saber.

Como Filemón y Juanito, fui destrozado, junto con otros compañeros, por gran cantidad de amigos y colegas, autodefinidos como de izquierda; calificado como “traidor”, “pro golpista”, “defensor de la ultraderecha, racista”. Lo que no se dan cuenta todos ellos, es que Zavaleta ha muerto. Con la caída de Evo Morales, el discurso histórico de la izquierda boliviana, que ha operado en Bolivia desde hace 80 años, en el cual yo mismo he sido entrenado, está difunto, espero por un buen tiempo. Se aferran de un cadáver maléfico. Porque nos hemos librado de una ideología zombi que ha hecho mucho daño al país, que introdujo un discurso cerrado de odio, resentimiento y autoritarismo,  debemos felicitarnos.

Cuáles son estas ideas que la izquierda boliviana las ha pregonado, y el gobierno de Evo Morales las ha operacionalizado, fracasando estruendosamente? Menciono algunas importantes[1].
  • El sueño teleológico del comunismo. Hay un sentido en la historia que nos lleva ineluctablemente a la utopía comunista, que puede tener otras denominaciones, en el Estado plurinacional se llama “buen vivir”. Tal mitología no existe; no hay futuro, el desafío es construir, hoy, otro tipo de relaciones sociales, la sociedad que deseamos, fuera del horizonte estatal. Pero, la izquierda boliviana no lo sabe, el MAS menos. Como dice el palíndromo de Turi Torrico, EVO NO VE 
  • La idea de que la revolución pasa por construir un Estado fuerte, centralista, que planifica de arriba abajo; que controla economía a través de empresas estratégicas. Un estado que subordina a la gente a través del control de la seguridad alimentaria, el empleo, los servicios sociales, los subsidios. En un sistema cerrado y autoritario, no hay autonomía, iniciativa propia. Todo el  territorio, las instituciones, se hallan sometidas al poder estadocéntrico y el partido único. Álvaro García Linera se jactaba que, a diferencia de periodos previos, con el gobierno de Evo por fin el Estado había llegado a todo el territorio nacional y administraba a toda la población. El Estado administra la vida: es la biopolítica del poder en su máxima expresión.
  • Los enfoques industrialistas y extractivistas de la revolución social. «El gran salto industrial» del cual hablaba el Plan Nacional de Desarrollo, es la traducción de la tesis stalinista de que «el comunismo es industrialización a marchas forzadas”. Zavaleta, Quiroga Santa Cruz, Almaraz y todo el espectro izquierdista creían en este mito, y el MAS intentó reproducirlo. Para ello, la explotación intensa de la naturaleza y sus recursos, es justificable, pues de sus resultados se beneficiaran todos. Ampliación de la frontera agrícola sobre áreas protegidas, territorios indígenas, que al mismo tiempo son abiertas a la explotación extractivista, mega presas hidroeléctricas,  agronegocios, energía nuclear, todo sirve.
  • La idea de un partido dominante hegemónico, que vanguardiza el proceso. Bajo estos criterios se organiza el aparato público, la administración gubernamental. En este escenario, las libertades democráticas son restringidas. Pensar diferente es castigado y perseguido. El MAS no cree en el pluralismo.
  • “El fin justifica los medios”. Para esta izquierda cualquier recurso para tomar y reproducrise en el poder es válido: guerrilla, fraude, “fake news”, hasta participar del juego electoral en la democracia liberal. Asimismo, una izquierda “caviar” que separa el discurso de la práctica: así, radicalismo de la palabra y estilo de vida burgués, machista, no es visto contradictorio. La coherencia de medios y fines es algo alejado de las prácticas izquierdistas criollas.
  • Una izquierda anti indígena; estos no tienen otra que someterse a la ideología obrera o nacional-populista, y sus pulsiones industrialistas y extractivistas. Con los efectos perversos que implica: los procesos de descampesinización promovidos por la Rusia Soviética, la revolución cultural maoísta, o el Estado plurinacional boliviano,[2] son buenos ejemplos.
Mientras tanto, hoy que florezca la autonomía, individual y colectiva, que la cooperación teja nuestras relaciones sociales, que los espacios y territorios, abiertos, plurales y diversos, brillen; en fin, que la complejidad de este cautivante y hermoso país se imponga, mientras seguimos al entrañable Rafael Barrett:

“Herid lo moral. Lo moral es lo real. Haced que el hombre se avergüence de obedecer. Suprimid el sacerdote, el capitán, el patrono, el magister. Matad el principio de autoridad donde lo halleís. Que el hombre lo examine todo por sí. Que sea responsable de si propio. Si cae, que sea siquiera porque se equivoca él, no porque se equivoca otro. Combatamos al jefe, a todos los jefes. Tenemos en nosotros cuanto necesitamos.”

Bibliografía
Marshall, Peter (1992/2008) Demanding the Impossible A History of Anarchism. London: Harper Collins. 818 pp.

[1] Evo Morales sintetiza las ideologías más autoritarias y cerradas de la cultura política del país: marxismo, nacionalismo, fascismo, indigenismo.
[2] Durante el régimen de Evo Morales se ha profundizado dos tendencias: el abandono masivo de la población rural; hoy casi el 70% de los bolivianos viven en centros urbanos. Segundo, entre el 70 al 80% de lo que comemos los bolivianos proviene de la agroindustria cruceña y la importación. El aporte de la pequeña producción campesina se ha reducido profundamente.



Tiempos recios con barrocos y afiebrados apodos (que solían ser insultos)


MAURIZIO BAGATIN

“Tiranos y déspotas, patriarcas y dictadores, sátrapas y ladinos, desde el alba del mundo han atraído e inspirado al narrador; Esquilo y Platón, Virgilio y Dante, García Márquez y Roa Bastos; el mal, la violencia, las guerras y el poder han inspirado desde siempre a los poetas. La verdad, decía Leonardo Sciascia, está en la literatura ya que se basa en la fuerza de la razón y la ley. Por lo tanto, tiene como objetivo identificar cada vez "el orden de las similitudes y restaurar el significado a las coincidencias".

Tiempos recios es la novela que sigue dando fuerza a la narrativa de un Vargas Llosa, del cual puedo solamente confirmar que su único defecto es lo de escribir bien.                                                                                                                                       
El Mudo, Jacobo Arbenz, El loquito, el piloto Jerry Fred DeLarm, El invisible, David Atllee Phillips, La Mamandurria, el General Miguel Ydigoras Fuentes, El asqueroso, el Presidente Juan Manuel Gálvez, Caca (Cara de hacha), el Presidente Carlos Castillo Armas, El socialista espiritual, el Presidente Juan José Arévalo, La Araña, el General Rafael Leónidas Trujillo Molina, Los pulguientos, los mercenarios centroamericanos al servicio de la CIA, La Madrastra, la CIA, El pulpo, la United Fruit, Miss Guatemala (la barragana de Palacio), Marta Borrero Parra, Los sulfatos, los aviones del Ejército de Liberación, El Jayán, el Teniente Coronel Enrique Trinidad Oliva, El hombre más feo del mundo, Carlos Gacel Castro, Mike, agente de la CIA, El Negro Trujillo, General Héctor Trujillo Molina, Los traidores, los liberacionistas guatemaltecos, Puñales (Arbencito segundo), el Coronel Carlos Enrique Díaz, Cucha, Cucha Antesana, novia de Abbes, El urogallo, Cristóbal Fomento, compañero de Crispín Carrasquilla en la Escuela Politécnica, Los Arbencistas, los cadetes de la Escuela Politécnica, Dedé, Marie-Denise, hija de Papa Doc y los Tonton macoutes, los cadetes de la Academia Militar de Pétronville, al sueldo de Papa Doc, son los principales personajes, auténticamente apodados por la Historia de una época muy poco, o para nada, incline en regalar sutilezas. Dime cómo te apodan y te diré quién eres, podría ser el hilo conductor de la narración… de una costilla o Eurínome, Lilith o Afrodita, Madame Bovary o Anna Karenina… desde siempre se dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer… y que detrás de una gran mujer, una cola de hombres… femme fatale, matronas, matriarcas o niñas malas, otra vez Vargas Llosa encuentra en las mujeres aquel hilo que en dedalicas peripecias conduce a descifrar un Minotauro del poder.
17 diciembre 2019