Tuesday, April 24, 2018

Fraternidad de espantapájaros

CLAUDIO RODRÍGUEZ MORALES

Hay una versión de “Espantapájaros” (“Scarecrow”, 1973) para cada momento de la vida. Incluso para la niñez, aunque cuenta con un par de desnudos fugaces que nunca superarán la mirada lasciva de Frenchy (Ann Wedgeworth). Pueden verse como las aventuras de un par de buscavidas a quienes sus intentos por surgir provocan una sucesión de carcajadas en quienes los rodean. También como dos libertarios dispuestos a hacer de sus destinos lo que les plazca corriendo todos los riesgos posibles. O como un par de amigos que acumulan tantos planes como problemas en una alternancia que acaba arruinándolo todo. Supongo que en la vejez será un compendio sobre el sinsentido de la vida, pero eso ya no será ninguna novedad ni exclusivo de esta película.

Max (Gene Hackman) es un ex convicto que viste varias capas de ropa para capear el frío que siente de manera crónica. Planea instalar un negocio de lavado de autos en Pittsburg del cual alardea cada vez que entra en confianza y, ante la mínima objeción, ofrece puñetazos. Lionel (Al Pacino) es un ex marino sin trabajo que sólo ansía llevarle un regalo a su hijo en Detroit, que abandonó cuando su novia quedó embarazada. Como desconoce si es un niño o niña, le lleva una lámpara que podrá servirle por cualquiera de los casos. Lionel no es demasiado listo ni fuerte, lo que suple haciendo payasadas para que el resto se ría. Entre estos, el propio Max, que transita hacia él primero con antipatía, luego hacia el compañerismo y finalmente a la fraternidad.

Al momento de su estreno, “Espantapájaros” fue eclipsada por otros clásicos del cine pues era el momento de mayor esplendor de la generación de los 70 –Coppola, Scorsese, De Palma, Spielberg y George Lucas- y aunque no es fácil toparse con ella en recuentos, retrospectivas ni menos reestrenos, cuando ocurre uno se percata que esta historia sobre marginales ha envejecido de buena manera y cuenta con momentos estremecedores. Como cuando Lionel regresa masacrado por un reo que intentó violarlo dentro de la cárcel y Max lo acoge antes de cobrar revancha por su amigo. O el rostro de desazón de Max cuando Lionel da rienda suelta a su locura al interior de una pileta luego de fracasar su intento por recuperar a su familia.

Aunque cuenta con una decena de películas, Jerry Schatzberg no es recordado en las reseñas como un director de éxito y se menciona más bien su actividad de fotógrafo. “Espantapájaros” contribuye a revertir este prejuicio.

_____
De EVOLUCIÓN DE LA ESPECIE (blog del autor), 24/04/2018 

No comments:

Post a Comment