Saturday, August 10, 2013

El kiosco

Alicia Coqueugniot de Ferrufino

Si no tienes fortuna, ni un pequeño capital para poner un buen negocio, se pone un kiosco.

El kiosco era viejo, pero estaba en el Prado y por eso lo compramos. Lo pintamos, le cambiamos el techo. Compramos dos mesitas con cuatro sillas cada una. lo equipamos con mis platos, mi licuadora, tazas nuevas y por fin lo abrimos, reluciendo. Estaba en una esquina elegante y atendido por nosotros, tuvo pronto una buena clientela. Pero el abuelo enfermó y decidimos viajar a Córdoba.

Afanosos, fuimos a hacer nuestros pasaportes y olvidamos en casa a Claudio, que tenía quince días de nacido. En la oficina del fotógrafo, sentados y en pose, con una sonrisa que se congelaba esperando el tic de la máquina, recordé con espanto que me faltaba mi hijo. Corrí a casa y recogí a mi bebé, que, dormido, soñaba con su mamadera.

Para viajar dejamos el kiosko a una antigua criada, Aleja, y a sus dos hijas, Carmela y Teresa. Debían pagarnos un módico alquiler.

Estuvimos en Córdoba seis meses y al volver encontramos el kiosco vacío, a una Aleja alegre, y a dos loquillas irresponsables.

No nos pagaron nada. Joaquín les perdonó la deuda y los desastres ocasionados. Tuvimos que vender a plazos un kiosco arruinado y sucio.

Un hecho: no habíamos nacido para especulaciones económicas.

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De Cuentos para sus nietos

Fotografía: Alicia Coqueugniot Espeche



4 comments:

  1. Bonito relato, los kioskos abundan en nuestra ciudad, imagino cuantas historia de personas que entusiastas y esperanzadas en ganar un poco de dinero ponen sus pequeños negocios y al parecer esta en manos del destino si les ira bien o no,...te comente un post anterior "DE TUPAKATARISTA A ÚLTIMO JACOBINO: RECORDANDO A ÁLVARO GARCÍA LINERA"

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  2. we were born to heal the wounds of the earth, our lives over

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  3. Cierto, Janeth. E iré a ese texto de Sandro Velarde para leer tu comentario.
    Yes, Redgold Daniela, for that.

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  4. que buena invitación a doña memoria, para que al pasar por don escritor, quede para siempre don hecho.
    Abrazo

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