Wednesday, March 4, 2015

Entre montañas, valles (y graznidos) yo he nacido...



ACHILLE SC

Elmer Hermosa y su hermano Gonzalo, cantan como dos petardos. Más gracia producen a las orejas los naturales conciertos que regalan urracas y cuervos, pero ahí siguen estos dos bien inspirados y bullangueros hermanitos: llenando sin pausa estadios y teatros. Década tras década. Timando, dispersando por el globo van (junto a  su estridente zampoñero y ocasional "vocalista") sus brutales desacordes y escatológicas letras; bien amparados bajo el demasiado permisivo género de la mítica "música folklórica andina de alto nivel"… Ciertamente, los graznidos de estos insufribles sujetos se conocen y aplauden en casi todo el mundo. ¡Si hasta las cacarean en emocionado japonés!  Y ver a un nipón presenciar sus conciertos, ya es una historia aparte.

Sip. Así es. Hoy los azotes son para "Los Kjarkas". Los sumos "embajadores" del folklore boliviano... La más famosa y mundialmente aclamada de sus bandas folk. ¿Mundialmente aclamada? Sí. Porque dondequiera sus graznidos se sucedan, multitudes de extasiados sordos a su vez graznarán para ellos y ovacionarán largamente.

Que me lluevan los nacionalismos hardcore y los putazos pues.
 

En 1965, los valles cochabambinos sufrieron los primeros graznidos de éste folklore de "alto nivel". Desde entonces, y por toda Bolivia, no han parado de graznar los decibelios. Graznan también los hermanitos Petardo en América, en Europa, en Asia y Oceanía. Viven de sus graznidos y viven bien. Cosa última que no me molesta en absoluto, porque no soy yo quien paga -ni pagaría nunca- por sufrir graznidos y graznar en vivo. Demostrado ya está que Bolivia es un país de mitos. Y que semejante patraña "folk" sea hoy otro valioso mito entre la chusma, otra alucinación colectiva y negocio redondo en Bolivia, es pues exclusivo mérito de los hermanitos Petardo. Y si ese es de ellos su mejor talento, pues venga y pase. Bien ya lo sabemos: No es más culpable el que engaña, que aquel que se deja engañar.

En sus orígenes, los hermanitos Hermosa timaban modestamente en modestas tarimas de centro y suramérica. Pero en 1989, los bendijo un golpe afortunado de plagio a su inefable canción "Llorando se fue". Eso los volvió, de la noche a la mañana, millonarios y universalmente famosos. La más famosa de las calientes lambadas así, en un generoso tris tras, les cambiaría la vida y les pintaba de bonito verde las cuentas... Pero con los graznidos no pasó nada, ningún acústico cambio ni milagrosa mejora se produjo en ellos. Tan inclementes como ayer siguen sus bodrios hoy. O incluso peor... 

Es que dios es nomás, un siniestro y estrepitoso hijo de puta.

Con el plagio de la franco-brasileña Kaoma y su pegajosa lambada"Chorando se foi", se multiplicaron por cien las lujurias en el mundo. Y con la justa indemnización y regalías por los derechos de autor, se multiplicó también por cien, la lujuria en los hermanitos Petardo. De prolíficos compositores, los Kjarkas pasaron a ser -gracias a la magia de los verdes millones, claro- unos muy ardientes sementales y prolíficos progenitores. Sin pausa ni clemencia, fornicaron y fornicaron por doquier... Y fornicantodavía. 

Con las minúsculas tangas, los insondables designios del libidinoso Señor confirmaron su diabólica naturaleza. Con la soltura de aquellos hermosos, meneantes y esbeltos culos (de malignas brasileñas bailando lambada) se desataron también los incansables Kjarka-conejos (los sátiros y fértiles indiecitos latinos folk). Gracias a los itinerantes hermanitos Petardo, el mundo volvió de repente a ser una feliz Sodoma y Gomorra: Cholas, chotas, trolos, chinas, travas y gringas acudían para adorarlos, a diestra y siniestra. Todas desfilaban aullando como devotas groupies; y se sucedieron coliflores, matriquis, anginas, chancros, coitos y engendros a un ritmo infernal...Tantos engendros como tantas cópulas  interprovinciales, inter-raciales e intercontinentales, siguieron a esa febril lluvia de dólares post-plagio. Y también divorcios, claro.

Salvajes sí, pero no buenos, resultaron ser los choleros indiecitos latinos... Porque desfilaron luego plañideras las incalculeables mujeres engañadas. Y aparecieron legiones de bastardos como quejas y demandas formales de muy alegres ch'otojs de certera autoría venérea pero sistemáticamente negada por los fogosos hermanitos Petardo (paternidad irresponsable, in vox populi)... Travesuras propias de los "Choling Stones" se comentaba entonces en los antros y en otros foros igualmente cultos y bien informados. Así surgió la triste versión "bolivian folk" de los igualmente díscolos y longevos Rolling Stones…

Pero al final, y a pesar de todo, salió nomás en los aviesos hermanitos Petardo el dadivoso y coplero espíritu que caracteriza a todo digno Tiroloco McCoy cochabambino: "los kjarka conejos tienen buena talla, hasta los ojitos alumbran la calle.. Después del gusto, te paso pensiones",cantaron ellos en los estrados. Y fue así, que artísticamente se zanjaron los problemas judiciales con las groupies caídas en desgracia. Definitivamente, el señor nuestro dios, es un pibe pendejo jugando a los dados, a las coplas y a las tangas, claro. 

Y fue también, coincidentemente, a partir de aquella endemoniada lambada que la cursi/sensiblería folklórica -y el inicial tinte romanticón- de tan adorables indiecitos latinos, mutaría luego (fiel y progresivamente), hasta materializarse en unas insuperables (por chabacanas) baladas. Hasta el día en que murió Ulises Hermosa (el principal y más sensible compositor de los hermanitos Petardo), podía dársele a la sonora pandilla algún mérito. "Poético", digamos; aunque sepamos bien que esa cursilería y basura sensible (como es la poesía en general) es cosa de maricas y para maricones. Y pese a que intentó resistirse a los celestiales designios, al cariñoso de Ulises se lo llevó nomas el Altísimo en 1992 para que le toque el arpa y le recite amorosos poemas -a él y a sus angelitos- en los maricones cielos.

A veces, el Maligno también nos bendice infinitamente con sus obras. 

Y bueno, una vez muerto el inspirado poeta, bien muerta quedó también la inspiración más o menos "decorosa" en el negocio familiar. De pronto, las graznadas canciones ya no hablaron más de "Way ya ya yay... entre montañas valles yo he nacido.. wa ya ya yay", ni de la "pequeña aymarita cuyo silencio es la noche", ni de "querer verse en los sueños de la muchacha de ojos tristes que juega con la brisa y así vivir abrazado a su alma hasta que el tiempo los lleve a su fin" ni mucho menos de una "florcita azul que lleva la vida en su perfume". No. Ya no.La mejor inspiración se les fue a la mierda. O a los cielos, bah… da igual. 

Muerto el poeta, desatados quedaron los más borrachos y fornicarios conejos. Los graznidos ahora, por fin cultivarían (si así puede decirse) una deliciosa, muy metafórica y escatológica porno-poesía. Como ésta: "era un pajarito que nacido para cantar, aprendió a rezar", o ésta perla: "hagamos el amor para que crezca el sentimiento y para evitar las discusiones", y ésta otra: "a los hombres no hay que juzgarlos por el celofán con que los envuelven". O ésta de la groupie cholita aquella y que a voz en cuello grazna Gonzalito: "era morena y muy bella, andaba loco por ella, atado a su pollera..." Y así, otras muchas similares horrendas huevadas como esa otra joya soberbiamente titulada "el líder de los humildes", en la que nuevamente Gonzalito, como todo un juglar revolucionario, graznó junto al boludo argentino Piero, algo como "un día salió el hombre en busca de libertad, alzando contra el imperio a los pobres del lugar el mundo quiso cambiar, luchando contra un sistema que quisieron derrumbar..." Carajo! Como venprosa y rima perfectas. Y la voz, insuperable...  Arte puro, arte de mierda. Y la cereza en la torta: aquella piecita fue dedicada con amor de extasiado marica revolucionario (¡cuando no!), al célebre loquito y planetario redentor de mentecatos Che Guevara. Sí, sí, el mismo chiflado marica-marxista que vino a matar alegremente bolivianos en suelo boliviano.
¡Puta que tras Ulises Hermosa, acabaron diabólicamente desatados los conejos más cojudos..!
Pero entre todos los hermanitos graznantes, brillaba más uno: Elmer Hermosa, el propio. De lejos -aún hasta hoy-, el más inspirado cojudo entre los cojudos conejos Petardo. Es que el señor nos bendice incansable con sus insondables obras... 

Infatigable playboy Tiroloco McCoy desde el bienaventurado plagio, Elmer resultó ser también el hermanito Petardo más mimado por las cachondas groupies. Joven, lozano y con una frondosa greña de loverboy andino, el prolífico Elmer se tiraba a todo lo que se movía o parecía mujer. Abrazado a su charangote y meneando -para enloquecer aún más a sus variadas groupies- su larga y negra cabellera, Elmer vivió sus mejores y largos años de gloria. Pero hasta los felices años pasan raudos, envejeciendo cruelmente a todos, sean ricos o pobres, sin ninguna misericordia. Y hoy, quizá ya tan viejo como Mathusalem, este indescriptible individuo intenta burlar a los años apareciendo cada día más juvenil y más chic que el mismísimo Davichito Beckham…

En obvia y lamentable negación de su triste fase de ineluctable debacle, el todavía lujurioso Elmer quiere irradiar juventud y energía para sus groupies vistiendo como viste un cachondo mozalbete quinceañero. "Viejo es aquel que se siente y viste como un viejo", parece querer decirnos éste otro estropeado fantoche mientras exhibe un vestuario y accesorios de teenager... 

De un travieso Choling Stone, Elmercito pasó a ser una barata versión de un no menos estrafalario Julio Iglesias. Un otro típico caso incurable de repentino ricachón con mucha caca en la cabeza. Y de ese tan piterpanesco empeño "anti-aging", en Bolivia existe un otro caso que bien podría hacerle sombra al desesperado Elmer: el inefable diputado masista boliviano Galo Bonifaz. Un grotesco y colorido levantamanos que vistos sus tiernos y maricones colores de vestuario, hasta podría quedar tal vez sin parangón en aquellos estándares (de alta moda fulera y culera) que tanto obsesionan a parecidos mentecatos como Julito Churches y el desahuciado Elmer.

Aunque ya suficientemente viejo, es obvio que el indigesto vocalista líder de Los Kjarkas no aprendió hasta ahora, un carajo de la vida. Como buen solemne e insaciable conejo sigue (o al menos aparenta seguir) el individuo. Infatigable e inmutable se muestra en sus cada vez más duras cruzadas: graznando en peñas, antros, tugurios y cuanto festejo le asegure groupies, polvos y culos donde sembrar escuincles, cosechar gozaderas y hasta colectar sodomitas culeadas, según dicen las malas lenguas. 

Ahí, así está la voz más famosa y patética del "mejor folklore" de Bolivia. Suelto en su libre albedrío todavía anda el mayor "embajador" e inspirado compositor de los folk-fornicarios hermanitos Petardo. Inquieto como k'ita conejo; burlando a la calvicie de su penosa testa con desesperados y frecuentes injertos capilares y jaladitas de jeta que le devuelvan la añorada juventud de hace 30 años. Y es que la ansiedad se le nota a leguas. "Y me dejó, como chicle pegado bajo la mesa, me abandonó por otro mayor que yo... Aunque grité, y di unos golpes sobre la mesa y protesté, no me escuchó...", dicen las alucinógenas letras que Elmer canta verdaderamente acongojado (por una juventud perdida) con sus característicos graznidos a multitudes de fans, idiotas folcloristas, orgullosos bolivianos de "pura cepa" y masoca chusma en general que sin reparar en la mierdosa prosa, invariablemente le aplauden y deliran.
Y a nivel internacional, ni hablar. Los mentecatos bolivianos "for export" y los gringos y gringas amantes del colorido mito del indiecito "buen salvaje" siempre están ahí, haciendo miles y miles de aplaudientes monos y cachondas groupies durante sus quichicientas giras planetarias que los vejetes hermanitos Petardo reportan siempre a su retorno como orgullosos "llenos totales". Esta estridente banda de disfrazados payasos bolivianos cantantes lleva, así, ya más de cuarenta largos años repitiendo sus azotes auditivos a lo largo y ancho del mundo kitsch. Y en Japón, simplemente son dioses. Tan al punto que uno de ellos -Makako Tokasolo Makanas- es tras notable dedicación y esmero musical desde muy niño, el charanguista oficial del grupo. 

Notable, desde luego, es el caso del chino japonés... Porque un verdadero maestro es Makako para las cuerdas. Pero graznar con el resto, gracias a dios nuestro señor que no se lo permiten…

¿Que si son exitosos, y es gracias a su labor y honrado arte que son tan apreciados en todo el mundo? Seguro. Y sin duda alguna que son exitosos como laboriosos... Pero lo de honrados mejor lo dejamos ahí. Su labor no me molesta ni me quita el sueño. Me molestan eso sí, los ribetes artísticos o sacros que eternamente en Bolivia se le otorga a cualquier farsa. Y casi en todo, ojo. Por tanto, el caso de los hermanitos Petardo no escapa a la norma.

En Bolivia, como país, nos jactamos de poseer varios "patrimonios intangibles de la humanidad" y apenas lucimos como pueblo, escasas, casi nulas condiciones para hacer tangible en estos suelos, un mínimo de humanidad civilizada. Bajo esa lógica-culto a la colorida y sonora "tradición", nos identifica a cabalidad la chupa y el festejo eterno. Los bolivianos exportamos un folklore que induce a eso mismo: a la chupa y al festejo doquiera vayamos. Tan solo miren en España, Italia, EEUU y hasta en Suiza: todas sociedades ya infestadas de orondos "bolivianos de pura cepa" organizando bandas, fiestas con virgen, santos, platillos   y fraternidades... Bailes y chupas monumentales. Somos, indudablemente, los más eficientes exportadores de eminentes borrachos y de ruidosas tradiciones "folk". Y justamente así, hace mucho que nuestros migrantes ya hicieron justicia por los cantaleteados 500 años de explotación ibérica: España, hoy está todavía -pese a su grave crisis- literalmente infestada de Chagas sudaca y de una muy singular "alegre peste de festivos bolivianos". Comprensible rey es entonces, el ignaro cocalero en ésta vasta jungla de festivos primates. Si "el mejor estadista hasta la fecha", le dicen al actual estulto. Y lo creemos. Vistas así las cosas, se hizo justicia pues, aquí y en España.  

Retorcidos son los designios y crueles las vendettas del Señor. 

Así es Bolivia, el país de las alegres multitudes y de un muy colorinche folklore que vuelve dioses hasta a miserables cotorras que cantan como cagando. Y esa imagen la encarnan bien los Kjarkas: ruidoso y cabal emblema de un país demasiado elemental. Una mala historia sin (desafortunadamente todavía) un definitivo y feliz final... "Los esperamos en éste concierto y gira del adiós definitivo", invitan tristes los hermanitos Petardo a sus fans cada año en cada gira, y cada año y con nueva gira, vuelven igual los farsantes a presentar sus graznidos... Inmortales como mentirosos. Pero sus fans los adoran igual. Y lo que es peor: también los emulan. Sobran y apestan los muchos "clones" del vocalista de la más solemne vozboliviana... Decenas de Elmers brotan sin pausa como cucarachas, graznando igual de horrendos por toda Bolivia.

Es que no solo a un hermoso, tibio y suave culo de mujer abriga una buena tanga. Debajo también está la peligrosa cloaca, con sus abominables y sonoros petardos en espera de su momento… Solo es cuestión de tiempo; y el tiempo, es inmisericorde como es maléfico el Señor nuestro dios. O que lo niegue Elmer. Prrfff..!!

Diciembre 5, 2013. Al son de la diabólica Lambada de Kaoma y sus hechiceras tangas...


Imágenes:

1. Los felices hermanitos Gonzalo y Elmer Hermosa. Los timadores folklóricos profesionales más famosos de Bolivia, durante uno más de sus conciertos anuales de "despedida" (de su público cochabambino u otra más de sus estafas internacionales, difícil saberlo, porque el gozo en ellos ante los "llenos totales", es siempre el mismo). "Mierda que son pelotudos éstos che!!, pero puta que fue buena idea esa de los "conciertos despedida", hermanito..!", festejan con su manager que a la vez, es el fotógrafo oficial del grupo. "Para vos cojudo, para vos!! Jajaja..", posan sarcásticos para sus fans.

2. Los Kjarkas, en los 80's. Ulises Hermosa sentado al extremo derecho, como debidamente apartado de la chabacana chusma o resto del grupo. En las antípodas del extinto Ulises, su hermano menor, el inefable Elmer luciendo para sus locas groupies, sus negras y largas crines de semental andino.

3. Chico & Roberta, el simpático pibe bailarín y la Lolita carioca que enloqueció al lujurioso mundo con su blanca tanguita, entre muchas otras, al ritmo diabólico de Lambada.

4. "Las babas del Diablo", notable acuarela pintada por el distinguido Marqués de Sade durante su cautiverio. El borroso cuadro se utiliza en Psiquiatría como las manchas de Rorschach. Infalible, dicen los terapeutas, para reconocer a depravados sexuales y sátiros incontenibles. Solo ellos -aseguran los mismos terapeutas-, juran ver invariablemente entre sus informes colores, una maléficamente colorida tanga de Victoria's Secret, una deliciosa, curva y perfilada nalga y dos apetecibles muslos de mujer bajo una ondulante e hipnotizadora pollerita danzando lambada... Cosa de muy imaginativos locos, es evidente.

5. Los Kjarkas, actualmente. Fácilmente se nota a los más viejos y dañinos (por ser autores de los más inefables graznidos) integrantes.  El chico "emo-gay" es Gonzalo Hermosa Junior; el avieso escuincle jura (y por desgracia ya lo demuestra) honrar y seguir los horrendos graznidos de su inspirado padre, Gonzalo Hermosa Sr. ¡Que dios libre nuestras orejas de semejantes castigos!

6. Elmer Hermosa, el "Choling Stone" andino, siendo entrevistado durante alguna de sus miles de giras "despedida". Su larga melena de largas y negras crines ya es cosa del pasado, ahora el inclaudicable Elmer apela a pasear generosamente sus musculosos y lozanos brazos de quinceañero (y a alguno que otro accesorio de teenager chic) para seducir y enloquecer a sus presas. "Trava o mujer, da igual", dice Elmer. Es que de viejo, ya no da para ponerse quisquilloso..

7. Galo Bonifaz, el igualmente célebre y coqueto diputado boliviano, luciendo sus mejores y más refinadas galas de chic metrosexual (léase puto ultra-putísimo) andino. Al igual que Elmer el primoroso Galo bien practica lo que predica: "Viejo es aquel que se siente y se viste como un viejo", dice muy contento y convencido mientras se reacomoda un llamativo chal sobre el hombro.

8. El atléticamente musculoso Elmer Hermosa, junto a unos amigotes durante una de sus tantas opíparas giras en la ya muy (tb por ellos) castigada España. A punto están de morfarse una suculenta paella... De sabroso postre, puede apreciarse a una muy guapa groupie (con delicioso peinadito Avatar) lista y dispuesta para el delicioso azote/acople entre alaridos, graznidos y coplas del inquieto semental cochabambino.

9. Fotografía filtrada del busto vudú de Elmer Hermosa y que él mismo guarda bajo siete llaves. Cuentan los rumores que el mágico busto le fue regalado por una magnífica negra y satisfecha groupie durante una de sus atroces giras en Brasil. "Cuida bien y protege este busto, mi amado potro andino. Porque él es a ti, como un cuadro era a Dorian Gray. Desde hoy, menos viejo encontrarás tu pellejo, más firme te colgará la pija y más viva arderá tu lujuria...", le dijo la infalible maga negra según los truculentos relatos. Desde entonces vive Elmer, extrañamente más lozano cada día y con el pájaro todavía bastante loco.

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De CRONICAS DE MR. HYDE, 05/12/2013

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