Wednesday, April 28, 2021

De Schubert a Chopin. Carta de Pablo Mendieta Paz


PABLO MENDIETA PAZ

 

Querido Claudio, debo confesarte que he escuchado muy poco a Chopin. Puede parecer un exceso, pero es mi punto de vista lo que voy a decir. Su música es muy almibarada, demasiado pegajosa, y él la elaboraba conscientemente así, quiero decir no componiéndola con esas características, sino que haciendo uso de todo su poder creativo, de una inspiración honesta, seria, daba a luz una música con esa sustancia, repito que para mí empalagosa. Es por eso que si tengo que escuchar música de varios compositores, y Chopin es una de las posibilidades, lo descarto. Por lo contrario, Schubert, más o menos quince años mayor que Chopin, fue, desde muy pequeño cantante, y como cantor nato, más que instrumentista, supo principalmente recrear las palabras en su música (el lied, su máximo grado de expresión. Muchos lo llaman el « señor de la melodía »). Como él representa el punto de encuentro o, mejor, la frontera entre el clasicismo y el romanticismo, quizás por eso su música es absolutamente espontánea, y hasta sin elaboración alguna. Él se sintió más libre entonces, incluso en sus obras pianísticas, de realizar modulaciones o cambios de tono audaces (si oyes con atención, vas a reparar en esas expresivas mutaciones de tonalidad). En fin, es claro que Schubert se inclinó al romanticismo, pero, a mi modo de ver, un romanticismo robusto, fuerte (tal vez por su admiración por Beethoven aunque muy diferente a este en su concepción creadora). Nítidamente es el compositor de la alegría en los acordes mayores y del dolor en los menores. Muy expresivo, no emparento su música, ni siquiera mínimamente con la de Chopin. Es una opinión muy, pero muy personal que pueda merecer una grave refutación de un experto en Chopin. Sus « Momentos musicales », de piano, son un monumento a la melodía, pero definitivamente sus canciones son las que retratan al gran Schubert. No se puede soslayar su inmenso esfuerzo, entonces, al componer una sinfonía, como la cinco, en que se vale del estilo de Haydn y de Mozart, y, por tanto, no es él mismo (la escribió a los 19 años). En suma, es el creador vocal, poético, el que juega con esas melodías al piano, traspasándolas, y que yuxtapone sentimientos tan naturales y espontáneos del ser humano. En suma, querido Claudio, admiro al grandioso Schubert, y no hay afinidad alguna en su arte con lo que creó Chopin. Ojo. Repito que se trata de una apreciación muy particular, propia, y puede ser, en mi inclinación por uno, y mi cierta reserva con el otro, errónea. Uno nunca sabe. Un abrazo, querido amigo.

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