El porvenir no
parece auspicioso. Se nos viene nuevamente la derecha con su séquito de
bestezuelas fascistoides, tecnócratas poco letrados de universidades privadas y
tránsfugas variopintos. La política chilena anda de pantalones caídos. El
prontuario delictivo no mella la suerte de ningún candidato. A la Democracia
Cristiana le sobrevino con particular fuerza su habitual escozor anticomunista
y ha optado por un rumbo propio que la puede conducir a un despeñadero. La
izquierda se divide entre un tibio Guillier y una improbable Beatriz Sánchez.
La educación pública se sigue cayendo a pedazos en Chile y Argentina. El
neoliberalismo es un transformer ideológico que privatizará hasta el aire.
Bachelet se acerca a su epílogo sin haberse jugado su minuto histórico. La
buena intención no basta para mejorar las cosas. Se necesita determinación,
frialdad, osadía, carácter. O si no vuelven a ganar los de siempre. La
sensación que queda es que todo sigue igual y peor que antes.
San Fabián sigue
su ritmo parsimonioso bajo la conducción del ecologista Claudio Almuna. Hombre
querido y respetado por la mayoría, trabajólico y ecuánime, cortejado por todos
los conglomerados políticos, acechado por mezquinas alimañas locales, mantiene
su norte en sacar rápidamente a flote un municipio desfinanciado. Solo entonces
podrá gobernar con la mirada puesta en la perspectiva histórica. Las clavelinas
amanecieron escarchadas. El Longaví y el Chillán sobresalen nevados y
majestuosos como dos colmillos cordilleranos. Pasan campesinos tempraneros
arreando terneros. Chupallas ancianas. Ponchos deshilachados. Perros diligentes
exhalando vaho blanquecino.
Sumo libros a mi
biblioteca. Mentes encuadernadas que traigo a vivir a casa. Lezama Lima,
Carpentier, Turguéniev. Empiezo a leer El Viaje de Sergio
Pitol. Su itinerario literario por Rusia y Georgia. Callejones, laberintos,
recuerdos, notas al margen, todo a la vez, como un remolino de Lewis Carroll.
Cada libro es el pasaporte a una mente genial, butaca privilegiada ante un
narrativismo de Rajmáninov. El café se enfría. La versión de Telesur predomina
en el aire. El sol se hace esperar detrás de las montañas. La niebla amenaza
con sabotearlo. Las golondrinas transcriben ilusiones mandarinas en el celeste
opaco del cielo.
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De CUADERNOS DE
LA IRA (blog del autor)
Gracias, querido amigo. Lamentablemente derechas e izquierdas nos tienen con la soga al cuello.
ReplyDeleteEstamos escribiendo/describiendo lo mismo en nuestros dos países, Jorge. Abrazos.
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