Estaba el otro
día preparando un arroz con pollo, con un fondo intenso de ají rojo, tal y como
me indicó que lo hiciera, en dos ocasiones, la casera paceña de la fotografía,
un ají rojo, de perfume intenso y picor rabioso si se te va la mano, aldrede o
por descuido, un auténtico botafuego, que diría Ciro Bayo. Era en la calle Max
Paredes, algo más arriba del mercado Rodríguez. La primera vez fui a por ají
para un amigo, la segunda para mí. Había comprado otro, amarillo este, a una
casera joven y desabrida, que me dio de menos, y es que los viejos tenemos que
ir a donde nuestros iguales para que nos traten bien, eso me decía un casero
con el que conversé de platos y mejores puestos. Veo las manos de la casera,
muy morenas y surcadas de arrugas profundas, haciendo el gesto de disolver el
ají y de picar la cebolla. La voz dulce, como la mirada, azulada tras los
lentes. Hacía frío aquella mañana, mucho. Igual mi plato no tiene nada que ver
con la receta que ella me dio, pero es sabroso gracias al ají y tiene aspecto
apetitoso, por el color. Pero tanto si lo como con los ojos abiertos, porque
con los ojos hay que comer también, como si los cierro, me digo que ahora mismo
daría cualquier cosa por estar allí, en esa calle en cuesta atestada de
puestos, en la sombra helada de la mañana de invierno que hoy comienza, rojiza
del sol a través de las chiwiñas, ese sol que abrasa, pero no calienta, y hoy,
que es festivo, compraría además una ración de lechón (con una tajada de más
para el camino... ay, ese viejo con cabeza de Illimani que parece un fraile) en
el puesto callejero de la esquina de la Illampu con la González, donde las
floristas y las marraquetas.. Fantasías, claro, dromomanías del que vive en
fuga hasta parado y apenas está donde tiene plantados los pies, porque su país
es imaginario otro, escondido... ser de otro país, de otro barrio, de otra
soledad, es el poeta el que lo dice, Ferré, el que te invita a ir a viajar con
él y con Baudelaire y te asegura que «no regresarás, adivina por qué...»
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De
VIVIRDEBUENAGANA (blog del autor), 21/06/2015
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