Sunday, October 18, 2009
Un Nobel y dos Naipaul/LITERATURA
JAVIER REVERTE
Confieso que cuando recibí la noticia del Premio Nobel a Naipaul me hice un lío. Porque en mi biblioteca no hay un Naipaul, sino dos. Ambos nacieron en Trinidad y tienen origen hindú. Ambos son novelistas y escritores de viajes, e incluso ensayistas. Y los dos estudiaron en Oxford. A mí me gustaba más que V.S. Naipaul, mucho más, el otro, Shiva Naipaul, sobre todo por un libro de viajes titulado North of South. Pero mirando su biografía me di cuenta de que Shiva había muerto en 1985. Así que, como el Nobel nunca se concede a un escritor después de muerto, tenía que ser el otro, V.S. Naipaul. Y lo cierto es que V.S. Naipaul, nacido 13 años antes que Shiva, es un escritor que me gusta bastante menos.
Sin duda la capacidad literaria de V.S. es inmensa. ¡Dios me libre de afirmar lo contrario! Pero el tono de sus libros viajeros, cargados de incontables personajes sin excesiva sustancia -en ocasiones casi en plan guía telefónica-, de reflexiones más que pesaditas y una cierta soberbia sabiamente contenida, no me atrae en exceso. Se parece un poco a Bruce Chatwin, un escritor viajero por el que tampoco siento veneración. Ambos tienen un punto de señoritismo, aunque Naipaul lo disimule mejor que el inglés. Algo les une: Chatwin era el niño mimado de la aristocracia inglesa, mientras que a V.S. Naipaul se le concedió el título de Sir en 1989, cosa extraordinaria en Inglaterra si se tiene en cuenta que no es blanco.
Naipaul es un expatriado, hijo de una familia de las castas bajas hindúes, una fatalidad poco comprensible en la democrática Europa y que, en la India, casi supone todavía hoy un estigma. Merced a su propio esfuerzo, logró estudiar en Oxford y llegar a ser lo que hoy es: un famoso escritor respetado por todo Occidente. Esa condición de expatriado, de hombre que perdió en algún momento de la vida su raíz y sus orígenes, es quizá lo que ha nutrido de savia a su carrera literaria. Escribe casi siempre del Tercer Mundo que lo vio nacer y lo hace con escepticismo y tristeza, sabedor de que la integración de los miserables en el universo del Primer Mundo conducen a menudo a la alienación y la locura. Naipaul es un escritor entre dos mundos, que no olvida en el que creció mientras se siente orgulloso de pertenecer al otro, a este mundo civilizado que, quizás a regañadientes y después de mucho esfuerzo personal, acabó por aceptarlo, primero, y ahora premiarlo.
No obstante, este Naipaul me produce algunos reparos literarios. V.S. ha escrito unos cuantos libros de viajes, pero tengo la impresión de que el Nobel se lo han concedido por uno en particular titulado Entre los creyentes: un viaje islámico, en el que retrata el mundo musulmán en lugares tan diversos como Malasia, Pakistán, Indonesia e Irán. Su mirada sobre ese universo viene a concluir en una repulsa del integrismo, de la religión convertida en motor de la vida y también de la muerte. Desde un análisis político e histórico, los occidentales tenemos que estar de acuerdo con su punto de vista. Pero la literatura es un territorio diferente, creo yo.
Políticamente hablando, V.S Naipaul estaba ahora mismo en el lugar adecuado en el momento oportuno. ¿Literariamente? Imagino que en el mismo sitio que Winston Churchill cuando le concedieron el Nobel de Literatura al final de la II Guerra Mundial. Me pregunto si le habrían concedido a Naipaul este preciado galardón sin que se hubiera producido el derrumbe de las Torres Gemelas.
Cuando Occidente está en armas, no dudo que incluso los fusiles literarios tengan que tener su importancia estratégica. Pero, ¡qué demonios!, me gusta mucho más cómo escribe Shiva, el Naipaul olvidado en mis estanterías.
Publicado en El Mundo, España, octubre del 2001
Imagen: Portada de un libro de Shiva Naipaul
NOTA: Como Javier Reverte, he leído (no tengo) a los dos Naipaul, y también me gusta Shiva más que V.S. En una reedición de 1987 del clásico libro de viajes (por Africa) "North of South", el London Sunday Times decía de Shiva Naipaul que era un moderno George Orwell.
Hay que leer a los dos hermanos, y también -aunque no sea individuo de la predilección de Reverte-, a Bruce Chatwin, sobre cuyo hermoso "In Patagonia" escribí. En mi biblioteca sólo tengo un Naipaul: Shiva. Y eso, creo, muestra mis preferencias. CFC
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