Sunday, February 12, 2012

De Antofagasta a La Paz/Un recorrido de León Felipe


Por: Lupe Cajías

Líber Forty es una de las pocas personas que recuerdan el paso del poeta español León Felipe por La Paz, por Bolivia en 1947. Ambos estaban relacionados por su ideario libertario y por su amor al teatro.

Forty, argentino de nacimiento y tupiceño desde edad escolar, había retornado al país en 1946, después de recorrer el mundo con sus alpargatas de anarquista y croto. El aviso invitando a una obra dramática, auspiciada por el Club The Strongest, decidió su permanencia en el pueblo sudchicheño de su infancia y la fundación del elenco teatral y cultural Nuevos Horizontes.

León Felipe era el nombre acortado de Felipe Camino Galicia de la Rosa, nacido en España en 1884. Hijo de un notario, estudió para farmacéutico y como agente de medicamentos inició su vida errante, casi al mismo tiempo que actuaba de cómico en compañías de teatro. Pronto, su camino lo llevó por los versos y por una vida bohemia alejada de su propia profesión.

A inicios de los años 20 fue a vivir a México, aquella ciudad esplendorosa de arte y creación y fue parte de su ambiente intelectual. Retornó a su país como militante republicano. Después de ser perseguido, fue asilado en su segunda patria, México, donde murió en 1968. Es considerado parte de la Generación del 27, como se reconoce a varios otros poetas, novelistas y filósofos de la España antes de la Guerra Civil.

León Felipe fue reconocido por el gobierno mexicano como embajador de la República Española en el exilio, y en esa calidad viajó por varios países latinoamericanos. No tenemos datos para suponer que llegó a Bolivia en misión oficial, probablemente ni siquiera sus colegas escritores lo reconocían. Aunque ya era una persona mayor, todavía no se valoraban sus versos libres, casi de prosa, como autoría de un poeta mayor.

Él llegó a Bolivia en una época de grandes conflictos sociales, poco después de la aprobación de la Tesis de Pulacayo y en vísperas del largo sexenio de revueltas mineras y agrarias. En su encuentro, Forty regaló a León Felipe copias de los artículos de otro anarquista, Rafael Barrett, ligado a las luchas en los yerbales paraguayos y uruguayos, que tanto influyó en las federaciones obreras bolivianas (paceñas, orureñas y tupiceñas).

El 30 de enero de 1947 León Felipe atravesó la frontera. Aprovechó el paisaje para escribir, seguramente a mano alzada, en un papelito que luego imprimió la biblioteca clásica y contemporánea de Editorial Lozada (Buenos Aires, 1957).

El poema lleva por título “De Anfogasta a La Paz; en el tren” y un añadido final: ¿en Chile?; ¿en Bolivia? Como en buena parte de su obra, acá también aparecen el viento, la luz, la nube. Felipe es el poeta caminante, el trovador sin patria y sin banderas, el croto que viaja libre porque no tiene casa ni propiedades ni residencias.

“Va el tren como un gusano, empujado por el viento.

El Viento le grita,

Le aúlla,

Le aguija

El Viento es un gigante burlón que persigue a los trenes

Por las cordilleras solitarias

¡Corre, gusanito!...¡Corre que te pesca!

Huyo…huyo…huyo…

Voy huyendo del mar y del Viento

Quiero salir del alarido

Y del sollozo…

Volver a la nube…

Hay una nube quieta allá arriba, que me aguarda.

(…)

Desde esta ventanilla que enmarca el paisaje

Dentro de unas leyes rígidas…de orden andino,

Cósmico, primario…metálico…

Ser nube…y luego hombre…¡Ésta es la ronda:

Hombre…y después agua otra vez…Agua!

Agua esterilizada…y luego ¡Lágrimas!”

Sigue el poema asombrado por el paisaje de sal y de nieve, y el viento y la luz limpísima, otra vez la nube, el viento, la luz, la nube, la lágrima. “Quiero mirarlo todo ya, otra vez…ciego…¡ciego!, desde los ojos vacíos de la nada”.

León Felipe no es el único forastero que resuelve en versos el impacto que le causa contemplar el paisaje/espejismo del altiplano boliviano. Recordemos las odas del colombiano William Ospina a La Paz, cuando llegó a la ciudad de luz el 2001. O al poeta y escritor chileno/croata Antonio Skármeta, quien también partió en un tren desde Antofagasta hasta Oruro en su primer viaje de aventuras y de amor juvenil.

Quizá sería útil reunir en un solo volumen a todos esos autores como parte del nuevo Festival Internacional de la Poesía que ya anuncia para mayo, en Oruro, el poeta cruceño Benjamín Chávez. Festival que ha dado lugar a otras composiciones sobre Bolivia.

lcajiasmca@gmail.com

Publicado en La Ramona (Opinión/Cochabamba), 12/2/2012

Imagen: León Felipe

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