Por último, el
otro gran tema de El Quijote es la moral del fracaso. El
Quijote inaugura la moral del fracaso y termina con la epopeya (por
eso es totalmente erróneo decir que es una epopeya). Lo propio de la epopeya es
la moral del triunfo; aunque los héroes mueran, el resultado siempre es
positivo. Fíjense en el itinerario del Cid, que es prácticamente contrario al
del Quijote. En ese itinerario, que tiene todos los atributos del
desplazamiento épico, el Cid rescata su honra y rescata muchas ciudades de las
manos de los moros. No importa si muere; la filosofía es la del triunfo. Pero
desde El Quijote en adelante la moral del fracaso es la
verdadera épica, y yo diría antropológica y hasta metafísica, de los héroes de
la novela moderna. Los héroes de la novela fracasan, van al fracaso, buscan el
fracaso. Hay algunas honrosísimas excepciones, pero esas excepciones pueden ser
consideradas como representando un trayecto de desarrollo incompleto del héroe
narrativo. Por ejemplo, Huckleberry Finn es una novela feliz
-acaso la única novela feliz, dice Borges-, pero trata sólo de la infancia; ¿qué
ocurrirá al llegar a la adultez?
Por un relato futuro
Conversaciones con Ricardo Piglia
Foto: Juan José Saer
Créditos: Daniel Mordzinski
Créditos: Daniel Mordzinski
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De LA CALLE DEL ORCO, 07/02/2017
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