Tuesday, October 2, 2018

Bajando el sendero derruido

CECILIA DREYMÜLLER

La poesía enigmática, marcada por la conciencia de la quiebra del mundo, y el lenguaje deslumbrante del malogrado Georg Trakl se aprecia en su libro póstumo Sebastián en sueños y otros poemas. El de un sucesor directo de Hölderlin y Rimbaud.

La poesía de Georg Trakl cumple la sentencia de Adorno sobre el arte como promesa de felicidad que se rompe. Es imposible, en su caso, abandonarse a la belleza del verso, al que aún invitaba, en la misma época, la poesía de Rilke. En Trakl pesa demasiado la conciencia de quiebra del mundo y una herencia tenebrosa; el horror asoma, con su máscara distorsionada. Trakl "desciende el sendero derruido" y no se permite solaz alguno: la naturaleza permanece muda, el amor es culpable, la religión no consuela: "Este tiempo respira lágrimas más oscuras, / perdición cuando el corazón del que sueña / rebosa de arrebol del crepúsculo,/ de la melancolía de la ciudad humeante; / un áureo frescor orea al caminante / al extranjero, desde el cementerio, / como si un cadáver delicado lo siguiese en la sombra".

Tras su temprana muerte en
1914 por sobredosis de cocaína, Trakl, cuya vertiginosa trayectoria literaria fue truncada por la Primera Guerra Mundial, dejó preparada para la publicación Sebastián en sueños, que completaría la escasa obra poética, empezada a publicar el año anterior. En este libro la dicción poética se ha depurado a la máxima sencillez; la visión del mundo, en cambio, se ha ensombrecido hasta límites extremos; algunos poemas, como 'Última nota' o 'Silencio', ya anuncian la decisión final. Aunque en el último año de su vida, emancipado de su familia, Trakl fue acogido entre los intelectuales austriacos, la relación incestuosa con su hermana Gretl, que se suicidaría tres años después, no dejó de atormentarle. En 'Septeto de la muerte', 'En la oscuridad' o 'Canción del que ha muerto', los recuerdos de la infancia, del sosiego del jardín nocturno, de las veladas musicales con la hermana, desembocan en deseos de muerte. El Trakl tardío es radicalmente terminal, enigmático y ardientemente inclinado hacia el más allá. Como último reducto de proyección queda la ensoñación: los delirios del alcohol, del opio o de la cocaína, que nutren las visiones del poeta. En los poemas de la última época, reunidos en el presente volumen, la experiencia con las drogas se expresa con evidencia: "Sobre negra nube, tú / cruzas ebrio de opio / el estanque nocturno, // todo el cielo estrellado".

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De EL PAÍS, 09/09/2006

Imagen: Georg Trakl (Salzburgo, 1887-Cracovia, 1914), en 1912.  

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