JORGE MUZAM
Lo difícil no es vivir sino seguir vivo, pero mientras nada ni nadie pueda matarme seguiré siendo un problema, una ametralladora de palabras sin bandera, sin dueño, sin jefe, sin una añeja imagen heroica a la cual representar, sin una musa a la cual ostentarle mi arrojo. Bang, bang, mis balas silban, rebotan, atraviesan los follajes, se disfrazan de minúsculos mosquitos que luego susurran obcenidades en las orejas de ciertos señorones muy seriotes. Las balas van y vienen y sigo vivo.
Prendo las mechas de la relojería, hago zancadillas a quienes pasan muy apurados y escribo el gran panfleto del despropósito…todas las bombas deben ser activadas…todas las bombas deben reventar al unísono…ningún culo puede quedar a salvo. ¿Quién merecería seguir vivo? Envíenme la nómina de los intocables. No, las reinas y reyezuelos morirán pisoteados en la primera estampida. Los príncipes y princesas se guarecerán en la mazmorra de los licores y allí olfatearán por primera vez la fetidez de sus propios cuerpos, allí les crecerá barba y pelo en los sobacos, allí morirán lentamente, afirmados en los barrotes, esperando el agua y el pan de los sirvientes. ¿Y el Papa? ¡Está muerto! gritan quienes corren. Murió de viejo, y antes de morirse de viejo asesinó al comunismo. Murió junto a Teresa de Calcuta. ¿Y el Papa nuevo? ¡No, ese es muy feo para ser Papa! ¡El último Papa bello murió y no habrán más Papas! …¡Todos al sur!...¡Todos al norte!...¡Todos al oeste!...¡Cinco minutos para hacer el amor!...¡Todos al este!...dejen a los viejos descansar a su arbitrio…prométanles que volveremos por ellos…¿Y esa estatua? ¡Es del culo blanco de Angela Merkel! Las brisas huelen a pólvora, a expedientes podridos, huelen a riqueza…¿cómo huele la riqueza? pregunta un niño que corre en sentido contrario…Nadie responde…Enristro mis armas pues debo matar antes de morir, pero nadie está en guerra declarada, todas los combates son subrepticios, los enemigos están enmascarados de párvulos, de mujeres embarazadas y ancianos con muletas, las bombas parecen paquetitos de galletas y caramelos, …se ofrecen y se mascan y ¡bum!...no importa…que prosigan las bombas…mataré al que se me cruce…mataré hacia arriba, a los que mandaron, a los que retuvieron y se ufanaron, los mataré con gusto, excitado, riendo…luego mataré a los peleles que los sostuvieron…a los rastreros que no se rebelaron y comieron las sobras rancias…a los que apuntalaron cada privilegio, los mataré por imbéciles…No mataré peruanos, ni argentinos, ni bolivianos, aunque los peruanos bien merecen morir, no por ser perversos sino por elegir líderes fantoches, los gloriosos incas se revuelcan en sus fecas y piden limosna…los gloriosos incas no merecen vivir, pero vivirán hasta que se maten entre ellos mismos…pero el fantoche escapará con la riqueza de los incas incautos y entonces bastará una bazuca para que los billetes caigan como lluvia de carnaval y los buitres devoren la porquería esparcida. Luego iré hacia el norte, a matar musulmanes envueltos de demócratas, a matar espías y sociedades anónimas, las bombas más grandes me esperan allá, las bombas que derrumbarán acciones y corporaciones, la resistencia será débil pues nadie esperará un siguiente salario, las banderas serán combustible de tres segundos para la merienda y el frío…luego seguirán los bosques, los conejos y las aves, los zoológicos y acuarios, todo será devorado…la materia será nueva energía, las mujeres bellas disiparán el stress de los combatientes y el de ellas mismas…el asalto a las botillerías desatará risas bobaliconas, fiestecillas al pasar y París volverá a ser una fiesta de barricadas, granadas y confetis…los negros africanos llegarán bailando al ritmo del ¡tum, tum!...las negras abrirán los arbustos y mostrarán sus tetas ante las pupilas gigantes que curiosas levantarán las cabezas y ¡zuuum! ¡crach! ¡aahhh! …los negros avanzarán seduciendo enemigos con tetas y penes, nadie podrá con ellos…y como escudos serán secundados por los musulmanes, y los japoneses revanchistas… mientras los ingleses y alemanes beberán whisky y cerveza y sodomizarán a los franceses entre heces y coces y aullidos y luego media vuelta…y las blancas se arrojarán a los negros…¡mulaticemos el mundo que queda!...será el estertor feminista y la fiesta y las balas y las bombas no se detendrán hasta que China diga ¡alto!, ¡a sus pupitres!, y el silencio retornará más aterrador que nunca. Entonces, volveré momentáneamente a las catacumbas de mi resistencia a preparar la gran embestida amarilla…
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De CUADERNOS DE LA IRA, blog de Jorge Muzam, 12/06/2013
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