Encontré el presente libro fruto de la casualidad, rebuscando en las estanterías de la librería-café La Fugitiva en Madrid. Debo confesar que ya el propio título del libro me cautivó, así como las siguientes palabras de la contraportada "Europa fue lo que todavía es gracias a sus minorías, al entramado sutil de sus diversidades, a su babel lingüística. No aparecen en el telediario ni en los periódicos, pero muchas comunidades de europeos están en vías de desaparición".
El autor realiza un fascinante viaje humano, histórico y antropológico para contarnos de primera mano las historias de cinco pueblos olvidados de la vieja Europa.
El libro se subdivide en cinco capítulos independientes que nos llevan al interior de minorias que se encuentran en cinco países muy diferentes como son: Bosnia, Eslovenia, Italia, Macedonia y Alemania.
El primer capítulo nos lleva de viaje a Bosnia y a una ciudad compleja y fascinante como es Sarajevo. Las historias se van mezclando entre el pasado y el presente para llevarnos a la vida de los últimos sefardíes. Las conexiones con la expulsión de España se mezclan con instantes de su pasado reciente en el que la ciudad sufrió la sin razón de la guerra y la barbarie. Hoy apenas son unas decenas, pero hace décadas y siglos fueron una comunidad muy importante en una ciudad cosmopolita e integradora que está de lleno en el centro de la Historia del viejo continente.
El segundo capítulo nos traslada a Eslovenia y nos lleva a la pequeña zona de la Gottschee donde todavía se conservan las tradiciones y la herencia de un pueblo germano parlante que ha sufrido el peso de la Historia. El recorrido histórico nos lleva a través de siglos y hasta acabar en el siglo XX, donde las dos Guerras Mundiales ,la caída del imperio austro húngaro o la desintegración de Yugoslavia marcó el nombre del país al que pertenecían.
Con el tercer capítulo nos vamos a Italia, a la región de Calabria donde conocemos a las gentes Arbëreshë que son una minoría de origen albano. Vamos conociendo las vidas y el pasado de un pueblo que desciende de refugiados debido en muchos casos a la invasión que el imperio otomano hizo sobre Albania y otros pueblos balcánicos. Unas gentes sencillas que ven la vida discurrir a medio camino entre el recuerdo nostálgico del que fue país de sus antepasados y la integración en diversos pueblos del sur de Italia.
El viaje a Alemania se produce en el cuarto capítulo y nos lleva a entender la vida y el pasado de los sorabos, un pueblo eslavo enclavado en territorio alemán. Como ocurrió con tantos otros pueblos de Europa, sus fronteras y las migraciones vienen parejas a las dos contiendas bélicas del siglo XX, el comunismo y el avance del imperio otomano sobre los Balcanes.
Y para terminar nos vamos a Macedonia, al pequeño país de los Balcanes , para conocer parte de la historia de los aromanos. El inmenso peso de la Historia marca el origen latino de unos pueblos que marcan lo inclasificable que son las actuales fronteras del Este de Europa.
El libro nos deja la sensación de estar en un fascinante viaje antropológico, donde en pleno siglo XXI podemos recrearnos ante el enorme peso de la Historia. Y como en los grandes libros, podemos imaginar el enorme legado de unos pueblos que con escasos miles de personas se resisten a desaparecer. Frente a ellos, el paso del tiempo, la Historia que no se detiene y la nueva uniformidad de una vieja Europa que naufraga en los primeros compases del siglo XXI. Una obra fascinante e imprescindible.
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DE LEER Y VIAJAR, 25/02/2014
Imagen: Cubierta de libro
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