El reclamo de Guardianes del Iberá, que puede leerse en las redes sociales, es certero: "Estamos pidiendo a Harvard, que controla 86 mil hectáreas en Corrientes, que pare de plantar pinos, ya que su sistema de monocultivo, altamente tecnificado en miles de hectáreas genera un alto impacto para los ambientes de pastizales y sabanas de la eco-región del Iberá. Además de que se aleje de las zonas rurales, porque su cercanía afecta y desplaza a las comunidades campesinas y además que regularice la situación de los trabajadores a quienes tiene subcontratados durante años, constituyendo fraude laboral y precarizando las condiciones laborales".
La descripción es una gran síntesis de la visión de los Guardianes, organización socioambiental coordinada por Emilio Spataro, que entre sus logros pudo frenar la destrucción del Ayuí. Sin embargo, no solamente el empresario del Grupo Clarín pone en peligro a esta eco-región, en el centro de la mesopotamia argentina.Como bien contó Darío Aranda, cuatro grandes grupos extranjeros controlan 370 mil hectáreas. Entre ellos se encuentra el multimillonario húngaro George Soros con 76 mil, la millonaria francesa Gilberte Yvonne de Beaux con 51 mil, el controvertido Douglas Tompkins, con 154 mil y la Universidad de Harvard, con 85 mil.
Y según las investigaciones de Guardianes del Iberá, los dos últimos actores están relacionados: "Douglas Tompkins creó en 2002 la empresa EVASA (Empresas Verdes Argentinas) sobre las ruinas de Pecomforestal. En 2007 la vendió a un fondo de inversión, que luego en 2009 compró Harvard. Adicionalmente desde ese año hasta 2011 siguió vendiendo subdivisiones a Harvard a través de la empresa Las Misiones SA". Y aclaran: "Mas allá de lo poco ético de disponer tierras para el avance forestal, que antes no estaban bajo presión, cuando fue dueño de EVASA Tompkins replicó un sistema de producción basado en el monocultivo de pino".
Gráfico preparado por Guardianes del Iberá sobre el conflicto territorial. |
Entre los reclamos, el diciembre pasado, pobladores y campesinos de Loreto y San Miguel pidieron la continuidad de los proyectos en agricultura campesina de la Fundación San Miguel. También continúa circulando una carta de protesta de WRM (World Rainforest Movement) y Amigos de la Tierra Internacional dirigida al Presidente de la Universidad de Harvard, Drew Faust. A su vez, en noviembre se dio media sanción en el Senado de la Nación al proyecto de Ley de Humedales, que podría avanzar en la regulación de este ecosistema. En Corrientes, parte de los Esteros del Iberá constituyen una Reserva provincial, pero la falta de regulaciones ponen en peligro la región.
Territorio guaraní. En los Esteros del Iberá, el año pasado también hubo un logro histórico. El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas reconoció a la primera comunidad originaria de Corrientes, conformada por 20 familias de Yahaveré, lideradas por el cacique Hernán Sotelo. “Es histórico que dentro del Iberá se asuma con orgullo la identidad guaraní”, expresó en su momento Emilio Spataro, recordando que en Guardianes del Iberá hay integrantes de este pueblo originario. De hecho, el guaraní es un idioma común en el territorio correntino, sobre todo tierra adentro.
El anuncio se dio el 30 de noviembre, un nuevo aniversario del natalicio del Comandante Andresito Guacurarí, el único gobernador originario en la historia. El reconocimiento de la personería indígena surgió en la lucha contra el terraplém ilegal construido por la empresa farmacéutica Roemmers. En el acto, Miriam Sotelo, hermana de Hernán e integrante de Guardianes, destacó: “Tal vez hoy no tenga trascendencia o no le den importancia, pero este es un hecho histórico, invalorable. Para nosotros es importantísimo el reconocimiento de nuestra identidad y nuestra cultura”.
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De COMUNICACION AMBIENTAL, Buenos Aires 02/02/2014
Imagen: Protesta realizada en diciembre en Corrientes. Foto: Guardianes del Iberá
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