GEOVANNYS MANSO
Escribir
algo. Decir algo. Hoy. ¿De qué color? ¿De qué tamaño? ¿Con qué fuego?
Sé que a
esta hora, en este instante, en La Coloma, en San Juan y Martínez, en Viñales,
en otros sitios de Cuba, una familia observa los fragmentos desvencijados de lo
que fue su casa: paredes, techo, sábanas, libros escolares, álbumes familiares:
dispersos, irrecuperables, zarandeados por vientos de 200 km por hora.
¿Cómo se
reconstruyen esas miradas? ¿Ese pavor? ¿Cómo adentrarnos en esa soledad? ¿Con
qué fuego?
No sentiré
esa desolación —me repito—. A esta hora, soy lo que se dice un ser
privilegiado, un hombre rodeado de cierto confort: el sol es nítido, el café
está tibio, mis libros están al alcance de mi mano. Estoy a salvo —me digo—.
Mis hijos están a salvo —me repito—.
Algo, sin
embargo, me conduce a esos territorios, donde una frase se adueña de estas
horas: «Lo hemos perdido todo».
¿Cómo se
escribe «Lo hemos perdido todo»? ¿En mayúsculas? ¿Subrayado? ¿En negritas?
¿Entre insaciables signos de admiración?
¿Qué se
rompe, cuando «lo hemos perdido todo? ¿Qué arteria, qué pedazo de nuestra
sangre?
Perder, ya
es un verbo suficiente.
Perderlo
todo, es de una fiereza intraducible.
Los
huracanes llegan para destazarnos la memoria, para fragmentarnos el alma, para
que nos duela —un poco más, mucho más— la existencia.
Quisiera
estar allí donde la desolación es un signo que hiere. Devolver la memoria
descuartizada: aquella foto en sepia, el pañal bordado, la sencilla taza que
nos legó el abuelo.
Nombrar
esas cenizas que ahora palpan —tras respirar el cielo límpido, sin vientos ya
que dilapiden más memoria—, tanto hombre, tanta mujer, tanto niño y el manso
animal que los acompaña.
¿Con qué
fuego escribir? ¿Qué palabra que aminore el terror, que habite el territorio
yermo donde antes se erguía —con supremo orgullo— la casa familiar?
¿Con qué
fuego? ¿Qué palabra que resulte cercana, próvida, reverente ante el torpor de
los arrasamientos?
¿Que
alguien me diga que existe una palabra más turbia, más inhumana, más salobre
que la palabra HURACÁN?
Mañana la
anularemos de todos los diccionarios. Tal vez así, desaparezca de la tierra. Si
no existe en las definiciones del hombre, no podrá surgir en la inmensidad de
los océanos…
Huracán: animal salobre que se nutre de la indefensión de los hombres…
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Imagen: Katsushita Hokusai
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