JORGE MUZAM
En Argentina el ambiente está alicaído. Un patán bruto e intelectualmente desvalorizado como Jorge Lanata está marcando la agenda, y todos los medios, gobiernistas, opositores o críticos, se suben a ese burdo carro, ya sea para atacarlo, apoyarlo o diseccionarlo.
En Perú, la intelectualidad olfatea con suma desconfianza al presidente Humala. Conocen su pasado y saben que no se puede confiar en alguien que se ha dado tantas volteretas. Humala parece hoy un encarnador de Suiza en América Latina. Quiere estar bien con dios y con el diablo, con moros y cristianos, con neoliberales y marxistas. El tema es que, por lo mismo, no es carta segura para nadie, porque en cualquier momento se da vuelta la chaqueta hacia donde caliente más el sol. Pero en Perú existe una larga tradición de políticos así, sobrevivientes de numerosos incendios sociales, aves Fénix de las cenizas que ellos mismos contribuyeron a dejar.
En Chile es poco lo que se puede esperar. Los intelectuales oligarcas siguen su parsimonioso rumbo alfombrado, divagando exquisiteces amariconadas, descoyunturadas, apenas circunscritas a la preservación de su propio privilegio. Los intelectuales pobres se callan para no enturbiar su ruta hacia la teta estatal de los fondos concursables. Muy pocas voces críticas quedan en pie, y la agenda noticiosa la marcan los políticos de menos luces, verdaderos analfabetos farandulizados por la prensa oligarca. De los únicos que se puede esperar mucho en Chile son los jóvenes, las nuevas hornadas que salen a la calle a exigir verdadera democracia sin el miedo que paralizaba a sus antepasados. Los jóvenes marcan una pauta paralela, callejera, de guerrilla intelectual y urbana.
En Venezuela, pues en Venezuela se es negro o rojo. La olla está hirviendo y no se avizora un rasgo de mesura por ningún lado
Pero en Bolivia pasan muchas cosas. En el centro de América me he encontrado con los mejores escritores de América (y aunque no todos son bolivianos o hablan desde el territorio boliviano, si lo hacen con la atención volcada en Bolivia) La más valiente y original crítica, el más enjundioso uso del idioma, el más sabroso pugilismo verbal. Allí se encarna a la perfección el escritor político, el escritor comprometido, no con una ideología en particular, sino con su propia voz, esculpida a través de las más duras experiencias, porque en Bolivia no hay quien no haya intentado barrer con la dignidad del pueblo.
Pongan atención a sus formas de asociación, al alto nivel de sus debates, a su prensa, a sus periódicos, que le vuelan la raja a los pretenciosos medios chilenos, argentinos o peruanos. Y no hablo del gobierno de Evo, sino de todos los involucrados. Apoyantes, detractores y autónomos. Presten mucha atención, pues desde Bolivia están emanando las mejores luces de América.
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De CUADERNOS DE LA IRA, blog del escritor Jorge Muzam, 29/06/2013
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