MARIANO GARCIA
Pierre Klossowski (1950). La vocation suspendue. Paris: Gallimard.
Extraña trasposición en clave de las vicisitudes de la propia vocación religiosa de PK, toda la novela se narra como el comentario de una novela publicada en “Bethaven en 194…” y todo corre por cuenta de un narrador del que resulta imposible hacerse una idea de quién es. El motor narrativo se pone en marcha a partir de un fresco en el que un pintor vanguardista catalán, Malagrida, representa a Pío IX contemplando el lecho de muerte de una hermana carmelita que ofreció su vida por la promulgación del dogma. El cuadro es considerado blasfemo y a partir de entonces Jerôme, el protagonista, se encuentra tironeado desde distintos ámbitos, uno de los cuales es la secta llamada “Partido Negro”, la idea del mariage blanc, la fusión entre el doctor Angélico y el doctor Freud (93). Al final, en un golpe de teatro algo ajeno a la asepsia discursiva del texto en general, Malagrida se revela como Inquisidor de la Fe: había estado tentando a Jerôme para ver si lograba vencerlo.
Sin alcanzar las alturas deslumbrantes ni las cimas de rareza absoluta que convidó a manos llenas con Le Baphomet, esta primera novela se puede decir que ya adelantaba en buena medida lo que iba a ser la obra sorprendente de este autor impar.
“Chez Jeròme le don d’intelligence, contaminé par l’indéracinable orgueil, est devenu une simulation de la piété” (109)
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De MICROLECTURAS, 28/06/2014
Imagen: Ganymède, de Klossowski
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