ANDRÉS HUANCA RODRIGUES [1]
Resumen: A partir de una breve etnografía, teoría antropológica y notas periodísticas se exponen los diferentes conflictos sociales agudizados por la sequía del segundo lago más grande de Bolivia, el lago Poopó. El trabajo procura dar muestra de la complejidad del conflicto en la región, poniendo énfasis en las consecuencias sociales ahí donde se entretejen relaciones de clase, interétnicas e interinstitucionales. Asimismo se comparten algunas de las soluciones a corto y mediano plazo propuestas por los mismos habitantes del lago.
El periódico
boliviano El Diario publicó el 16 de diciembre del 2015 que el
segundo lago más grande del país se había secado.[2] La noticia de la tragedia así como
las imágenes de cadáveres de pescados y parihuanas (flamencos andinos)
recorrieron diferentes medios de comunicación y llenaron las redes sociales. El
descontento nacional tomó diferentes formas; la oposición al gobierno actual de
Evo Morales argumentó que el gobierno mantiene un discurso ecologista
pero que en la práctica los resultados son tan trágicos como los del
lago. Algunos sectores ecologistas progresistas señalaron a la minería de la
región como la principal causa de la sequía así como al “proyecto
desarrollista” del gobierno. Por su parte este alegó -el mismo presidente Evo
Morales nació en Orinoca, pueblo cercano al lago- que el lago Poopó tiene como
característica ciclos de sequías y posteriores inundaciones y que las
reacciones frente a la noticia eran exageradas.[3] Por otro lado, la preocupación se
agudizó por la escasa difusión de información especializada sobre las causas y
pronósticos de la sequía.
A un año de esta
noticia, un zoom en la región puede coadyuvar en la
comprensión del problema, complejo por sus diferentes aristas sociológicas,
históricas y ecológicas. En este ensayo se presentan los resultados de un breve
trabajo de campo en la región del lago Poopó basado sobre todo en entrevistas[4], teoría antropológica, notas de
periódicos y algunos otros estudios sobre la región. Procura dar una muestra de
la complejidad del conflicto agudizado por la sequía así como compartir algunas
de las soluciones a corto y mediano plazo propuestas por las mismas personas
del lago.
Bolivia es sin
duda alguna una sociedad plural. Está compuesta por una diversidad de
naciones – por lo menos 36 naciones indígenas según la Constitución Política
del Estado aprobada el 2009 basada en un criterio lingüístico-[5] que dependiendo del caso están más o
menos articuladas entre sí pero que tienen en común el estar confinadas al
interior de un Estado centralizado y ser interdependientes en la economía
nacional.[6] Como en otras sociedades plurales de
América Latina, en Bolivia la gran mayoría de estas naciones están subordinadas
política y económicamente a un grupo dominante minoritario de mestizos y
criollos que heredó los privilegios coloniales después de la independencia del
siglo XIX. No obstante, como veremos, las relaciones coloniales
descienden y se reproducen entre las naciones indígenas que lejos de formar un
grupo homogéneo y “horizontal” forman parte de una estructura jerárquica de
dominación.
La realidad de la
sociedad plural se manifiesta en diferentes regiones del país donde coexisten
diferentes modos de producción, culturas e instituciones sociales. En la región
del lago Poopó, ubicado en la zona lacustre del altiplano boliviano en el
departamento de Oruro, actualmente encontramos a quechuas, aymaras y urus
dedicados al pastoreo de ganado, agricultura, pesca y caza en la cuenca del
lago y a la minería en los centros mineros cercanos. Todos estos grupos están relacionados
cultural y económicamente por el lago Poopó que se conecta al Lago Titicaca
mediante el río Desaguadero, principal afluente del Poopó. Se trata de una sola
región plural atravesada por diferentes conflictos históricos de larga y corta
data entre los grupos dependientes del lago y de estos con el contexto
nacional; conflictos que con la sequía se agudizan y hacen nítidos, mostrando
la profundidad del problema que precede en mucho la coyuntura de la sequía
actual.
Como hilo
conductor presento algunas impresiones personales del trabajo de campo en el
orden que sucedieron, deteniéndome en cada entrevista para rescatar aquella
información que permita reconstruir un “escenario” sociológico de lo que pasa
actualmente en la región.
Al interior de la
cuenca coexisten desde tiempos prehispánicos dos naciones indígenas, los urus
y los aymaras. Los primeros actualmente relacionados a vivir
exclusivamente de la pesca y caza en el lago y los segundos, además de estas
actividades, al pastoreo de ganado y posesión de tierras cultivables.
Ambos comparten en gran medida las mismas opiniones sobre las causas,
consecuencias y posibles soluciones a la sequía del lago, sin embargo mantienen
entre sí un conflicto histórico que genera diferentes matices en la percepción
del problema. Empecemos con los testimonios que recopilamos en las comunidades
mayoritariamente aymaras. [7]
El primer lugar
al que llegamos desde Oruro fue Poopó, asentamiento minero al oeste del lago.
Con la ayuda de don “Silver” y de su conocido Max Calizaya llegamos hasta la
pequeña comunidad de El Choro. Mientras cruzábamos el río Desaguadero nos
detuvimos para una pequeña entrevista filmada.[8] Señalando al río completamente
estancado nos comentaron que este solía ser un gran afluente que alimentaba de
agua toda la región. Ambos personajes concordaron que entre las causas de la
sequía se encuentra el cambio climático que afectó el ciclo de lluvias que
normalmente empiezan a mitades de diciembre pero que hasta ese momento
-mitades de enero- no habían llegado. Por otro lado está la contaminación de
los centros mineros cercanos al lago que colmatan con sedimento el río y el
espejo del lago. Los centros mineros son Huanuni (uno de los más grandes de
Bolivia), San José, minas de Poopó, Inti Raymi, minas Bolívar y Antequera.
Al llegar a El Choro abordamos inmediatamente otro vehículo para que nos llevara a la comunidad de pescadores, Santa María, ya bastante cerca de lo que era el lago. A propósito del nombre “El Choro”, don Silver comentó que probablemente la palabra provenga del quechua churu que entre sus variantes de significado está el de isla o islote, por lo cual se sospecha que el pueblo en los “buenos y lejanos tiempos” del lago era una especie de isla.
El pueblo Santa
María está actualmente casi deshabitado. Como nos comentaron el chofer del
trufi[10] que nos llevó a la comunidad y su
esposa, Ismael Apaza y Lucy Acapa Chinches, el abandono y deterioro de Santa
María se debe a la migración ocasionada por la falta de trabajo desde hace por
lo menos veinte años. Ismael era pescador y Lucy ayudaba con la venta y
transporte del pescado pero debido a la sequía que inició alrededor del 2006
tuvieron que migrar a Argentina para trabajar de vendedores de verduras.
Recuerdan que en la mejor época del lago en la década de los 80 podían pescar
pejerreyes de hasta 60 cm de largo que eran transportados en camiones para
abastecer toda la región y varios departamentos aledaños.
Juan Rene Alves,
corregidor de Santa María, reconoce que la sequía del lago es una gran
preocupación por las implicaciones laborales. Alrededor del 65% de personas son
pescadores y el 35% restante agricultores y pastores que dependen de los ríos
para el riego y la alimentación de los animales.[11] Los productos cultivados alrededor
del lago Poopó son la cebada, cebadilla, alfalfa y papa. Respecto a las causas
de la sequía señaló que el calor aumentó en los últimos años, secando los ríos
que nutren al lago Poopó. Su opinión sobre la actuación del gobierno central es
que no ha tomado mucha atención al problema y mencionó que no se hizo nada
sobre la desviación del río.[12] Sobre las posibles soluciones Juan
Rene Alves reconoció todavía no estar muy informado porque recién iba tomar
posesión de su cargo en días próximos por lo que nos recomendó entrevistar a
don Félix, pescador de edad avanzada de Santa María.
Acompañados de
don Félix fuimos en el trufi de Ismael hasta el espejo del lago. Después de
viajar por un camino accidentado de tierra dejamos atrás el páramo y llegamos a
lo que era el espejo del lago, ahora hecho de barro grisáceo y salitre. Las
extensiones de este espacio se pierden en el horizonte.
Ya en el espejo
del lago nos detuvimos cerca de uno de los muchos botes oxidados que los
pescadores abandonaron. Estos estaban boca abajo para proteger redes de pesca
(algunas todavía con pescados), pieles de ovejas, ropa, y otros utensilios para
las jornadas de trabajo en el lago. El terreno estaba sembrado de plumas,
huesos de aves y pescados secos por el sol y el ambiente altiplánico. En ese
espacio entrevistamos a don Félix.[13]
La plaza de Santa
María hace muchos años estaba llena de comercio, llegaban camiones desde el
departamento de Oruro para recoger todo el pescado. El lago en sus lugares más
profundos tenía alrededor de trece metros de profundidad y se podían pescar
peces de hasta 60 cm. Las aves de la región son patos, parihuanas (flamencos
andinos) y paracas. A pesar de la sequía don Félix prefirió no migrar porque
ese era su lugar. Se dedicó a cuidar ganado pero sus hijos y otros jóvenes
fueron a buscar trabajo al departamento de Santa Cruz.
Ismael
complementó la entrevista comentando que los más afectados por la sequía son
los urus muratos que desde siglos atrás viven por completo del lago porque no
tienen terrenos para el cultivo o pastoreo. A diferencia de los aymaras y
quechuas que no entraban al lago en época de frío, los urus no detenían su
pesca. Incluso el año pasado (2015) cuando ya había muy poca agua ellos seguían
trabajando hasta que en septiembre u octubre llegó un ventarrón que arrastró el
lago, matando a muchos peces. Después de eso desapareció el lago. Por último,
sin estar muy de acuerdo sobre las fechas, Lucy e Ismael comentaron que por la
década de los 60 el lago se secó por completo durante veinte años y luego
regresó. Entre las anécdotas de su juventud don Félix cuenta que un día
mientras pescaba llegaron vientos huracanados que lo empujaron hasta Pazña (ver
mapa de más arriba) y que en su lucha para aguantar los vientos cayó dos veces
al agua. Pensó que esta era su muerte.
Las últimas dos
entrevistas en El Choro fueron a Juan Bautista, dirigente de la comunidad de
Challapata y a Octaciano Chambi Chinche, comunario de El Choro. Juan Bautista
enfocó su testimonio en denunciar severamente la inactividad del gobierno.[14]
Las autoridades
vienen, muestran preocupación, pero nunca se llegan a soluciones reales. La
contaminación de la minería lleva a la pérdida de animales, afectando a
agricultores y ganaderos. Se requiere difundir la información para que el
gobierno provea apoyo a los pobladores. Se deben hacer investigaciones,
monitoreo de los daños en la región y sus comunidades. Es necesario dar
prioridad a la región y no a otras que reciben apoyo pero no viven una
situación tan dramática. Se invita a los investigadores a que vengan a El
Choro, se los llevará por toda la región para que conozcan el daño. Desde hace
años se está buscando ayuda pero todo se queda en la “teoría”. El lago Uru Uru
(al norte del lago Poopó) está completamente colmatado por el sedimento de las
mineras; no es posible que gente de la tercera edad trabaje esta situación con
palas cuando existen maquinarias para llevar a cabo el dragaje del río. “Todo
son promesas”. Lo peor de la sequía son las afectaciones laborales que
por lo menos ha impactado a dos mil trabajadores que vivían del lago. Los más
afectados son los urus muratos que viven incluso de las aves silvestres ahora
ausentes. Ellos, al igual que todos los pobladores de la región, han tenido que
emigrar en busca de trabajo. Nada se ha hecho al respecto.
Imagen 1. Salinas
Neri, Hugo Ernesto (Fotógrafo). Parigûana (Fotografía). Enero de 2016. Fuente:
Pacarina del Sur
Octaciano Chambi Chinche es un hombre de edad avanzada, comunario de El Choro.[15] Desde su infancia trabajó en la plantación de quinua y en el pastoreo principalmente. Su testimonio dio cuenta de la problemática del desvío del río Desaguadero para riego, desde su origen en el lago Titicaca hasta el Poopó.
Como en la región
no hay agua potable desde los años 60 los comunarios de la región se dedican al
riego desviando el río Desaguadero. A partir del riego se ha mantenido al
ganado y se pudo plantar quinua, cebada, cebadilla y alfalfa. El río
Desaguadero ahora está seco por la colmatación de sedimento pero también por
los desvíos del río por parte de los comunarios en regiones como Saucarí, cerca
del pueblo de Toledo.
Octaciano ocupó
el cargo de corregidor, agente, patrón de la fiesta, en el registro civil y en
el padrón electoral. Sin embargo, se queja de que las autoridades jóvenes
no escuchan ahora su experiencia y solo ellos quieren tomar decisiones. El
trabajo más urgente, enfatizó, es el reencauce del río Desaguadero. Esta
demanda no es nueva, es una exigencia desde 1994 o 1995. Es necesario hacer el
reencauce desde el lago Titicaca, fuente del Desaguadero, pues desde ahí es
desviado para el riego.
Con la ayuda de
algunas embajadas se realizó el proyecto “Cuenca Poopó”[16] que tenía como objetivo el reencauce
del río Desaguadero. Sin embargo Octaciano lamenta que el proyecto está siendo
utilizado para desviar el río a otros lugares. Pregunté por la gran
sequía de la década de los 60 y me respondió que efectivamente pasó pero
que él no la presenció. Parafraseándolo, fue una sequía total, la
gente tuvo que emigrar porque no había producción. Cuando la sequía pasó vino
una inundación. Se dice que esta llega cada 50 a 100 años. Sin embargo, a
diferencia de esas sequías, hoy en día el lago está demasiado colmatado. Antes,
comenta, el lago conservaba su profundidad. ¿El lago puede regresar? “Hay que
seguir trabajando”.
Conocí a Gerardo
Loayza Chinche quien me llevó en su motocicleta hasta Puñaka Tinta María, una
de las tres comunidades urus de la región. Antes de dirigirnos ahí fuimos a su
casa para que recogiera algunas cosas. Las paredes de su vivienda estaban
llenas de afiches y calendarios del MAS-IPSP (Partido del actual gobierno
“Movimiento Al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los
Pueblos”)[17]. Hablamos un poco del gobierno y me
mostró una fotografía suya del 2005 en la que estaba sentado en la mesa de un
congreso al lado del actual presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro
García Linera y una señora en pollera. Ya en confianza empecé a hacerle
más preguntas sobre su opinión sobre el gobierno a lo que él me respondió que
ya ha renunciado a este. Comentó que en los tiempos de la fotografía los
movimientos sociales le “rogaron” a Álvaro García Linera para que sea candidato
junto a Evo, pero ahora es él quién gobierna el país “tras bambalinas”. Por
último me mostró su credencial de suscripción al partido político Sol.Bo
(Solidaridad y Libertad para Bolivia) por ser seguidor del político aymara Félix
Patzi, actual gobernador del departamento de La Paz y posible candidato a la
presidencia el 2019.
Puñaka Tinta
María es una de las tres comunidades de urus muratos de la región, las otras
dos son Llapallapani y Vilañeque. Está ubicada en las faldas de una
cordillera cercana al espejo del lago. Es una comunidad bastante pequeña,
rodeada de cultivos y compuesta de casas circulares hechas de adobe y techos de
paja. Algunas de las casas están hechas de cemento y techo de tejas pero
mantienen la forma circular. Estas últimas fueron una entrega del gobierno como
parte del programa social “Vivienda social y solidaria nacional” destinada a
sectores y pueblos marginados.[18] Algo que llama la atención a medida
que uno se adentra en la comunidad es ver a las personas, desde ancianas hasta
hombres jóvenes, trabajando en canteras de barro.
Imagen 2. Salinas
Neri, Hugo Ernesto (Fotógrafo). Pesca en el Poopó (Fotografía). Enero de 2016. Fuente:
Pacarina del Sur
Al llegar
buscamos una entrevista con don Daniel Moricio Choque, anciano de la comunidad.
En su tienda de artesanías nos mostró pequeñas casas circulares hechas de
totora (planta acuática característica de los lagos del altiplano andino). Nos
dijo que de niño vivió con su familia de ocho integrantes en casas como esas a
las orillas del lago. Cazaban aves, recolectaban sus huevos, pescaban y sus
viviendas dependían de la vegetación del lugar. Daniel nació en 1929,
poco antes de que los aymaras de la región obligaran a los urus a
abandonar su lengua el puquina por ser según ellos “fea” y demandarles aprender
el quechua o aymara para que pudieran integrarse a la región. Ahora entre los
urus del lago el puquina es solo una colección de palabras dispersas.
Don Daniel no
tardó en reclamar que los urus no tengan tierras para cultivar porque siempre
se han mantenido exclusivamente del lago. Por ese motivo ahora con la sequía
son los más afectados. Parafraseándolo, “nuestros padres no lucharon por tierra
y este es el resultado”. Los cultivos que rodean a Puñaka Tinta María
pertenecen a los aymaras de las comunidades aledañas.
Cerca de la casa
de don Daniel estaban dos jóvenes arreglando una motocicleta. Uno de ellos
accedió a una entrevista. Erasmo Suna Flores, comunario de Puñaka Tinta María
nació en la comunidad en 1989 pero realizó sus estudios escolares en Machaka
Marka.[19]Regresó a su comunidad en 1998 para
dedicarse a la pesca pero hace aproximadamente dos años tuvo que migrar a
Argentina porque esta actividad era insostenible. En el país vecino trabajó de
costurero pero las condiciones de discriminación, la falta de libertad y la
nostalgia de su familia lo incitaron a regresar. Ahora trabaja haciendo adobes
juntos a su familia en pequeñas canteras de barro.
Después de Puñaka
Tinta María nos dirigimos a la comunidad de Llapallapani al sudeste del lago
Poopó. Llapallapani es una comunidad uru que tiene algunas lagunas artificiales
para la cría de pescados así como algunos terrenos cultivables por lo que es
evidente que están en una mejor situación respecto a Puñaka Tinta María. Así
mismo es clara la diferencia entre Llapallapani -por lo menos en términos de
infraestructura y posesión de terrenos- y su vecino Huari, pueblo
mayoritariamente aymara que alberga una de las principales fábricas de
cerveza del país.
Llapallapani
cumple algunas características que ya habíamos observado en Santa María y
Puñaka Tinta María, como por ejemplo estar parcialmente abandonada. Sin
embargo los comunarios están intentando extender sus cultivos al espejo de lo
que era lago, lo cual todavía no logran por lo salitrosa que es la tierra.
Conocimos a
Cosme, adulto joven, padre de familia y ex pescador. Nos comentó que por
la falta de una fuente de ingreso los urus han buscado trabajar de jornaleros
en la provincia y otros departamentos.[20] Es por ello que ahora quieren tierra
para el cultivo pero lamentablemente no existe apoyo para tal fin. Sobre cómo
era la pesca, Cosme nos comentó que llevaban su anafe lago adentro para
cocinar pescados o aves así “como vivimos en el hogar”. Dependiendo de los
resultados de la pesca por lo general se quedaban una semana o dos lago
adentro, saliendo a la orilla un día -para que sus esposas se llevan el
pescado- y al día siguiente no. Se llevaban agua en bidones y hojas de
coca para pescar en la noche y dormir de día.
Sobre las sequías
Cosme recuerdo que hubo una en 1993 cuando el lago estaba lleno. El lago
regresó el 2000. La nueva época del lago duró cinco años y después empezó a
decaer gradualmente por la falta de lluvias. Mencionó el ventarrón que secó por
completo el lago el 2014 y que las autoridades no respondieron. Fueron a exigir
la declaración de desastre natural pero en ese momento no se hizo nada. Solo
por el seguimiento de la prensa a fines del 2015 se emitió la Ley de
Declaratoria de Desastre.[21] Para Cosme las causas de la sequía
son la falta de lluvias, el desvío del río Desaguadero (Choro, Saucarí, Toledo)
por parte de los regantes y por el desvío del río Mauri a la altura del
Perú. Sobre los aymaras nos dijo que están en su derecho de regar
pero también deben dejar agua para el lago. También aseveró que los aymaras del
El Choro y Saucarí discriminan a los urus dentro del lago, actuando como si
fueran dueños de este, por lo que parte de la lucha de los urus es que los
aymaras no entren al lago porque ellos tienen terrenos y ganado.
Cosme ve difícil
que el lago pueda recuperarse por la contaminación, sobre todo la proveniente
de la mina de Huanuni que mediante el río de Machacamarca desemboca en el río
Desaguadero. Una solución que ha buscado la gobernación a la sequía es
hacer más profundo el río Desaguadero para que llegue agua de forma más directa
al lago, sin embargo un proyecto de esas magnitudes va a tardar mucho. Las
nuevas generaciones de urus –comenta Cosme- están pensando en cómo afrontar el
problema viendo aquí en adelante sin depender demasiado del lago; se
considera el uso de lagunas artificiales para cada familia sin embargo el apoyo
de la gobernación solo ha alcanzado a cinco lagunas para toda la comunidad. Asimismo
los urus se apoyan en algunas organizaciones no gubernamentales para llevar a
cabo algunos proyectos como por ejemplo el turismo y la venta de artesanías.
Los urus
marcharon el 2013 en La Paz en demanda de tierra y territorio en el lago Poopó.
Denunciaron que por “usos y costumbres” se suele relacionar a los urus
exclusivamente con la vida del lago, pero como pueblo tienen derecho a usar el
terreno para sembrar y no solo los aymaras. Lamentablemente no fueron
escuchados. Hoy en día siguen en esa lucha mediante un proyecto de ley para
recuperar los terrenos cerca del lago.
Por último afirmó
que para los urus no hubo proceso de cambio con el nuevo
gobierno, que quizás en otras partes sí, pero en sus comunidades no sienten que
algo haya cambiado. Incluso afirma que algunas autoridades se han acercado para
demandarles su voto a cambio de recibir proyectos. Cosme pide que los apoyos
destinados a otras regiones (como canchas de fútbol, casas, etc.) lleguen
también a los urus.
Imagen 3. Salinas Neri, Hugo
Ernesto (Fotógrafo). Urus de Puñaka Tinta María (Fotografía). Enero de 2016. Fuente:
Pacarina del Sur
En este punto valdría le pena detenerse en el conflicto entre urus y aymaras. Si bien ambos grupos son vulnerables a las inclemencias de la sequía y la contaminación minera, las diferencias entre ambos grupos modifican la magnitud del daño que sufre cada uno. Por un lado los aymaras en tanto agricultores, poseedores de ganado y pescadores se ven afectados por la sequía por lo que optan por mantener dentro de lo posible el trabajo agrícola, trabajar por jornadas en diferentes ramas laborales (minería, albañilería, transporte, entre otros) en los centros mineros cercanos o recurrir a la migración. Por otro lado los urus, con nada o muy poca tierra cultivable, se ven obligados a la migración, jornadas laborales en los centros mineros cercanos y hacer adobes. Esta diferencia que deja a los aymaras en una situación preocupante pero a los urus en una bastante vulnerable, aumenta el conflicto en torno a la posesión de la tierra. Así mientras los aymaras buscan elevar sus condiciones de vida actuales los urus buscan mínimamente tener el nivel de vida que “gozan” hoy los aymaras. Mientras que los aymaras tienen una visión amplia del problema y retoman a los urus dentro de sus reclamos, los urus parecen enfocar más sus esfuerzos en señalar sus problemas con los aymaras por quienes se sienten más inmediatamente atropellados y discriminados. Gerardo Loayza -hijo de padre aymara y madre uru-, quien es muy sensible a la situación de los urus, ha intentado reunir a ambos grupos para trabajar juntos, sin embargo entiende la molestia de los urus que no solo tienen que vivir rodeados por cultivos ajenos, sino que son discriminados desde hace décadas por los aymaras quienes los consideran un pueblo “flojo” e incluso salvaje. Por el otro lado -como hemos visto- los aymaras alegan por el bienestar de los urus y afirman haber cedido terrenos a los urus en ocasiones anteriores pero que estos se dedican solamente a buscar dádivas del gobierno y no a trabajar.
Si bien el
problema entre ambas naciones se vio agudizado por la sequía, en realidad
el conflicto es bastante añejo. Investigaciones sobre el tema muestran como el
conflicto entre aymaras y urus ha sido resultado de un proceso histórico
largo. La etnohistoria en Oruro muestra que los urus estaban dispersos por todo
el territorio del departamento, constituyendo un pueblo tanto terrestre como
lacustre. Sin embargo, el avance de otros pueblos agro-pastoriles y o el Estado
nación los confinó a la zona lacustre.[22] A la llegada de los españoles los
urus ya constituían un pueblo subalterno frente al Estado Inca. Las nociones de
estos últimos sobre los urus fueron heredados por los españoles quienes los
describieron como sucios, toscos, flojos y sin gobierno.
Polo de Ondegardo
(1657), en su visita a Paria, identificó la industria lanera mantenida por
fuerza laboral uru. La industria lanera representaba la base de tributación
uru, ya que ellos no podían realizar otras tareas por considerárseles
inferiores. Polo percibió que la diferencia de tributación entre urus y aymaras
se debía a sus diferencias culturales. Los urus, pese a que constituían la
mayor parte de población, sólo pagaban 2000 pesos, en tanto soras y kasayas
(aymaras) pagaban 9000. (Zdenka de la Barra Zaavedra, Lara Barrientos,
Coca Cruz, 2011: 35)
Con la
independencia de Bolivia en 1825 los urus ocuparon el lugar de los olvidados
dentro de la estructura nacional. El nacimiento de la República mantuvo en gran
medida las estructuras coloniales pero inauguró nuevas relaciones entre el
Estado moderno y los diferentes pueblos indios. Si en el periodo anterior los
urus fueron confinados a la zona lacustre, en la República es que se forjó su
relación exclusiva con el lago. En cambio los pueblos agropastores,
discriminados y explotados por el criollo, tuvieron ciertos privilegios frente
a otros pueblos indios por ser la principal fuente de ingresos del Estado: el
tributo agrario. De este modo para el Estado republicano del siglo XIX solo
contaban los “indios tributarios y propietarios de tierras; los desposeídos de
este recurso simplemente no existían”.[23]
Este
reconocimiento diferencial del Estado es expresado por el hecho de que la
apropiación por parte de los aymaras sobre las tierras de la región del lago
Poopó se dio con el amparo legal.
Imagen 4. Salinas
Neri, Hugo Ernesto (Fotógrafo). Cosme y su familia. Urus de Llapallapani
(Fotografía). Enero de 2016. Fuente: Pacarina del Sur
Junto a la desposesión de los medios de producción estuvo la discriminación étnica que sufrieron los urus. Aparte de las etiquetas negativas que vimos más arriba con las que se presentan a los urus, está el ejemplo de la palabra “murato”. Por un lado se afirma que los llaman urus muratos porque fue el apellidos de Miguel García Morato, “(...) quien en el siglo XVII otorgó títulos de propiedad del lago a los urus”[24]; sin embargo por otro lado la palabra estaría relacionada al color de piel de lo urus que es más oscura que la de los aymaras. “Murato” derivaría de morado.[25]
Ambos medios de
explotación, desposesión y discriminación, dieron como resultado la
“naturalización” de los urus del Poopó como pueblo que vive exclusivamente del
lago por lo que por “usos y costumbres” -parafraseando a Cosme- estarían
impedidos de acceder a otros medios de subsistencias y por lo tanto de afrontar
la sequía actual.
Como conclusión
podemos hacer una periodización de las sequías del lago Poopó basada en
testimonios orales. Primero se tiene una gran sequía de la de cada de los 60
que duró aproximadamente veinte años, sin embargo de esta los entrevistados
solo escucharon hablar y no parecían muy seguros de ella; después un periodo en
la década de los 80 en la cual el lago estuvo completamente lleno, auge en la
pesca, etc. (todos los testimonios coincidieron sobre este período); una nueva
sequía en los 90 - de la cual doy testimonio de ver imágenes exactamente igual
de perturbadoras que las de la sequía actual en un pequeño folleto del 1993,
elaborado por un investigador de Oruro, que me mostró don Daniel Moricio en
Puñaka Tinta María; luego un pequeño auge del lago a inicios del 2000 -cuando
Erasmo aprende a pescar- y finalmente una decaída gradual que inició por el 2006
y llega hasta el día de hoy; que si bien ya el 2014 se llamó la atención -como
cuenta Cosme- sobre la necesidad de declarar catástrofe ambiental, fue hasta
diciembre del 2015 que la noticia estalló en la prensa. Por lo tanto, en
efecto, el lago tiene ciclos de sequías dependiendo de la cantidad de lluvia.
Es probable que vuelva a llenarse pero cuánto tardará es algo que simplemente
no se puede responder a ciencia cierta. Lo que sí se puede afirmar es que
ciertos factores humanos han coadyuvado a la situación del lago o por lo menos
a la condición dramática de los pobladores de la región; las desviaciones del
río Desaguadero por parte de regantes, la colmatación del río y el espejo del
lago por sedimento minero producto de la ausencia de diques de colas[26], la sobre explotación de mineral por
parte de las cooperativas mineras, el probable desvío de algunos ríos que
alimentaban al río Desaguadero como el Mauri, corrupción que desvía
recursos provenientes de la ayuda internacional como el proyecto “Cuenca Poopó”
y por supuesto la continuidad de poca o nula atención del Estado al problema.
En términos bastante generales, retomando los testimonios de los habitantes de
la región del lago Poopó, a estos problemas en lo inmediato es necesario
responder con el tan solicitado dragaje del río Desaguadero y el espejo del
lago; auditorías sobre el uso de recursos fiscales y de organismos internacionales
destinados a mitigar los efectos de la sequías del lago; supervisión rigurosa
de la existencia y construcción de diques de colas en la minas bajo control
estatal (Corporación Minera de Bolivia - COMIBOL), empresas privadas y
cooperativas; y programas sociales que apuesten a la producción local para
apoyar a los habitantes del lago a hacer frente a las calamidades ambientales y
al histórico abandono del Estado boliviano.
Sobre el
conflicto que desencadenó la última sequía del lago, tanto hacia fuera como hacia
adentro, podemos distinguir diferentes niveles. Uno amplio, nacional, en el
cual grupos opositores al gobierno -de izquierda y derecha- utilizaron el
argumento de la sequía para atacar al gobierno como único responsable de la
catástrofe ambiental, a lo que el gobierno respondió mostrando una
preocupación parcial, aminorando el acontecimiento. Otro a nivel regional en el
cual los pobladores de la región, tanto urus como aymaras, coinciden en que no
se están haciendo los suficientes esfuerzos para aminorar las consecuencias de
la sequía por lo que buscan difusión de la presa o cualquier medio disponible
para destacar la inactividad de las autoridades del departamento de Oruro, el
Ejecutivo y la corrupción sobre los programas internacionales como el proyecto
“Cuenca Poopó”. Este “enfrentamiento” entre la región y lo que podríamos llamar
la estructura estatal está provocando el vuelco de sus habitantes a otros
partidos políticos, cuando Oruro era uno de los bastiones del MAS. Por último,
un conflicto a nivel interétnico en el cual las relaciones desiguales entre
urus y aymaras trastoca las posibilidades de su cooperación a nivel regional y
muestra de un modo claro que la prioridad de los urus -el eslabón más débil en
esta cadena de explotación y discriminación- es continuar con un proceso
liberación frente a los aymaras.
También es
posible trazar diferentes temporalidades al conflicto del lago Poopó. Uno de
corta duración que apenas tiene poco más de un año desde diciembre del 2015,
cuando se hizo masiva la información sobre la desaparición del lago, y una de
larga duración que son las estructuras coloniales que organizan la región.
Estas últimas dificultan en gran medida la superación de los problemas
sociales; más allá del lago, de si regresa o no, son estas estructuras las que
no solo están impidiendo que se teja en la región una relación más armoniosa y
justa entre los grupos que la habitan, sino la cooperación en la lucha política
por un objetivo común. Parafraseando a Max Gluckman (1968), “la oposición desigual
entre los dos grupos (a la sequía) determina el modo de su cooperación.”[27] En el escenario sociológico de
la sequía del lago, las estructuras coloniales y de clase están impidiendo que
ambas naciones respondan a los problemas de corto y mediano alcance dentro de
lo que podría ser una larga sequía del Lago Poopó.[28]
Notas:
[1] Nací en Cochabamba, Bolivia, en
1992. Cursé mis estudios colegiales en el Instituto de Educación Integral y
Formación Artística Eduardo Laredo y salí bachiller el 2011. Los estudios
universitarios los cursé en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en
la Ciudad de México del 2012 al 2016, en la licenciatura de Antropología
Social. Actualmente elaboro mi tesis de antropología social en torno a un
análisis de las autonomías indígenas como manifestación del derecho a la libre
determinación en el Estado Plurinacional de Bolivia. Correo: ahuancars@gmail.com
[2] “El lago Poopó se secó”. El
Diario [Oruro] 16/12/2015. Online disponible en: http://www.eldiario.net/noticias/2015/2015_12/nt151216/nacional.php?n=34&-el-poopo-se-seco
[3] “Evo Morales asegura que
sequía en el Poopó es cíclica”. La Patria [Oruro]
21/12/2015. Online disponible en: http://lapatriaenlinea.com/?nota=242721
[4] Este trabajo fue elaborado para el
curso “Escuela de Manchester” impartido por el Dr. Leif Korsbaek en la
licenciatura de antropología social de la Escuela Nacional de Antropología e
Historia. El trabajo de campo fue realizado en el mes de enero del 2016 por el
colectivo Chimba Producciones. El grupo estuvo integrado
por Hugo Salinas Neri y Horacio Jiménez como cineastas y mi persona
como antropólogo.
[5] “Artículo 3. La nación boliviana
está conformada por la totalidad de bolivianas y los bolivianos, las naciones y
pueblo indígena originario campesinos, y las comunidades interculturales y
afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano.
Artículo 5. Son
idiomas oficiales del Estado el castellano y todos los idiomas de las naciones
y pueblos indígenas originario campesinos, que son el aymara, araona, baure,
bésiro, canichana, cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese ejja, guaraní,
guarasu'we, guarayu, itonama, leco, machajuyai-kallawalla, machineri, maropa,
mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, moré, mosetén, movima, pacawara, puquina,
quechua, sirionó, tacana, tapiete, toromona, uru-chipaya, weenhayek, yaminawa,
yuki, yuracaré y zamuco.” Constitución Política del Estado,
aprobada en el referéndum de 25 de enero de 2009 y Promulgada el 7 de febrero
de 2009. U.P.S. La Paz.
[6] Berghe, Pierre L. Van den,
“Plural Society”, Honigman, John J. (ed.), Handbook of social and cultural
anthropology, Chicago, Rand McNally, 1973, p. 961. Citado por Leif Korsbaek y Florencia Mercado
Vivanco. “La sociedad plural y el pluralismo jurídico, un acercamiento desde la
antropología del derecho” en José Emilio Rolando Ordóñez Cifuentes
(coord.) Pluralismo jurídico y pueblos indígenas XIII Jornadas
Lascasianas Internacionales, UNAM, 2005.
[7] Imagen retomada de la página
web Centro Digital de Recursos Naturales de Bolivia. Disponible
en: http://cdrnbolivia.org/mapas_es.htm Los señalamientos en rojo son míos.
[8] Lamentablemente muchos del material
audiovisual se encuentra en manos de mis colegas por lo que por ahora no puedo
recurrir a ellos. Presento de esta ocasión lo que tengo anotado en la libreta.
[9] Imagen retomada de la página web
Mongabay. Disponible en: https://es.mongabay.com/2016/02/en-bolivia-el-segundo-lago-mas-grande-se-desvanece-debido-a-la-desertificacion-y-la-contaminacion/ Los señalamientos en rojo son míos.
[11] Entrevista a Juan Rene Alves,
corregidor de Santa María, realizada por Andrés Huanca Rodrigues, Santa María,
Oruro, enero del 2016. Tema: La estructura política de Santa María y la
sequía del lago Poopo.
[12] Juan Rene Alves no me especificó a
que río se refería y no pregunté al respecto. Podría haberse referido al río
Mauri del que habló Max Calizaya así como a las múltiples desviaciones que se
han hecho al río Desaguadero desde la altura del lago Titicaca hasta el mismo
Poopó por parte de los agricultores.
[13] Entrevista a don Félix, pescador de
Santa María, realizada por Hugo Salinas Neri, Horacio Jiménez y Andrés Huanca
Rodrigues, Santa María, Oruro, enero del 2016. Tema: La pesca en el
lago Poopó
[14] Entrevista a Juan Bautista,
dirigente de Challapata, realizada por Andrés Huanca Rodrigues, El Choro,
Oruro, enero del 2016. Tema: La sequía del lago Poopó y la indiferencia
del gobierno.
[15] Entrevista a Octaciano Chambi
Chinche, comunario de El Choro, realizada por Andrés Huanca Rodrigues, El
Choro, Oruro, enero del 2016. Tema: Pasajes biográficos y el río
Desaguadero.
[16] “El Gobernador Santos Tito Véliz
entregó cheques para el financiamiento de seis proyectos en el marco del
programa de Gestión Sostenible de los Recursos Naturales de la Cuenca del Lago
Poopó, a proyectos y acciones con fondos de subvención, que se ejecutaran en
los municipios de Poopó, Pazña, Huanuni, Antequera, Machacamarca, Challapata,
El Chorro, Soracachi y el municipio de Oruro, cuya inversión total alcanza
3.639.915.88 Bs”. Gobierno Autónomo Departamental de Oruro. Programa de
la Cuenca del lago Poopó de la Gobernación entregó recursos para seis
proyectos (2). Disponible en: http://www.oruro.gob.bo/index.php/14-proyectos/125-programa-cuenca-del-lago-poopo-de-la-gobernacion-entrego-recursos-para-seis-proyectos-2
[18] Cfr. 667 familias se benefician en Oruro con
viviendas sociales. Disponible en: http://casasbolivia.blogspot.mx/2013/11/667-familias-se-benefician-en-oruro-con.html y “Programa de vivienda social
invirtió Bs. 101 millones en Oruro”. La Patria [Oruro]
30/11/2013. Online disponible en: http://www.lapatriaenlinea.com/index.php/function.session-start%3Ft=tipnis-marchaindigena-decide-llegar-a-yucumo-y-se-teme-enfrentamientos¬a=82921?t=programa-de-vivienda-social-invirtio-bs-101-millones-en-oruro¬a=165273
[19] Entrevista a Erasmo Suna Flores,
Ilakota (autoridad uru segundo al mando) de Puñaka Tinta María, realizada por
Andrés Huanca Rodrigues, Puñaka Tinta María, Oruro, enero del 2016. Tema: Migración
a la Argentina y periodos de la sequía.
[20] Entrevista a Cosme Choque, pescador
de Llapallapani, realizada por Hugo Salinas Neri, Horacio Jiménez y
Andrés Huanca Rodrigues, Llapallapani, Oruro, enero del 2016. Tema: La
pesca en el lago y la situación de los urus.
[21] “Promulgan ley que declara desastre
en el lago Poopó” En: Erbol digital, [Oruro] 18/12/2015.
Online disponible en: http://www.erbol.com.bo/noticia/social/18122015/promulgan_ley_que_declara_desastre_en_el_lago_poopo
[22] Zdenka de la Barra Zaavedra, Sigrid;
Lara Barrientos, Guillermo Marcelo; Coca Cruz, Rene Óscar, (2011). Exclusión
y subalternidad de los urus del lago Poopó. Discriminación en la relación
mayorías y minorías étnicas. La Paz, PIEB.
[26] Se espera que en febrero del 2017 se
concluya la construcción del dique de colas del distrito minero Huanuni.
Rocabado Paniagua, Sergio. “Construcción del dique de colas de Huanuni
culminará en febrero de 2017” En: Radio Pio XII [Oruro]
10/05/2016. Online disponible en: http://www.radiopio12.com.bo/index.php/en-la-mira/1237-construcci%C3%B3n-del-dique-de-colas-de-huanuni-culminar%C3%A1-en-febrero-de-2017
[27] Gluckman, Max (1968). Análisis de
una situación social en el páis Zulú moderno, Manchester, Manchester
University Press, (segunda edición, primera impresión 1958). pp. 21. Traducción
de Leif Korsbaek, Karla Vivar Quiroz & María Fernanda Baroco Gálvez; la
traducción ha sido revisada por Marcela Barrios Luna.
[28] La llegada de lluvias en enero del
2017 trajo cierta esperanza de que el lago se recupere, sin embargo a inicios
de febrero el mismo presidente Evo Morales reconoció que el lago volvía a
secarse. Cfr. “El desaparecido lago boliviano Poopó vuelve a
tener agua (FOTOS)”, RT Noticia 12/01/2017. Online disponible
en: https://actualidad.rt.com/actualidad/228297-desaparecido-lago-boliviano-poopo-volver-agua, “Evo alerta que el lago Poopó vuelve a
secarse”. Los Tiempos [Cochabamba] 12/02/2017. Online
disponible en: http://www.lostiempos.com/actualidad/nacional/20170212/evo-alerta-que-lago-poopo-vuelve-secarse
Cómo citar
este artículo:
HUANCA
RODRIGUES, Andrés, (2017) “La sequía del lago Poopó y su conflicto”, Pacarina
del Sur [En línea], año 8, núm. 31, abril-junio, 2017. ISSN: 2007-2309.Fuente:
Pacarina del Sur - http://www.pacarinadelsur.com/home/oleajes/1475-la-sequia-del-lago-poopo-y-su-conflicto#_ednref1
- Prohibida su reproducción sin citar el origen.
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Fotografía: Pescador en el Poopó/REUTERS
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