JULIA GONZÁLEZ CALDERÓN
—¿Me querrás
siempre?
—Siempre, Aura, te amaré para siempre.
—¿ Siempre? ¿Me lo juras?
—Te lo juro.
—¿Aunque envejezca? ¿Aunque pierda mi belleza? ¿Aunque tenga el pelo blanco?
—Siempre, mi amor, siempre.
—¿Aunque muera, Felipe? ¿Me amarás siempre, aunque muera?
—Siempre, siempre.
Carlos
Fuentes, Aura
Ya nos lo decían
los budistas: todo es temporal, todo se acaba. Todo. Se acaba la guardería, la
escuela, el instituto, la universidad, tu primer trabajo... Se acaban y la
vida, que no tiene compasión ninguna, te empuja. Todo se acaba. Tu dinero, la
vida de tus padres. Tu mucha o poca belleza, tu juventud, tu memoria, tu
dentadura, tu matrimonio. Tu vista, tus amistades, tus rencores, tus deudas, tu
casa y tu ropa. Son temporales tus vacaciones, tus horas de sueño, las palabras
de amor. Es temporal el dolor. También la soledad. Y la felicidad, claro, es
temporal. Como todo. Se acabarán las horas de risa, cada borrachera llegará a
su fin, el cigarrillo se consumirá. La canción tiene que terminar. Se acabarán
el papel higiénico y los cereales igual que se agotarán tus lágrimas y tu deseo
sexual. Cumplirá sus días el calendario del presente año, y dirás adiós a la
adolescencia, los felices veinte, la treintena, la madurez y hasta a la misma
vida. Y nada puedes hacer para remediarlo.
Hoy, amigos,
vengo con estas reflexiones fatídicas a causa de que, acabando enero, he
concluido las sobras de la cena de Acción de Gracias, que celebré en casa a
finales de noviembre del pasado año. No hay nada que hacer: se han acabado, y
no hay vuelta atrás. Qué he de cenar las noches que quedan hasta el próximo
Thanksgiving, eso... ¡solo Dios lo sabe!
Y tú, ¿qué es lo
que más temes que acabe?
Foto: veis a los
actores Sarah Paulson y Mark Duplass, protagonistas de la agridulce Blue
Jay (Alex Lehmann, 2016), cuyo guión va firmado por el mismo Duplass,
quien nos ha sorprendido escribiendo tan bien después de hacernos reír tanto
con su personaje de doula new age en la serie cómica The Mindy Project.
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De NINGÚN LUGAR SAGRADO (blog del autor), 25/07/2018
Una cruel verdad, pero cierta; así como este comentario que será, también temporal.
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