Wednesday, February 2, 2022

La lectura nos salva


MARÍA CRISTINA BOTELHO

 

Últimamente voy leyendo como nunca. Gracias a la gentileza de algunos escritores bolivianos.

He recibido para leer de manera virtual, "Las palabras" de Rodrigo Hasbún, son ensayos muy valiosos, minucioso trabajo de investigación, producto de sus lecturas y sus experiencias en una época globalizada. En esos momentos, estos textos me llevaron a reflexionar sobre temas muy profundos y humanos. Es un autor joven que sabe hacia dónde quiere dirigir su escritura. Pedí por Amazon una novela del mismo autor, encontré "Los afectos", se trata de una familia alemana que llega a Bolivia a probar suerte, va en busca de sueños y en el camino se cruzan pesadillas, amores y desencuentros. El manejo del lenguaje es fluido, el relato es interesante, nunca cae en el tedio. Una mujer es la narradora principal. Había leído muy poco de él. Ahora entiendo el rumor que había escuchado de él. Muy joven aún, con un futuro brillante. Mañana me llega otra novela del mismo autor y el libro de Magela Baudoin "La composición de la sal", lo leí el 2018 en casa de Sisinia Anze, en una sola noche me lo devoré, en su momento lo analicé y me prometí comentarlo, dejé el libro en Bolivia. Este libro merece otras lecturas. Por eso lo voy a releer para comentarlo.

He leído con inmenso placer a Sebastián Antezana, la novela "La muerte según", la encontré en Amazon. Es un libro que mantiene al lector en permanente tensión. Es una escritura intensa. De misterio. Detectivesca. Y psicológica. El personaje lucha contra sus fantasmas e incertidumbre. El final sorprendente obliga al lector a imaginar muchas posibilidades.

Hace un tiempo leí a Gio Rivero y desde esas lecturas he quedado prendada de su estilo ya consolidado, personajes ignorados, deshabitados, seres diferentes. Un lenguaje claro, sin rodeos dice lo que se debe nombrar con la palabra precisa. Mi hija la está leyendo y opina igual que yo, Gio es única. Los finales son abiertos en la mayoría de sus cuentos, me refiero a "Para comerte mejor". No leí todavía la obra maestra "Tierra fresca para su tumba", ya lo haré pronto.

También estoy leyendo a Guillermo Ruiz Plaza, "Los claveles de Tolstói", es una joya. Un hermoso tema escrito con imágenes magistrales, la poesía se muestra en gran parte del libro. Cuando termine lo comento. Me hubiera encantado presentarlo en el Seminario, él vive en Francia.

Doy referencias, busquen estos libros.

A Claudio Ferrufino Cocqueignot lo leo todos los días, su escritura es imprescindible. Tan cerca de los autores rusos y del erotismo de Henry Miller. Su erudición es extrema. Se aprende y la admiración sobre sus letras crece constantemente. Es una obra inmensa.

Recibí también la breve y hermosa poesía de Ricardo Ballón.

Lean autores bolivianos.

Me refiero a mis últimas lecturas.

Simultáneamente leo a Joyce, Bolaño. Y en mi cabecera el gran Borges.

Autores en Bolivia, hay muchos muy buenos. Y no exagero. Gaby Vallejo, Daniel Averanga Montiel, Rodrigo Urquiola Flores, Verónica Ormaechea, Wilmer Urrelo, Blanca Elena Paz, Teresa Rodríguez Roca, por nombrar solamente algunos.

Entre lecturas, cocina, nieve y la futura gran tormenta que se iniciará en media hora, y a partir de las 2:00Pm. de mañana nevará hasta el jueves inclusive.

Los supermercados están totalmente desabastecidos, como en una guerra contra la naturaleza y la pandemia.

La literatura nos salva. El mejor refugio es un buen libro.

2/1/2022 

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Imagen: Giorgio de Chirico

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