MARÍA CRISTINA BOTELHO
Últimamente
voy leyendo como nunca. Gracias a la gentileza de algunos escritores
bolivianos.
He recibido
para leer de manera virtual, "Las palabras" de Rodrigo Hasbún, son
ensayos muy valiosos, minucioso trabajo de investigación, producto de sus
lecturas y sus experiencias en una época globalizada. En esos momentos, estos
textos me llevaron a reflexionar sobre temas muy profundos y humanos. Es un
autor joven que sabe hacia dónde quiere dirigir su escritura. Pedí por Amazon
una novela del mismo autor, encontré "Los afectos", se trata de una
familia alemana que llega a Bolivia a probar suerte, va en busca de sueños y en
el camino se cruzan pesadillas, amores y desencuentros. El manejo del lenguaje
es fluido, el relato es interesante, nunca cae en el tedio. Una mujer es la
narradora principal. Había leído muy poco de él. Ahora entiendo el rumor que
había escuchado de él. Muy joven aún, con un futuro brillante. Mañana me llega
otra novela del mismo autor y el libro de Magela Baudoin "La composición
de la sal", lo leí el 2018 en casa de Sisinia Anze, en una sola noche me
lo devoré, en su momento lo analicé y me prometí comentarlo, dejé el libro en
Bolivia. Este libro merece otras lecturas. Por eso lo voy a releer para
comentarlo.
He leído
con inmenso placer a Sebastián Antezana, la novela "La muerte según",
la encontré en Amazon. Es un libro que mantiene al lector en permanente
tensión. Es una escritura intensa. De misterio. Detectivesca. Y psicológica. El
personaje lucha contra sus fantasmas e incertidumbre. El final sorprendente
obliga al lector a imaginar muchas posibilidades.
Hace un
tiempo leí a Gio Rivero y desde esas lecturas he quedado prendada de su estilo
ya consolidado, personajes ignorados, deshabitados, seres diferentes. Un
lenguaje claro, sin rodeos dice lo que se debe nombrar con la palabra precisa.
Mi hija la está leyendo y opina igual que yo, Gio es única. Los finales son
abiertos en la mayoría de sus cuentos, me refiero a "Para comerte
mejor". No leí todavía la obra maestra "Tierra fresca para su
tumba", ya lo haré pronto.
También
estoy leyendo a Guillermo Ruiz Plaza, "Los claveles de Tolstói", es
una joya. Un hermoso tema escrito con imágenes magistrales, la poesía se
muestra en gran parte del libro. Cuando termine lo comento. Me hubiera
encantado presentarlo en el Seminario, él vive en Francia.
Doy
referencias, busquen estos libros.
A Claudio
Ferrufino Cocqueignot lo leo todos los días, su escritura es imprescindible.
Tan cerca de los autores rusos y del erotismo de Henry Miller. Su erudición es
extrema. Se aprende y la admiración sobre sus letras crece constantemente. Es
una obra inmensa.
Recibí
también la breve y hermosa poesía de Ricardo Ballón.
Lean
autores bolivianos.
Me refiero
a mis últimas lecturas.
Simultáneamente
leo a Joyce, Bolaño. Y en mi cabecera el gran Borges.
Autores en
Bolivia, hay muchos muy buenos. Y no exagero. Gaby Vallejo, Daniel Averanga
Montiel, Rodrigo Urquiola Flores, Verónica Ormaechea, Wilmer Urrelo, Blanca
Elena Paz, Teresa Rodríguez Roca, por nombrar solamente algunos.
Entre
lecturas, cocina, nieve y la futura gran tormenta que se iniciará en media
hora, y a partir de las 2:00Pm. de mañana nevará hasta el jueves inclusive.
Los
supermercados están totalmente desabastecidos, como en una guerra contra la
naturaleza y la pandemia.
La
literatura nos salva. El mejor refugio es un buen libro.
2/1/2022
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Imagen: Giorgio de Chirico
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