MAURIZIO BAGATIN
Porque el Poeta
es el farol adentro de una ciudad, de una urbe, de una villa, como un Diógenes
incansable, es el artista que rechaza los
aspectos modernos - como sostuvo Andy Warhol, como lo prevé Marc Augé - un étranger con la lupa escrutando todos
los ángulos de toda perspectiva, un artista que reconoce la Ciudad eterna en un paseo que parece
pasoliniano, como Napoleón «Desde lo alto
de estas pirámides…». Pathos que narra los siglos de historia
de la Urbs Aeterna, la puerta de
África, la ciudad de la cual sus amantes, sus habitantes - propio los romanos - no pueden desprenderse, nunca, afuera de ella
serían muertos, Roma es la única cosa que cuenta: amor a Roma, aeternum.
Los sonetos son
el capricho del poeta, son el quedarse todas las novecientos noventa y nueve noches
esperando la amada y, para no deshacerse del encanto, retirarse la noche antes
de la mil… ni un Séneca filosofando, un Pescarella épico o un Trilussa sátiro,
y tampoco un Belli popular, Julián Isaías es el amante nocturno, es el
pasionario diurno, luz de la historia inmortal de la Urbs Aeterna, como Gregorovius es otro ciudadano honorario de Roma.
De la traducción y de la traductora: …implica
un cierto cegamiento, decía Gadamer de la traducción, y que mejor sueño,
que mejor poesía, como un Homero y un Borges enceguecidos, Marcela, tu
traducción (que no es traición, como quería
el Belli) para quedarse, inmortales
aeternum en el sueño, en la poesía.
Cochabamba (Bolivia), 10 de junio de 2018
No comments:
Post a Comment