Oriana Fallaci fue una de las más destacadas reporteras del siglo XX. Su carisma y su fuerte personalidad fue constante hasta su muerte. El presente libro nos narra sus inicios como reportera. Manu Leguineche dijo de ella "Algunas madres llamaban Oriana a sus hijas. Fue la periodista más famosa del mundo. Ayudó a la mujer a ocupar un lugar en los medios informativos. Con su desparpajo insufló un aire de frescura a la hermética sociedad española de su tiempo".
Al final de su vida Oriana Fallaci tuvo una oposición frontal al Islam. Durante los últimos años y ya enferma de cáncer escribió textos tremendamente duros sobre los musulmanes. Fue aquel texto de la rabia y el orgullo y su mirada la que le enfrentaron entre otros a su paisano fiorentino Tiziano Terzani.
Un día, una niña de apenas cinco años, preguntó a su hermana, Oriana Fallaci, qué era la vida. Al día siguiente Oriana partía para el Vietnam como corresponsal de guerra y a partir de ahí empezó a forjarse su leyenda de una mujer irrepetible.
El libro debería ser una obra de lectura imprescindible para cualquiera que sueñe con ser periodista de temas internacionales y es sin duda un clásico del periodismo de conflicto. Desde el inicio al final vamos viendo los dramas de la guerra, pero sobre todo vamos encontrando personas que van añadiendo un toque humano a aquel dramático conflicto.
La guerra de Vietnam fue un conflicto atroz que en parte fue una lucha de la guerra fría entre Estados Unidos y la URSS. Mientras que los americanos ponían todo su arsenal de guerra, los vietnamitas del norte luchaban con una táctica de guerrillas que fue un infierno para las tropas norteamericanas.
Las reflexiones de Oriana nos van acercando a la realidad de la estupidez humana y de la guerra. La autora se aproxima a la gente de ambos bandos y es así como uno va entendiendo los puntos comunes de todos los seres humanos, independiente del color de la piel, su credo o su sistema político. El miedo a la muerte, el amor a los seres queridos o la capacidad de supervivencia van apareciendo a lo largo del libro y nos relata desgarradoras escenas de un conflicto que todavía sigue presente en la mente de ambas sociedades.
Pasamos las páginas y vemos el drama de la guerra en las junglas y ciudades de Vietnam. El olor a napalm lo invade todo y podemos sentir las lágrimas de todos aquellos que van perdiendo a compañeros y amigos en el conflicto.
Un libro maravilloso en el que se nos muestra el estilo de una reportera de raza que sigue siendo un icono para muchas mujeres periodistas. Con Oriana viajamos al infierno de la guerra y aprendemos sobre una parte fundamental del siglo XX. Y es que Oriana como los grandes clásicos no pasa de moda, su libro y su viaje nos traslada a aquella guerra y a los últimos días de Saigon que también nos contó nuestro querido Manu Leguineche.
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De Leer y viajar, 20/01/2014
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