JORGE HIGAREDA MACÍAS
El 7 de
diciembre del 2016, murió de cáncer un excelente bajista, vocalista y
compositor: Greg Lake; quien, además de haber formado parte de la época inicial
del King Crimson de Robert Fripp (como ya les contamos aquí mismo), fue él
mismo quien creó el dúo inicial de lo que se convertiría en el trío: ELP
(Emerson, Lake & Palmer), junto con otro genio que también murió el mismo
año: Keith Emerson, quien fue mejor conocido, en el medio musical, como el Jimi
Hendrix de los teclados.
Cuando
estos dos genios se encontraron, iniciando 1970, Emerson ya tenía más
trayectoria profesional, pues desde muy joven comenzó su estudio del piano
clásico y a los 16 años adquirió su primer órgano Hammond, con lo que comenzó a
tocar localmente en su natal Yorkshire pero viajando adonde los clubes lo
llevaran.
Se cuenta
que en Francia, con una de sus varias bandas iniciales, llamada The V.I.P.’s,
hubo un altercado en el bar en que tocaban y él detuvo el problema simulando
sonidos de armas de fuego con su teclado, con lo cual terminó el altercado,
pero el dueño le pidió que incorporara esos sonidos en su repertorio y esta se
considera como la causa de que Keith Emerson iniciara su largo y sinuoso camino
de exploración con su instrumento hasta alcanzar alturas insospechadas y
niveles a los que muy pocos músicos han logrado llegar con su técnica.
Ya un poco
más consolidado, Emerson fundó la banda The Nice, con él mismo como músico
principal y con el concepto de hacer una música que partiera de piezas de música
clásica o de jazz, destrozadas por su interpretación de estas con sus propias
teclas y acompañando estas escapadas con bajo, guitarra, batería y voz, con
intención de crear, lo que él mismo denominó: un rock sinfónico.
El buen
Emerson era todo un showman que en cada actuación en vivo hacía todo tipo de
locuras con su órgano Hammond; cosas como utilizar dagas clavadas en ciertas
teclas, para lograr el sustain de alguna nota en especial, o tocando montado
encima del Hammond, golpeándolo con un látigo, brincando encima de él o
pateándolo; con todo esto lograba sonidos parecidos a explosiones, y otros
ruidos extraños y violentos, por lo que se le reconoce como uno de los
precursores de lo que en un futuro se conocería como Heavy Metal.
La leyenda
cuenta que en una tienda de discos, un vendedor lo invitó a escuchar un nuevo
disco de un tal Walter Carlos, quien hacía música de Bach pero utilizando un
instrumento musical recientemente inventado, el Sintetizador Moog; para él fue
amor a primera vista y aún más cuando tocó en vivo la obra: “Also Sprach
Zarathustra”, en su versión del 1968 creada para el soundtrack de la película:
2001: Space Oddisey, que se convirtió en todo un éxito.
Ese 1970,
coincidieron en San Francisco las bandas King Crimson y The Nice, tocando
juntos en el mismo lugar. El momento era clave para ambas bandas, por un lado,
King Crimson llegaba al punto del rompimiento que dejaría casi solo a Robert
Fripp, lo cual dejaba en libertad y en búsqueda de otra banda a Greg Lake; y
por otro lado, The Nice, agrupación que en palabras de Keith Emerson: “ya había
sobrepasado su tiempo de vida”.
Cuenta Lake
que Emerson tocaba una pieza de jazz durante el soundcheck y se le ocurrió
acompañarlo con su bajo… ¡y explotó una increíble química entre estos dos! Sólo
faltaba encontrar a un baterista.
Emerson y
Lake buscaron muchas opciones, entre ellas pretendían invitar al batería de The
Jimi Hendrix Experience, Mitch Mitchell, pero no le interesó; sin embargo, le
platicó a Jimi sobre este proyecto y el plan de Hendrix era crear un supergrupo
con estos dos genios, lamentablemente Hendrix murió a los pocos meses.
Carl Palmer
era un baterista con una gran reputación, pero que reconocía el virtuosismo y
las locas representaciones de Emerson, por lo que se integró de inmediato al
proyecto. Palmer en la siguiente década formaría parte de otra súper banda de
la que después les platicaremos: Asia, formada por Palmer, junto con
exintegrantes de The Buggles, King Crimson y Yes.
Esta banda,
ELP o EL&P, iniciaron tocando el repertorio ya conocido de The Nice y King
Crimson, mientras creaban su propia música, y fue así que participaron en el
Wight Island Festival en agosto de 1970, ya transformados en el trío: Emerson,
Lake & Palmer. Fueron un éxito instantáneo por sus versiones de “Rondo” de
The Nice y “21st Century Schizoid Man” de King Crimson, ambas piezas mágicas y
geniales. En ese mismo festival también participaron el mismo Hendrix, Jethro
Tull, Bob Dylan, The Doors, The Who y Jefferson Airplane.
En
noviembre de ese mismo año, salió a la venta su primer LP, que además de ser un
gran éxito de inmediato, llevaría el mismo nombre que la banda: Emerson, Lake
& Palmer. Esta joya integra por un lado la parte de su innegable influencia
de la música clásica, por ejemplo, en la pieza: “The Barbarian”, que surge de
una obra de Béla Bártok llamada: “Allegro Barbaro”; y en contraste contiene el
sencillo: “Lucky Man”, que fue su primer éxito de composición rockera juntos;
estuvo entre los discos más vendidos tanto en los USA como en Reino Unido.
De
inmediato comenzaron los trabajos para grabar su segundo disco que publicarían
en junio de 1971; el nombre y el concepto ya lo habían definido: Tarkus, lo que
significa sabiduría en estonio. Y la intención era que la cara A fuera una sola
suite, pero Greg Lake, quien lo produjo, confiesa que sufrió para integrar las
diferentes composiciones de Emerson y Palmer, pues en el teclado, uno quería
llevar al extremo el rango de sonidos del sintetizador Moog, y el otro, en la
batería tenía algunos patrones preconcebidos que no quería dejar de utilizar,
aun cuando en teoría, Lake no logró definir muy claramente el hilo conductor de
las 7 partes que conforman la suite “Tarkus”, la verdad es que esta pieza
magnífica es una de las mejores composiciones de rock progresivo en toda la
historia del rock.
En el lado
B, la pieza: “The Only Way”, es una obra creada como un ensamble entre dos
obras de Bach: la Toccata y Fuga en fa mayor y el Preludio No 6 en re menor. Y
la canción: “A Time And A Place” es uno de los más reconocidos escapes de
EL&P hacia un rock más duro.
Hicieron un
disco en vivo de una presentación, adaptada con su estilo, de: “Pictures Of An
Exhibition” de Mussorgsky, grabación que no puede faltar en el acerbo de todo
amante del rock progresivo.
Pero sería
su siguiente álbum: Trilogy, el que significaría su consagración total.
Incluye, por un lado una adaptación de una obra de Aaron Copland, “Rodeo”,
transformada por estos genios en la pieza: “Hoedown”; también contiene esa
grandiosa balada acústica rockera, que el público ha convertido en un himno:
“From The Beggining”.
En el
futuro llegaría otro súper éxito con su disco triple, en vivo: Welcome Back My
Friends To The Show That Never Ends; su legado musical es tan inmenso y
profundo como pocos en la historia de la música.
@jorgehhm
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De CRÓNICA JALISCO, 07/04/2019
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