MAURIZIO BAGATIN
Borraremos
todas las palabras y quedará un texto. Será el tejido de aquella frazada tan
grande, la vida, el tejer de las noches que no veían aun el dilúculo in
fraganti, el lento movimiento de los palillos frente a un licor -el Bourbon en
una prosa de un amigo, la grappa esperándolo- mientras hilos y sonrisas y
algunas lágrimas derramaban las frases sin tiempo. Celan y Pavese sabrán.
Hay
alondras y murciélagos, amores difíciles que llevó a la narración Italo
Calvino, a él y a otros viandantes de la casa del ser, hasta que nuestro mundo
iba acabándose con L’albero degli zoccoli (El árbol de los zuecos).
El arcoíris
o el tramonto en una ciudad imaginaria del sur son felices misterios de los cuales
un ser humano no puede aún desvelar la verdad.
Siguen
tejiendo y ya es el alba. Bajo un cielo gris y en búsqueda del sol y del
viento…
28 enero
2022
Imagen: El
arcoíris de ayer en Cochabamba
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