Acaba el otoño y termino con las páginas de Con rumbo a no sé dónde, el último dietario que voy a publicar, de pacotillas y balbuceos, de estampitas y de aforismos. Ya está dicho todo o casi, al emnos en ese camino, en esa puesta en escena. Hay un tiempo para todo y ese del dietari y su teatro se ha acabado. Proyectos nuevos, apuestas nuevas, y en lo público veremos lo que sucede mañana, si es más de lo mismo o peor. Visto lo sucedido en mi tierra no me hago ilusión alguna, pero ni soy adivinador del porvenir ni corredor de apuestas, así que no sé con qué nos la veremos el lunes en la mañana. He buscado algún verso de Trakl para acompañar la imagen de hace un rato, hacia Auzkue, pero entre sus versos hay demasiada noche, demasiada muerte, demasiado camino solitario y, al menos hoy, me faltan ganas para recorrerlo: Hacia la noche, los bosques otoñales resuenan con armas mortales... no, mejor lo dejamos.
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De VIVIRDEBUENAGANA (blog del autor), 19/12/2015
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