ANTONIO ORTEGA
Quizá sea
Langston Hughes (Joplin, Misuri, 1902-Nueva York, 1967) el mejor de los
escritores negros del llamado Renacimiento de Harlem, pues supo captar la
sensibilidad, la angustia, el dolor y la esperanza de su raza en una escritura
alimentada por un gran sueño aplazado. Escritos sobre España reúne artículos,
crónicas, memorias y poemas surgidos de su estancia de seis meses en suelo
español, en 1937 y en plena Guerra Civil, como corresponsal de varios
periódicos, entre ellos el Afro-American de Baltimore. Tanto
los poemas como las prosas muestran los horrores de la guerra, la indigencia de
una sociedad quebrada, la lucha y la vida de los voluntarios negros, pero
también el gusto por vivir, el humor ante la adversidad, su música solidaria: "muerte
y risas" en una contienda en la que era posible "que las balas
sonaran como el trino de los pájaros". El ágil estilo directo de sus
prosas, su sucesión de historias, peripecias, anécdotas, entrevistas y
retratos, contrasta con la sensibilidad amarga de unos poemas vehementes,
sonoros y de intensa emoción, desde La canción de España, Barcelona:
ataque aéreo o Madrid hasta Desde España a
Alabama o Luz de luna en Valencia: Guerra Civil. A
pesar de cierta tópica folclórica y romántica, asociada a los gitanos, los
toros y el flamenco, lo sobresaliente es su tono exhortativo y de
reivindicación, sus mecanismos anafóricos y musicales, sus sinestesias y
efectos visuales, capaces de hacer crecer la fuerza y dramatismo de lo que
"Era más real / Que lo que jamás había visto / En las películas".
Para Hughes la guerra fue un conflicto alegórico, una lucha entre el bien y el
mal. Pero hubo un hecho que no encajaba en esta disposición de contrarios, las
tropas africanas al servicio de Franco. Tanto en Los moros del general
Franco como en el poema Carta de España se expresan
la angustia y la desesperación ante quienes eran víctimas de su propia
opresión.
James Yates fue
uno de los 100 voluntarios negros entre los más de 3.000 norteamericanos de la
Brigada Abraham Lincoln. En De Misisipi a Madrid relata el
camino que le llevó hasta una España en guerra. Un libro mayor de cuentas que
levanta en cada asiento el día a día, los hechos que resumen su peripecia
vital, la lista de personajes señalados por la historia que recorren sus
páginas, pues fue chófer, entre otros, de Hemingway y Langston Hughes. Más
narrador que historiador, se mueve episódicamente, con modestia y sin
dramatismos, arropado por ese "enorme sentimiento de fraternidad"
hacia todos los que le acompañaron en una guerra en la que, paradójicamente,
escapó del racismo de su país. A pesar de ser un relato personal, estas
memorias llegan más allá de la historia, allí donde el "yo" y el
"nosotros" se entretejen, y Misisipi se desdobla en un Madrid
asediado. Tanto Hughes como Yates hicieron de la honestidad su compromiso, un
fondo de defensa que, "En las brillantes fronteras del mañana", es
tan necesario.
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De EL PAÍS,
19/11/2011
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