El puelche botó
encinas y duraznos y levantó polvaredas que se confundieron con el humo de los
últimos incendios. El valle de San Fabián es una mezcolanza de azules y grises.
Esporádicas nubes rosadas pasan indiferentes al tráfago envilecedor de los pueblerinos.
Las codornices andan particularmente inquietas y los conejos más jóvenes
aprenden a huir de los galgos. Las avellanas transitan del rojo al negro y las
rosas mosquetas del amarillo al rojo. La sequía ha adelantado la estética
otoñal intercalando en el verdor del bosque los marrones oscuros de los árboles
muertos.
Han sido días de recolección de frutos, molienda de trigo y compra de fardos para las ovejas. Las estaciones frías se acercan a tranco largo. De lecturas poco que hablar. Relatos breves de Herta Müller y crónicas de Roberto Merino sobre escritores chilenos. La noble pobreza de Federico Gana, la misantropía de Juan Luis Martínez, la lucidez ante la muerte de Enrique Lihn y Pezoa Véliz. Una lectura retomada: Las noches difíciles de Dino Buzzati. Nos enteramos que se cagaron a tiros al Coco. Su caso fue considerado en el Pleno Municipal de Roma como «Un deplorable factor de turbación del descanso nocturno de la ciudad». El asunto quedó en manos de la policía que metralleta en ristre no tardó en darle la baja. Los niños del planeta se quedaron, de esta forma, sin su principal atemorizador, aunque la luna siguió su ruta inexorable, fría y distante.
Han sido días de recolección de frutos, molienda de trigo y compra de fardos para las ovejas. Las estaciones frías se acercan a tranco largo. De lecturas poco que hablar. Relatos breves de Herta Müller y crónicas de Roberto Merino sobre escritores chilenos. La noble pobreza de Federico Gana, la misantropía de Juan Luis Martínez, la lucidez ante la muerte de Enrique Lihn y Pezoa Véliz. Una lectura retomada: Las noches difíciles de Dino Buzzati. Nos enteramos que se cagaron a tiros al Coco. Su caso fue considerado en el Pleno Municipal de Roma como «Un deplorable factor de turbación del descanso nocturno de la ciudad». El asunto quedó en manos de la policía que metralleta en ristre no tardó en darle la baja. Los niños del planeta se quedaron, de esta forma, sin su principal atemorizador, aunque la luna siguió su ruta inexorable, fría y distante.
Noche de sábado.
Carmenere Santa Emiliana, maní japonés y cine gitano de Tony Gatlif. Logramos
conseguir Gaspar et Robinson y Gadjo Dilo. A la
profunda ternura de la primera película sobre seres solitarios que buscan apoyo
entre sí, prosigue la historia del extranjero loco, donde un joven investigador
musical francés busca a la cantante Nora Luca, cuya voz deleitó a su padre. La
particularidad de la película es que cámara y director parecen desaparecer,
dejándonos en medio de un precario villorrio rumano como reporteros silenciosos
de un documental sobre el mundo gitano. Conmovedoras resultan las actuaciones
de Rona Hartner e Izidor Serban. Este último, un viejo gitano borracho que aún
cree en la amistad y el compañerismo.
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De CUADERNOS DE LA IRA (blog del autor), 03/2016
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