En primer lugar
los que ni soñando quieren perder ni sus privilegios ni sus pegas, los que para
nada quieren salir del Paraíso de las Comisiones. Pero estos son pocos,
numéricamente no cuentan mucho. Es más interesante concentrarse en la masa
mayor de votantes por el SÍ, tal como es interesante ver, en otro contexto,
quiénes son los votantes típicos de Donald Trump, otro populista del mismo
linaje espiritual que sus pares latinoamericanos (megalómanos, verborreicos,
primarios y violentos). Y entre los votantes de Trump, que suscitan curiosidad
allá y se procura hacerles el retrato, se encuentran masas de desengañados
similares en muchas cosas, también, a los votantes que quedan por el chavismo
en Venezuela, por el SÍ en Bolivia, etc: se trata mayormente de los estamentos
con menor educación en la sociedad, en general subalfabetos (es decir, que no
pueden escribir correctamente un párrafo de cinco líneas) y de muy bajo
coeficiente intelectual. Por estos lados, el voto duro del MAS, incluso su
mayoría, es rural. No sólo la población con menor educación, la más analfabeta
y subalfabeta, sino la que tiene menos acceso a la información, la compuesta
más por súbditos que por ciudadanos, donde los dirigentes ordenan cómo votar
(se sabe de comunidades donde se chicoteó a quien se descubrió que había votado
de otra forma, mientras los cocaleros amenazan con despojar del catu al
disidente). Zonas por las que lo único que suena, semana a semana, mes a mes,
son las radios de propaganda gubernamental, o “comunitarias”. Por otra parte,
dignos herederos de lo peor del MNR, los nuevos avezados aprendieron a hacer
ciertas cosas, como cambiar cuentas de vidrio y baratijas (estadios, coliseos)
por oro (votos).
En las ciudades,
en cambio, donde hay mucha más información, mayores espacios libres, más gente
preparada e incluso culta, donde finalmente son más los que no se dejan dar
gato por liebre, se impuso abrumadoramente el NO.
Disparidades por
las que hay que preocuparse. Nicolás Maduro, que debe ser el presidente más
completamente incapaz del mundo, y de menor coeficiente intelectual, otra vez
de todo el mundo, con sólo un 20 por ciento de apoyo, y de los sectores más
corruptos y e ignorantes, no ceja en sus esfuerzos por alcanzar la ruina
absoluta y total de su país. Y sigue ahí. Y no se va, por mucho que la gran
mayoría quisiera que se vaya.
Aquí, aunque en
un contexto para nada tan trágico, por lo menos no hasta el momento,
estamos conociendo una situación con similitudes: una parte minoritaria de la
población (los votantes del SÍ), donde se encuentran los mayores bolsones de
subalfabetismo y desinformación, pretende arrastrar a todo el resto a sus
abismos. Porque muy bien pueden ser abismos los que abran con tal de no irse,
con tal de no dejar de sentirse poderosos y especiales, con tal de no
arriesgarse a juicios, con tal de no abandonar los billetes, los aviones y las
mieles.
__
De Puntos de
vista (LOS TIEMPOS/Cochabamba), 17/03/2016Ilustración: Paride Bertolin
This comment has been removed by the author.
ReplyDeleteEste imbécil cree que la mitad de la población es culta y la otra mitad inculta, y que los que votaron por el NO son los cultos y los que votaron por él SI son los incultos, leyeron semejante tontería? Habría que medirle a él su coeficiente. - oiga señor Mc Lean por que no lee en vez de escribir así nos alivia siquiera un poco de tanta basura que hay en el face?
ReplyDelete