Tuesday, May 22, 2012

Sobre los trozos dispersos de Jorge Volpi


Ismael Carvallo Robledo

Intempestivas consideraciones de un halbwissende literati mexicano



Ofrecemos un comentario breve de El insomnio de Bolívar. Cuatro consideraciones intempestivas sobre América Latina en el siglo XXI (Debate, México DF 2009, 259 páginas), que aparece en la revista 20/10 Memoria de las Revoluciones en México, Invierno 2009-2010, en el que se da noticia de una de las más acabadas expresiones de lo que en México sería aquello que en su momento denominó Carlos Marx como el perfecto halbwissende literati (literato que sabe las cosas a medias): el señor Jorge Volpi.
La Editorial Debate y el jurado del II Premio Iberoamericano Debate Casa de América 2009, encabezado por Alberto Manguel, han coincidido en favorecer con su distinción al señor Jorge Volpi para que todo aquél que pueda acaso encontrar interés le sea posible adquirir, desde septiembre del año que corre, el libro con el que, bajo el título El insomnio de Bolívar. Cuatro consideraciones intempestivas sobre América Latina en el siglo XXI, el señor Volpi ofrece una serie de trozos dispersos –son sus propias palabras– ordenados alrededor de cuatro consideraciones –que él ha decidido adjetivar como intempestivas–, a cuya luz, tal parece ser su intención y la de los editores, se busca le sea dado al lector tener una panorámica global de América Latina (‘un territorio imaginario que algunos todavía llaman así’, sostiene Volpi en su autobiográfico y pretendidamente simpático prólogo ‘Confesión y confusión’) en el contexto de un bicentenario que se presenta como dispositivo crítico mediante la alusión al sueño (o pesadilla) continental, anfictiónico, del Libertador Simón Bolívar.
Cuatro consideraciones, en efecto, rotuladas cada una de ellas como ‘Deshacer la América’ (crónica breve de sus pasos por las capitales americanas), ‘La democracia en América (Latina)’ (cuestiones relativas a las democracias latinoamericanas y sus problemas), ‘América Latina, holograma’ (un mapa literario hispanoamericano, fundamentalmente de las nuevas generaciones) y ‘Estados Unidos de las Américas’ (retrato de figuras y aspectos recientes del continente, además de un juego imaginario de futura Unión Continental), dispuestas en 259 páginas como consigna de las opiniones que Volpi ha querido poner sobre la mesa como criterios de contraste para que quien lo intente pueda encontrar respuesta a las preguntas sobre lo que ha llegado a ser y sobre lo que al proyecto continental soñado por Bolívar le depara el futuro. Estamos, hasta donde sabemos, ante lo que acaso pueda ser considerado como los juicios que sobre el Bicentenario y sus problemas el señor Jorge Volpi ha tenido a bien, al día de hoy, darnos noticia; como su toma de posición, en otras palabras, ante tan decisivas cuestiones.
El libro carece de estructura y de trabazón interna, y a pesar de que el autor procura advertir sobre ello en su prólogo (dice en su página 26: ‘Estos ensayos aspiran a ser justo eso: bosquejos, pruebas de laboratorio cuya meta no consiste en trazar un vasto mapa político y literario de la región a principios del siglo XXI…, sino en estudiar algunas de sus muescas, trozos dispersos, huellas o astillas…’, &c., &c., &c.), el cuerpo del mismo es no obstante frágil y endeble, ligero, sin consistencia ni teórica ni conceptual. Es un libro disperso y, en definitiva, por leve, tedioso, con la complejidad y la sindéresis propias de un blog juvenil (las partes del prólogo en las que Volpi da cuenta de las peripecias ocurridas a sus 28 años cuando en Salamanca le fue dado descubrir que era latinoamericano, además de otras simpáticas anécdotas, y que son presentadas como detonador personalísimo de una obstinación –intelectual querríamos suponer–, por descifrar ese misterio que es América Latina, son verdaderamente infames) y no la rotundidad crítica, dialéctica y con peso específico como se esperaría, de un escritor maduro intelectual y técnicamente, y cuya obra, según es indicado por los editores, ha sido traducida a veinticinco lenguas (el subtítulo del apartado 6 de la segunda consideración, página 144, «Bolívar Reloaded», nos confirmó con irritación que era un blog juvenil lo que teníamos a la vista).
La unidad que se le ha querido dar, para estar así en posibilidad de defender la alusión a Simón Bolívar y encajar con el motivo de los bicentenarios a cuya convocatoria se asiste con intereses de índole variada a ambos lados del Atlántico (tal es el caso, precisamente, creemos, del Premio Iberoamericano Debate Casa de América), consiste en presentar al principio y al final (‘El insomnio y el sueño’) tres párrafos en total (dos al principio y uno al final) en los que se nos presenta a Simón Bolívar en su lecho de muerte e imposibilitado para conciliar el sueño, al filo de las cuatro de la madrugada, en el momento preciso en que, inmerso ya en el sudor y el delirio, imagina el futuro, ‘cien, doscientos años después de su muerte’ (p. 30), y entonces aparece la figura de Jorge Volpi acompañado de las 228 páginas siguientes de consideraciones intempestivas tras cuya lectura nos remite nuevamente, y como remate, al relato brevísimo, de doce líneas, en las que la vida de Bolívar por fin se extingue ante nuestra imaginación tan sutil y poéticamente estimulada por el autor.
Intentando demarcar la plataforma desde la que Volpi escribe, identificamos, a) por cuanto a los recursos ensayísticos, el instrumental del relato y comentario literarios (sobre todo en lo vertido en la tercera consideración: ‘América Latina, holograma’, dedicado a comentar el estado actual o reciente de la creación literaria hispanoamericana, organizando sus opiniones alrededor de Roberto Bolaño, elBoom y las nuevas generaciones de escritores, rematando de hecho su consideración con un «Breve inventario de obras de autores latinoamericanos nacidos a partir de 1960», págs. 205-207), el relato o crónica periodística de superficie (que es de lo que se sirve para desarrollar las consideraciones primera, ‘Deshacer la América’, segunda, ‘La democracia en América (Latina)’, y cuarta, ‘Estados Unidos de las Américas’), y algunas apoyaturas en la ciencia política de uso más habitual (utilizadas en la segunda consideración, sobre todo), como lo son aquellas desde las que se dibujan esquemas problemáticos en torno al dispositivo teórico de la transición democrática. Periodismo, literatura/crítica literaria y ciencia política serían, pues, los recursos de Volpi para el despliegue de sus consideraciones.
Ahora bien, por cuanto a b) su perspectiva crítica general, vemos ejercitada en Jorge Volpi la convergencia de tres puntos de vista fundamentales, a saber: un escepticismo liberal laico e ilustrado, socialdemócrata seguramente (perspectiva común de la que participa la mayor parte del sui generis gremio de los intelectuales cosmopolitas), un anti-patrioterismo y anti-nacionalismo como línea de repliegue contra los políticos y acaso, en el límite, contra la política misma, y un fundamentalismo democrático igualmente característico del intelectual políticamente correcto.
La posición de Jorge Volpia sería, pues, según se puede barruntar al terminar de leer su libro, en primer lugar, de desencanto por los magros resultados en términos de justicia social y desigualdad económica de La Democracia a la que tanto se ha aspirado desde siempre; una democracia que vive permanentemente asediada por irracionalismos, supercherías y anacronismos ideológicos (encarnados por engendros oligofrénicos como Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales o Andrés Manuel López Obrador) que son presentados como verdadero lastre estructural, ontológico de «la región» (como se refiere a Hispanoamérica Volpi amparándose en categorías de politólogos).
La verificación histórica de tales barreras estructurales, endémicas, es plasmada en su obra por Volpi, creemos también que con una intención juvenil lúdica, simpática o graciosa (lo que nos remite otra vez al aciago blog), marcando con el símbolo del Copyright (una c minúscula en un círculo dispuesta en la parte superior derecha del término en cuestión) aquellas figuras que habrían así de ser tomadas (con pesar, entendemos) como de genuina factura latinoamericana, como denominación de origen; tales serían y son los casos, por ejemplo, del término mismo de América Latina©, el realismo mágico©, la literatura latinoamericana©, las democracias imaginarias©, los guerrilleros latinoamericanos©, los caudillos democráticos©, las novelas del narco©, &c.
De todo el batiburrillo que a ojos de Volpi es hoy América Latina, sólo Brasil, El corazón de América Latina, puede acaso tener un futuro promisorio, al grado de que se aventura a deslizar la conjetura de que el XXI pueda ser visto como el siglo brasileño.
El libro termina con una Cronología del futuro, tendida del año 2010, año del festejo del bicentenario del inicio de las independencias americanas a las que todas se dan cita en medio de una tremenda crisis económica, al año 2110, en el que se promulga la Constitución de los Estados Unidos de las Américas.
Nada más tenemos qué añadir; el resto corre por cuenta de quienes tengan interés en conocer con detalle las consideraciones intempestivas del señor Jorge Volpi.
Tenemos a la vista un libro de factura periodístico-literaria sobre América Latina en el marco del Bicentenario, sustentado por ciertas consideraciones en torno del problema de la democracia hechas desde la ciencia política convencional, de difícil refutación dialéctica dada la dispersión de su propia estructura (no hay tesis teórica o conceptualmente fundamentada que puede ser rebatida de frente). El libro obtuvo, en 2009, el Premio Iberoamericano Debate Casa de América.
 Publicado en la revista El Catoblepas #94, diciembre 2009
Imagen: Portada del libro de Jorge Volpi

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