Impedimenta
vuelve a brindar al lector un español la posibilidad de
leer a Mircea Cărtărescu. Se trata en este caso de una compilación de
textos que combinan narrativa y ensayo. El ojo castaño de nuestro amor es una
obra que se deja paladear como si fuera uno de esos vinos de barrica
cuyo aroma queda adherido a la boca durante varios minutos. Un libro donde
caben los recuerdos, la realidad rumana, la fantasía, Ovidio, la poesía
universal, Ceausescu, el café soluble, Darwin y un sinfín de elementos que
conducen a la reflexión a través de una literatura despojada de artificios.
Así como en los otros libros de Cărtărescu aquí reseñados destacaba el surrealismo onírico como tema principal, resalta en la parte narrativa de este libro la memoria y sus confines, que se impone como motor de una práctica literaria. La aparición de las ruinas en uno de los capítulos (Mi Bucarest) nos da la medida delromanticismo que impregna los textos, pues el recuerdo se compone también de imágenes en ruinas; modificadas por nuestra mente según el interés o, en algunos casos, la capacidad de retención. Y es la memoria, en ocasiones, la primera piedra de la reconstrucción de nuestras historias, de nuestra vida. De modo similar trabaja Cărtărescu su narrativa, pues utliza la literatura como si fuera uno de esos arquitectos del resaturo, de los que levantan una estructura contemporánea sobre la base ruinosa de un castillo o un monasterio abandonado y protegido por Patrimonio, de los que deben mantener una fachada antigua y combinarla con pilares de acero cortén.
Así como en los otros libros de Cărtărescu aquí reseñados destacaba el surrealismo onírico como tema principal, resalta en la parte narrativa de este libro la memoria y sus confines, que se impone como motor de una práctica literaria. La aparición de las ruinas en uno de los capítulos (Mi Bucarest) nos da la medida delromanticismo que impregna los textos, pues el recuerdo se compone también de imágenes en ruinas; modificadas por nuestra mente según el interés o, en algunos casos, la capacidad de retención. Y es la memoria, en ocasiones, la primera piedra de la reconstrucción de nuestras historias, de nuestra vida. De modo similar trabaja Cărtărescu su narrativa, pues utliza la literatura como si fuera uno de esos arquitectos del resaturo, de los que levantan una estructura contemporánea sobre la base ruinosa de un castillo o un monasterio abandonado y protegido por Patrimonio, de los que deben mantener una fachada antigua y combinarla con pilares de acero cortén.
El tiempo como
línea sin marca ni pinzas se convierte en textos como Ada Kaleh en
un arco que cubre todo lo pasado, lo presente e incluso lo
que está por suceder, pues todo se repite en bucle indefinidamente. Los
sueños se mezclan con el Bucarest del Cărtărescupoeta, que proyecta la
ciudad en su mente traspasando lo físico, destruyendo lo material para
conducirnos a un mundo donde sólo existe lo imaginado, lo literario, un espacio
creado por el autor para que los lectores vivamos en él y disfrutemos de una
existencia distinta y especial mientras leemos.
Los textos
ensayísticos se encuentran movidos también por la remembranza, la tendencia a
organizar memorias a base de retales; briznas de recuerdos. La
Rumanía de ayer y de hoy y la Europa que se ve desde ella; la literatura como
un país capaz de unir todas las naciones, sin fronteras ni distinciones, sin
lenguas, con esperanza y esperanto; estudios sobre obras clásicas; el
posmodernismo y la onomástica de los apellidos rumanos... Un libro que, en
definitiva, actúa como una suerte de antología que reúne algunas
de las mejores piezas de este autor al que algunos ya somo adictos.
El ojo castaño de nuestro amor, de Mircea Cărtărescu. Impedimenta, 2016.
El ojo castaño de nuestro amor, de Mircea Cărtărescu. Impedimenta, 2016.
__
De EL VIENTO QUE
AGITA LA CEBADA (blog del autor), 08/05/2016
No comments:
Post a Comment