Llegué tarde a la
revolución socialista de empanadas y vino tinto. Tarde a la resistencia, al
fusil, al frente patriótico, al sueño cubano. Nací en el estertor de la Unidad
Popular. Quise combatir a Pinochet pero era apenas un pendejo disuelto en
mamadera. Un escolar miserable que odiaba ser un escolar miserable. Los lápices
se me desgastaban en graffittis justicieros que nadie vio, que a nadie
importaron.
Hoy soy un alto
oficial en el ejército de terracota de mi nostalgia. Idealización pura.
Revanchismo en reversa. Rompebolas virtual para desasnar a la gobernancia.
Becario en la escuela del silencio para no herir gratuitamente, para delimitar
el fuego a la canallada. Quirúrgica farsesca que se apaga como un fósforo en el
Bósforo. Meros bocetos que se van sumando a la pelea de los siglos. No
nací para la paz.
__
De CUADERNOS DE
LA IRA (blog del autor), 17/09/2015
No comments:
Post a Comment