1. EL PRIMER
ALZAMIENTO INDEPENDENTISTA EN MEMBIRAY (1810)
Refiere José
Mariano Durán Canelas (1888) que el fuerte de Membiray situado
a orillas del río Parapetí, distante a unos seis kilómetros del
rancherío de Kaamí (actual Camiri) y construido en 1799
durante la gestión de Francisco de Viedma, gobernador de Santa Cruz, fue el
lugar donde se produjo el primer alzamiento independentista en Santa Cruz. Esto
habría ocurrido el 10 de septiembre de 1810. (Ver Correo del Plata de
Santa Cruz. Viernes 3 de febrero de 1899. Año 1 Nº 29: 2. Información del
doctor Pablo E. Roca).
Luego de la
destitución del virrey en Buenos Aires (Virrey Baltasar Hidalgo de
Cisneros) y la conformación de una Junta Revolucionaria el 25 de mayo de 1810,
llegó a Santa Cruz el capitán argentino Eustaquio Moldes con
la misión de conseguir la adhesión de los pueblos e impulsar el movimiento
independentista cruceño. Para ello, tomó contacto con el segundo comandante de Membiray,
el teniente coronel Antonio Suárez, que junto al capellán José
Andrés de Salvatierra y 'Cañoto' más los indígenas de las
comunidades de Membiray, Choreti-Guasu, Kaami (hoy
Camiri), se formó una fuerza militar de trescientos hombres montados y
armados a su disposición, con más de mil doscientos indios de las misiones de
Cordillera, "sirviendo esto de modelo y ejemplo a la misma capital de
Santa Cruz donde todavía se discutía sobre si obedecer o no a dicha
junta." (Nino Gandarilla Guardia. Desenredando la Independencia de
Santa Cruz y sus provincias. Santa Cruz de la Sierra. 2008: 28).
Fue destituido del cargo el coronel realista José Miguel Becerra,
comandante de Membiray, quien se refugió en Pirití. Esta
alianza entre chiriguanos y criollos cruceños constituye un preludio de una
unidad intercultural en la lucha autonomista centenaria de los pueblos
llaneros.
2. EL CABILDO
ABIERTO DEL 24 DE SEPTIEMBRE DE 1810
Luego del 'levantamiento
de los pardos' en Santa Cruz (agosto, 1809) y el
alzamiento de Membiray, el terreno estaba abonado para que Santa
Cruz de la Sierra se levante en armas. Se cuenta que cuando el pueblo cruceño
celebraba aquel 24 de septiembre de 1810 la fiesta religiosa de Nuestra
Señora de las Mercedes, en el histórico Cabildo Municipal de la ciudad
(esquina sur-oeste de la vieja plaza de la Concordia), se convocó a un
cabildo abierto en contra del gobierno español, destituyendo al entonces
gobernador Pedro José Toledo Pimentel. Se designó una Junta de
Gobierno Provisoria encabezada por el coronel Antonio Suárez de Arteaga (1782-1845),
elegido por el cabildo como Presidente de Santa Cruz. Lo secundaban el abogado Antonio
Vicente Seoane Robledo (1782-1858), el cura José Andrés
Salvatierra (1772-1862), el chuquisaqueño Juan Manuel Lemoine y
el capitán argentino Eustaquio Moldes.
La primera medida
del gobierno patriota fue liberar a los esclavos negros del Tao y
después redactar el Acta de Pronunciamiento. Un documento de la época decía: "En
Santa Cruz de la Sierra, a horas cuatro y media de la tarde del 24 de
septiembre de 1810, el pueblo, sin distinción de clases sociales, acordó
pronunciarse por la libertad de nuestro Continente, al igual que los demás
pueblos. Acordó, también, deponer a las autoridades despóticas del Rey" y
dieron amplia libertad a las autoridades realistas depuestas,
siempre que no atenten contra el nuevo estado de cosas, pudiendo radicar y
trabajar en Santa Cruz. Sus cargos fueron ocupados por criollos
cruceños.
El pueblo pasó
las fiestas de fin de año (1810) en completa calma. Pronto llegaron noticias de
Buenos Aires sobre la organización de un Ejército Auxiliar, para combatir a las
fuerzas realistas. Mientras tanto, en Santa Cruz se mantuvo el mando político
patriota hasta septiembre de 1811 aproximadamente, cuando luego de la victoria
realista en Guaqui (junio de 1811), el general español José
Manuel Goyenecheordena al coronel José Miguel Becerra tomar
la plaza de Santa Cruz, siendo nombrado "ipso facto Gobernador
y Capitán General de Santa Cruz".
Disuelta la
Junta de Gobierno, muchos patriotas huyeron a las provincias argentinas o
se ocultaron. De nuevo la ciudad quedó bajo el dominio realista hasta el año
1813. El hecho que los seguidores de Becerra arrancaran a los insurgentes sus
pabellones del oído, les valió el título de 'corta orejas'. El cura José Andrés
Salvatierra fue aprehendido en diciembre de 1811. Se le confiscaron sus
cuantiosos bienes y se lo sometió a un juicio de "alta traición", por
lo que fue condenado. Finalmente pudo fugar con Seoane que también había sido
sentenciado a muerte.
En marzo de 1813,
otra vez Santa Cruz fue retomada por las fuerzas patriotas dirigidas por el
coronel Antonio Suárez. Entonces, el general Manuel Belgrano,
comandante del Segundo Ejército Auxiliar Argentino, nombra al coronel Ignacio
Warnes García (1770-1816) nacido en Buenos Aires, como nuevo
gobernador de Santa Cruz -que ya había recuperado su antiguo status de capital
de la gobernación, dejando de lado la dependencia de Cochabamba-. El coronel
Antonio Suárez entrega a Warnes los "territorios libres de
Santa Cruz" en el atardecer del 24 de septiembre de 1813,
a tres años del cabildo de 1810. Así se iniciaba el gobierno de la mal
llamada 'Republiqueta' de Santa Cruz.
3. PRÓCERES DE
LA INDEPENDENCIA CRUCEÑA
Cuentan que
"muerto Warnes y colocada su cabeza sobre una picota en el centro de la
plaza, Ana Barba la 'Zarca' -por sus ojos celestes- y su
esposo Francisco Rivero, concibieron la idea de quitar la cabeza del sombrío
lugar y del infamante madero. Lo consiguieron una noche con la eficaz ayuda del
romancesco Cañoto, y llevaron la cabeza a esconder en su casa
situada en la barriada de Tocotocal (posiblemente situada
actualmente en la calle 24 de Septiembre final)". Hay quienes
cuentan que Warnes fue padrino de boda de esta pareja.
A los días
siguientes de la proclamación de la libertad en Santa Cruz, Ana Barba hizo
conocer sobre la existencia de 'la cabeza de Warnes', que ella había
conservado. Oficialmente se realizó un solemne funeral, designándose como casa
mortuoria la de la célebre patriota Ana Barba. Desde el barrio del Tocotocal partió
el cortejo fúnebre rumbo a la Catedral, en cuyo cementerio se depositaron
los restos mortales del mártir del Pari.
Al igual que Ana
Barba, descollan muchas mujeres de la época, como Florencia Mendoza Bazán 'Florita',
esposa y compañera de andanzas del guerrillero héroe de la Independencia
José Manuel Vaca 'Cañoto'. Le acompañó tanto en Bolivia como
en las guerrillas argentinas. Era hija de Gabriel Mendoza y María Pura Bazán.
En esta epónima lista también están Francisca (Panchita) López,
Rosa Montero, Dolores Melgar y Manuela Velasco de Ibáñez. La
primera, se destaca por oponerse a peinarse el cabello con la raya o cutibí a
la izquierda y moño, como ordenaban los españoles a las cruceñas. "Con
el desastre del Pari, las crenchas de los patriotas, colocadas
al lado izquierdo que eran su divisa, quedaron de suyo suprimidas,
usándolas al medio de la cabeza. Unas amigas realistas dijéronle a F. López
que, mantenía el cabello suelto, peinase su pelo. 'No me peino hasta que vuelva
la patria' contestó. Al día siguiente Aguilera la hizo amarrar al poste o pica
que enclavaba la cabeza de Warnes, cuyas gotas sanguinolentas rociaron la de la
López. 'Ahora sí, exclamó, con esta agua puedo ya peinarme'. Fue puesta en
libertad". (José Mariano Durán Canelas. Obras Históricas.
Fundación NOVA. Santa Cruz de la Sierra. 2008: 73) La
segunda, junto a su hermana Micaela Montero, estuvo en prisión por encargo del
general cruceño Aguilera, no cediendo a las presiones para delatar el paradero
de su hijo, el patriota 'Colorao' Mercado. Doña
Manuela Velasco salvó a la ciudad de Santa Cruz de una contribución de guerra
que exigía Manuel Antonio Blanco al derrotar a un grupo de patriotas, pagando
4.000 pesos de su propio dinero, mientras que Dolores Melgar, esposa
de José Manuel Mercado sufrió orfandad y miserias, sacrificando todo por la patria.
Adrián Melgar también destaca a valerosas mujeres 'vallensas' como
"las Albas, las Aldana, las Arteaga, las Pedraza, las Ripalda, las
Salazar, las Lara, las Arze, las Nogales. i un inmenso ejército de madres,
esposas e hijos" (Adrián Melgar i Montaño. Historia de Valle
Grande. Gobierno Departamental Autónomo de Santa Cruz. 2008: 42-43.)
En esta época,
destacan entre otros el valiente coronel José Manuel Mercado (1782-1842),
conocido como el 'Colorao' por el color tostado de su piel 'y
de subido color las mejillas', la barba y el pelo rojizo. Después de
la derrota en la batalla del Pari (21 de noviembre de 1816) se
retiró con los restos de su tropa en dirección a la 'Cordillera de los
Chiriguanos', estableciéndose en la antigua misión franciscana de Saipurú,convertida
en su centro de operaciones. Hacia 1825, la guerrilla en esa región vino a ser
uno de los núcleos patriotas de mayor y más afortunada resistencia a las tropas
realistas. Cuantas veces se envió expediciones realistas, las tropas fueron
fácilmente batidas por los guerrilleros de Saipurú. Son memorables
sus incursiones sobre la ciudad capital, como la que realizó "la mañana
del 9 de noviembre de 1817, librando en las calles cruceñas sangriento y
desigual combate con los peninsulares" (Hernán Ardaya Paz. Coronel
José Manuel Mercado. El Legendario 'Colorao'. Revista Verde y
Blanco. s/f :48-49) o cuando en la Nochebuena de 1819, tomó Santa
Cruz, reteniéndola sola aquella noche (Hernando Sanabria Fernández.
Cruceños Notables. 1998:99-101). Por esta actuación patriótica, le fue
conferido el cargo de Segundo Comandante de las tropas patriotas de Santa Cruz.
Murió pobre en su ciudad natal el 3 de junio de 1842. Su hijo, José Manuel
Mercado Aguado (1820-1894) sería uno de los más destacados benefactores que
hubo en Santa Cruz.
Otro eximio
guerrero cruceño de la época fue José Manuel Baca, conocido como 'Cañoto' (1790-1854),
reconocido no sólo por su valentía como también por su talento con la guitarra,
las coplas y las poesías. (Según Germán Coimbra Sanz, se dice 'cañoto'
(palabra usada desde el siglo XVIII) al hombre de baja estatura y grueso".
Elio Montes Sánchez. Cotoca, también fue Santa Cruz de la Sierra. Gobierno Municipal
de Cotoca. Editorial El País. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 2008: 135.) Las
tropelías de Francisco Xavier Aguilera, encontraron freno en el accionar de
este guerrillero. Así resalta el ejemplo de Jitapaqui - a
cuatro leguas al naciente de Santa Cruz -, cuando Cañoto luego
de batir a los realistas, devolvió a la gente humilde todas las contribuciones
que habían recaudado arbitrariamente los españoles (Hernando Sanabria
Fernández. Cañoto. Un cantor del pueblo en la guerra heroica. 1976:
87). Baca es recordado como personaje de romancescos episodios que han
pasado a la leyenda y compositor musical en el antiguo ritmo de yaraví (Hernando
Sanabria Fernández. Cruceños Notables. 1998:29-30).
__
De: https://abnoticias.wordpress.com/2009/09/25/la-guerra-de-la-emancipacion-crucena-1809-1825/, 25/09/2009
Imagen: Pardos libres en El Pari, por Carlos Cirbián
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