“La trufa es el Mozart de los champiñones” - Gioacchino Rossini -
Tal vez las primeras notas que acompañaron los
primeros almuerzos y las primeras cenas fueron las notas del viento, de las
hojas de los árboles, del canto de los pájaros. Luego las primeras
civilizaciones fueron mejorando acordes, perfeccionando instrumentos y
regalándose el deleite de la cocina. Es por culpa de la guitarra que el imperio
romano empieza su caída: se sabe que sentados y dedicándose al ocio no se
conservan las conquistas…
La Tafelmusik
o musique de table fueron
composiciones hechas para acompañar los banquetes en los siglos XVI y XVII:
instrumentos melódicos que fungían de alka-seltzer
para los embutidos estómagos de corte. Después de una lenta y musical
digestión, entraban otras portadas, sin
medidas ni clemencia. Georg Haendel fue un gran compositor y más aún un
gran pecador de gula: ¿se puede imaginar majestuosas melodías compuestas por un
vigoroso tenedor? El famoso músico un día entró en un local y ordenó un
desayuno para tres personas, el camarero no viendo llegar los otros dos
comensales tardaba en servirlo, entonces Haendel se quejó: ¡Apúrense, tráigame
el desayuno! ¿Y los otros dos, contestó el camarero? No se preocupe, los otros
dos soy yo, gritó el compositor.
Sabemos que Giuseppe Verdi no amaba la cocina demasiado elaborada pero apreciaba las recetas tradicionales emilianas, en particular adoraba un plato de su tierra: la spalla cotta di San Secondo, plato del cual envió una receta escrita por él mismo a la familia Ricordi, y desde Villa Sant’Agata enviaba a sus amigos los famosos culatelli, un salame prestigioso de esta zona. En cuanto a gastronomía Niccolò Paganini fue uno de los promotores del uso del tomate en cocina, en una época en la cual el famigerato ortaggio recién empezaba a imponerse como alimento. Suya es la receta del 1840 de los ravioli alla genovese con salsa di pomodoro.
Sabemos que Giuseppe Verdi no amaba la cocina demasiado elaborada pero apreciaba las recetas tradicionales emilianas, en particular adoraba un plato de su tierra: la spalla cotta di San Secondo, plato del cual envió una receta escrita por él mismo a la familia Ricordi, y desde Villa Sant’Agata enviaba a sus amigos los famosos culatelli, un salame prestigioso de esta zona. En cuanto a gastronomía Niccolò Paganini fue uno de los promotores del uso del tomate en cocina, en una época en la cual el famigerato ortaggio recién empezaba a imponerse como alimento. Suya es la receta del 1840 de los ravioli alla genovese con salsa di pomodoro.
Además de la pasión por la cerveza, Brahms no
desdeñaba una buena copa de vino. Se cuenta que incluso en el último periodo de
su vida, cuando ya estaba invadido por el cáncer de hígado, siguió comiendo con
buen apetito, bebiendo algunas copas de vino y añadiendo al café unas gotas de
ron. El 3 de abril de 1897, el joven médico Joseph Brenner, que se encargaba de
su tratamiento, le ofreció una copa de vino del Rin. Brahms se incorporó por si
solo en la cama, lo bebió en dos tragos y con su característica voz brusca del
norte, exclamó satisfecho. “Ach, das ist gut “(Qué bien me sienta). Murió tres
horas más tarde.
“Todo lo que comemos es
objeto de poder “- Elias Canetti -
La Tarantella es una danza que se funde con la tribolata historia del sur de Italia,
una danza con el ritmo del trabajo del campo y del sudor, de la pobreza y del
hambre: Totò, el famoso actor napolitano Antonio De Curtis, en Miseria e nobiltà baila sobre la mesa
una Tarantella ocultando hasta en los bolsillo los spaghetti tan
desesperadamente soñados… y en los matrimonios en la península no había
banquetes sin un bandoneón, un mandolino, una guitarra y las voces siempre
vivas y alegres, felices sin saber de serlo. Cuando el western dejaba de ser un
género atrayente, Sergio Leone, Sergio Corbucci e Sergio Sollima (fue Borges en
decir dime cómo te llamas y te diré quién
eres…) revolucionaron el cine con el spaghetti
western, un cine acompañado de una música tan hipnótica que muchas escenas
son melodías hechas imágenes; el maestro Ennio Morricone, Luis Bacalov y Nico
Fidenco fueron los ilustres compositores de este género musical… aunque el
camarero, servía casi exclusivamente, frijoles…
Se cuenta que el título del disco de Guns N’ Roses The spaghetti incident sea una broma interna de la band. Se refiere a una pelea de spaghetti entre Axl Rose y Steven Adler. Hay quien sostiene que los spaghetti de la foto de la tapa del disco estaban en el refri de Axl y que los sacó para ofrecerlos a Steven… con un resultado más frío que la pasta al pomodoro.
La Ropa
vieja y el Son cubano, o sea
música al ritmo de una receta: Compay Segundo, alias Francisco Repilado parece
extraído de la leyenda de esta receta tan cubana como el son, resucitada la
música, gracias al visionario Ry Cooder, resucita la leyenda de esta famosa
receta… la cual narra que un hombre pobre tenía invitados para comer, como era
muy pobre no había nada que cocinarles, así que fue a su armario y sacó un poco
de ropas viejas a las que abrazó tratando de llenarlas de amor. Cuando las
cocinó, el amor por su familia convirtió las ropas viejas en carne y surgió
este delicioso plato.
“Cuando en Babel se
multiplicaron las voces, los hombres se pusieron a cantar“ - Luis H. Antezana-
La poesía, como una pieza musical, es una receta,
sostenía Paul Valéry, y es el cocinero el que lleva el rol esencial; a la
embajadora de la canción boliviana, esta poetisa de la voz que fue Gladys
Moreno, entre un Taquirari, un Bolero y una Cueca la veo aún buscar su pascana;
entre el humo de sus cigarros, los cuñapés recién salidos del horno y el trago
vertido en una copa… en esta tutuma donde
toda la alegría puede caber.
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Publicado en el blog criollomolecular. Luego
corregido y mejorado.
Imagen: Jan Steen
Imagen: Jan Steen
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