PAZ MARTÍNEZ
He pensado mucho
en si escribir algo o no sobre del día de la mujer, de la huelga y lo
poquitísisisisisisisimo que me gusta todo esto. Las razones son obvias, ya que
no creo que haga falta un escaparate, un nodo, una peli, un libro, una huelga,
un día para ver lo que nos encontramos día a día por la calle, escuchar lo que
decimos o analizar lo que pensamos. Todo esto es, simplemente, un espectáculo.
Y no es que esté en contra de los espectáculos, me encantan, pero me indigna
ver como algunos necesitan de ellos para ver a su pareja, a su familia, a sus
vecinos, de manera diferente a como lo hacían hasta ahora. Habla muy mal de
ellos y ellas, de su capacidad de análisis, de su criterio, de lo simples que
somos los humanos y lo bien que nos lleva el viento. Manipulación, se llama. Y,
queridos míos, aceptarlo, no somos seres pensantes, somos seres manipulables y
manipulados 100%.
Es cierto que las
mujeres somos minusvaloradas diariamente, tratadas en infinidad de ocasiones
como seres de tercera o cuarta clase. Si el hombre, en su estado de humano
pobre y seguidor, es considerado por el poder como número, la mujer es
considerada por el número, como su sirviente y como idiota por el poder. Sí o
sí.
Los que me
conocen saben que huyo como la peste de "los días internacionales
de", me parecen un "Sí, tienes razón pero te aguantas" Porque
si, el poder, conoce el problema, la solución es obvia. Os pongo un ejemplo. En
1975, se hizo lo mismito que hoy en Islandia: una huelga femenina en toda
regla, que contó con el 80% de participación. Los colegios cerraron, muchos
negocios también y los varones tuvieron que hacerse cargo de todo, siendo el
mejor día para los churumbeles, que fueron a trabajar con papi y salieron hasta
por la tele. Resultado: 5 años después, la primera mujer lesbiana presidenta
del país, cambió leyes. No es que sea una panacea, no es que sea el país de
nunca jamás, es una mierda repleta de clasistas, machistas, maltratadores y
neoliberales, pero una cosa tienen clara: el bien común, no tiene
ideología.
Es realmente
patético ver, sentir o leer ciertos comentarios. Esto no es una guerra de
bandas, no es una pelea por el poder, seguimos y seguiremos siendo cagones,
siendo mindundis, siendo los pobres parias colonizadores de la nada. Mi
feminidad o tu virilidad no está en juego, no estoy en guerra con ningún varón,
no lo estaré jamás, también por mi santa cobardía, pero es que es ridículo
culpar al vecino de tus males. Esto es, simple y llanamente, una obviedad o,
para que se entienda en todas partes: "entre iguales no nos pisamos la
minga" Ni ellos son culpable, ni nosotras unas brujas. Ni ellos son unos
mierdas, ni nosotras unas feminazis. Somos unos puñeteros azares cromosómicos,
pero esos cromosomas no son la cruz de Israel, ni los estigmas de cristo, son
dos cosas minúsculas que necesitan de un microscopio para verlas. He leído no
sé cuántas chorradas sobre la biología femenina y millones de parvadas más.
¿Tanto cuesta entender que mi pecho y mi vagina no hacen nada por sí solas?
¿Tan difícil es ver que un pene no piensa, ni actúa, ni siente, ni padece? ¿O
es que ya hemos llegado al punto de no retorno de la estupidez?
Terminando, que
es gerundio. Sepan, queriditos de mi vida y mi corazón, que ser femenino no es
ser llorón ni victima ni sensible ni especial. Ser femenino es tener sexo,
usarlo y disfrutarlo. ¡¡¡Coño, mira tú, lo mismito que ser masculino!!!
P. D. Me acaba de
bloquear un muchacho bienintencionado con un relato completito de
micromachismos. No le gustó escucharlo. Ay, dios!!
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Imagen: Marc Chagall/Acróbata
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