“Alrededor de nosotros se extiende la prosa del
mundo, y en un ventrículo del corazón, la poesía acecha”
-Adam Zagajewski-
“La poesía pone al hombre fuera de sí,
simultáneamente, lo hace regresar a su ser original: lo vuelve a sí. El hombre
es su imagen: él mismo y aquel otro. A través de la frase que es ritmo, que es
imagen, el hombre - ese perpetuo llegar a ser - es. La poesía es entrar en el
ser” -Octavio Paz-
Tenías tu ventana
siempre abierta, en el coloradísimo jardín los niños corrían, la libertad era
el aire que todos respirábamos, allá en tu Civitanova Marche… y tus Marlboro -
una encendía otra - eran una sobremesa, unas compañeras, un imposible desapego
de tu vida; Pavese y Montale, Nietzsche y Gadamer, el pathos y la pura fibra de tu cuerpo, el amor y la desobediencia de
tu ser. Eras de otra generación y nuevas generaciones alimentaste.
Una noche
organizaste una fiesta dedicada a la poesía - era el fin del año académico
- y todos confluimos ardientes, recuerdo
Alessandro Ceni, atlético y desempeñado, lanzaba las hojas leídas y vaciaba
elegantemente, vaso dopo vaso el
Verdicchio de las dulces colinas marchigianas, y el alegre Enzo Tiezzi, poeta
de la biología, del amor por la naranja
azul que nos hospeda, su presentación de Il capitombolo di Ulisse fue asombrosa… con su sempiterno atraso, como
si fuera un sudamericano, llegó Iván Graziani el cantor extravagante, el pintor
extrovertido, el poeta contaminado por su generación. Paréntesis académica Gianfranco Lauretano… que leyó el espesor de
tus textos, era tu primer editor, el visionario de muchas palabras… y Gismondi,
el gran Giuseppe que de cada viaje traía un instrumento nuevo, curioso y
extraño, aquella vez hizo estremecer a todos los presentes, Alberi volanti - escrita y compuesta con
Antonio - penetró la conciencia de lo humano, circuló en las venas de lo
viviente, hasta enmudecer el vino Rosso
del Conero. Y luego los alumnos de la Academia, los del Liceo, las familias
y nosotros, leyendo nuestros primeros pasos, las huellas de un camino empezado
también gracias a ti… y así la Giusy, entonces tu compañera y sus pinturas il vero e il vero y aquel profesor de
pintura, ahora no recuerdo su nombre, que a nadie caía bien y que aguantamos
más por nuestra alegría, y aún más gracias al vino… tú estabas escribiendo Saltata, aquella noche nos hablaste del
papel higiénico que se volvía cuaderno en el retrete, y de Sofía, tu primera
hija, que a veces te sugería alguna estrofa, una rima, un verso, una palabra.
Aún no sé si la
poesía llegó a través de la filosofía o si la filosofía era toda poesía… ¿conciencia,
sueño, o que más? - verso la meraviglia
d’oro - … mucha luz, la luz de la
poesía, del vientre de la ballena adonde te introdujiste… Jonás, Melville,
Pinocho, el Mito hecho búsqueda poética de un sentido de la vida, lo poético hecho
épico, lo épico amor…porque el último
hombre, en el último momento que viva sobre la tierra, pensará en la poesía
(Álvaro Mutis).
Tanto amor por
tus raíces, tanto fulgor por tu cultura, tanto de todo y un poco de todo lo que
quisiste donar, dulce guerrero
marchigiano, de fuerza y energía desbordante en tus j’accuse políticas, socráticas de por cierto, destiladas como la
obra de arte de un coñac… corazón puro, madera y tiempo. Tanto excavaste la
palabra, tanto la elevaste, penetrándola y moldeándola que… designaste límite y
signo en Infinita, la trágica
desesperación humana - dándole una bofetada al poder - en Albergo a ore, hablaste del no-vivido en Saltata e invocaste a un padre en La línea alba, buscaste siempre la belleza, esta paz feroz hasta
que… se muere a cualquier edad, los que
mueren jóvenes son los amados de los dioses (Marguerite Yourcenar).
Ahora que ya no estás todos te tenemos, tu palabra, tus sueños, tu expresar el infinito - casi como el Leopardi detrás de la siepe - el absoluto, lo innominable. Per questo mentre/ vivo tutto mi sembra/ innominato.
Ahora que ya no estás todos te tenemos, tu palabra, tus sueños, tu expresar el infinito - casi como el Leopardi detrás de la siepe - el absoluto, lo innominable. Per questo mentre/ vivo tutto mi sembra/ innominato.
Nota: Antonio
Santori (1961-2007) ha sido una de las voces más poéticas de su generación: “Déjanos intentar encender el fuego,/sacudir
el calor que de repente deja abrir, ruidosamente,/la boca gigante, los dientes
dormidos en la grande oscuridad,/con nuestras palabras,/déjanos intentar
nuevamente darle sentido a nuestras palabras”.
Nacido en
Montreal (Canadá) de padres italianos, regresó a una edad temprana en la región
de Marche (centro de Italia), donde entre las localidades de Fermo, Macerata,
Civitanova Marche y Sant'Elpidio a Mare ha vivido durante el resto de su vida.
Se graduó en Filosofía en la Universidad de Macerata con una tesis sobre el
lenguaje mitopoietico, fue profesor de Ciencias Humanas de los Liceos públicos
de las ciudades de Camerino y Fermo y en la Universidad de Macerata. Fundó y
dirigió el Centro de Estudios "Laboratorio de Poesía de la Marca",
dedicado al estudio de la literatura europea y activo desde 1993 hasta 2007;
dentro del Laboratorio, Santori ha organizado seminarios públicos y encuentros
con importantes poetas contemporáneos italianos y extranjeros. Inmenso el
encuentro-dueto con el Nobel Derek Walcott, en el verano del 2006. Incansable
operador cultural, entre sus iniciativas recordamos los “Diálogos filosóficos”,
reuniones públicas organizadas entre 1994 y 1995 en la ciudad de Civitanova
Marche, con la presencia, entre otros, de Hans-Georg Gadamer y Emanuele
Severino; así como el evento internacional "Europa. Festival de las raíces
cristianas", realizado en la Provincia de Fermo entre 2004 y 2006. Se
desempeñó como Asesor a la Cultura en el municipio de Sant'Elpidio a Mare entre
2005 y 2007, después de haber sido candidato con una lista cívica ("Proyecto
Sócrates") en las elecciones municipales previas. Fundó y dirigió la
editorial "Ediciones El Albatros" y, entre 1998 y 2001, la revista
literaria "Laboratorio", una de las primeras revistas telemáticas
italianas dedicadas a la literatura europea contemporánea.
Autor de cuatro
poemas, su trabajo poético se caracteriza por una recuperación de la forma poematica, en la cual el descenso
lírico post-Montaliano se conjuga con una búsqueda en la palabra como símbolo
inspirado por Cesare Pavese, Giorgio Caproni, Mario Luzi y Piero Bigongiari.
Noviembre 2017
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