“Zamora
aglutinó a todos los disidentes del Partido Comunista de Bolivia (PCB) con gran
diversidad de matices”.
Muchos piensan
que no se debe criticar a los muertos porque ellos ya no pueden defenderse.
Pues bien, lo que va a leerse a continuación sobre Óscar Motete Zamora
Medinacelli fue publicado más de 12 años antes de que falleciera.
“(…) Pese a la
declaración expresa de no absolutizar ninguna de las vías, en la práctica el
PCB (Partido Comunista de Bolivia) nunca estuvo suficientemente preparado ni
preparó a la gente para enfrentamientos armados (…) La suerte de los
partidarios declarados de la lucha armada, en la versión china de la guerra
popular prolongada, no fue menos deshonrosa. Solo en tiempos del gobierno
militar progresista de J.J. Torres, cuando existían amplias libertades
democráticas, ocuparon primero un motel de La Paz y luego una hacienda capitalista
en Santa Cruz. Su principal dirigente e ideólogo, Óscar Motete Zamora, entonces
autoproclamado “Comandante Rolando” (Coco Manto lo rebautizó como “Motelte”)
terminó donde sabemos, de testaferro de los partidos de la oligarquía.
Alternativamente fue senador del MNR, ministro de Jaime Paz Zamora, candidato
vicepresidencial de Bánzer, prefecto cuando éste llegó a la presidencia y
después su embajador, en China, naturalmente (…).
(…) Bajo el lema
de que “el deber de todo revolucionario es hacer la revolución”, Cuba apoyaba a
los grupos y partidos que se manifestaban dispuestos a emprender la lucha
armada. No era un secreto para nadie.
(…) Por ello en
Bolivia se libra una tenaz lucha por formar parte de la delegación que en enero
de 1966 debía asistir, en La Habana, a la Primera Conferencia de los Pueblos de
Asia, África y América Latina (Tricontinental).
(…) Óscar Motete
Zamora, que en ese tiempo orquestaba el Consejo Democrático del Pueblo (CODEP),
consigue llevar a la capital cubana una delegación integrada por miembros del
PC-ml (su partido) acompañados por Guillermo Lora del POR, Lidia Gueiler Tejada
del PRIN (partido de Lechín) y un representante de la Federación Universitaria
local de la Paz, Jorge Lazarte Rojas (sí, el exmiembro de la Corte Nacional
Electoral y conocido analista político). Paralelamente, llegó Mario Monje del
PCB con una delegación apresuradamente formada con sus allegados del FLIN (…)
Los cubanos se vieron en dificultades a la hora de decidir a cuál de las
delegaciones reconocer y admitir en la conferencia (…)
(…) Por esas
épocas, Óscar Zamora, en su calidad de antiguo funcionario de la Unión
Internacional de Estudiantes (UIE), con sede en Praga, al visitar La Habana y
entrevistarse con el Che, entonces ministro de Industrias, había asumido el
compromiso de estructurar una vanguardia guerrillera, que se alzara en armas al
margen del PCB. Antes de retornar a Bolivia, sin embargo, asumió un compromiso
similar con los chinos para organizar en el país la guerra popular (…)
Zamora aglutinó a
todos los disidentes del PCB con gran diversidad de matices. Los reunió en el
“congreso extraordinario” de Siglo XX (abril de 1965) y, sin mostrar todavía
sus cartas, hizo aprobar una resolución de neutralidad en el conflicto que
sacudía a Moscú y Pekín. Seguía jugando a dos ases. Pero la inteligencia cubana
no se iba a dejar sorprender. Su delegación fue bloqueada y no pudo ingresar a
la Tricontinental. A Zamora no le quedó más remedio que actuar a partir de
entonces como portavoz de las posiciones chinas. El primer paso fue ordenar el
alzar de maletas y mandar a la delegación de La Habana directamente a Pekín”.
Hasta aquí
fragmentos del artículo que puede leerse en la Revista Barataria Nº 2,
marzo-abril de 2005 (también en el sitio web chebolivia.org o en el blog
carlossoriag.com).
El libro Memorias
necesarias, publicado por Zamora en abril de este año, revela detalles de la
reunión de “14 horas seguidas” que sostuvo con el Che a fines de 1964 y otros
aspectos interesantes que serán motivo de otro comentario.
_____
Del blog personal
del autor
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