Hay días que no
puedo con la vida. Eso se lo he copiado a Gema, la rubia del insti, más pija
que quien inventó el pijismo. Hago un apartado en este instante para sonreír
mentalmente por lo de las rubias y el pijismo. En otros lugares, pijas y pijos,
son morenos.
Decía que no
puedo con la vida al pasear por ciertos lugares de este antro de perdición.
Últimamente han vuelto las solicitudes de amistad (entre 40 y 50 cada vez que
abro el chismejo). Ahora las veo, no como antes que entraban a tropel como
Pedro por su casa. Ahora, que soy más guay que ayer, selecciono. Bueno, pues a
quien no daré ni la más mínima oportunidad, jamás de los jamases, es a los que
tienen el santo cuajo de presentarse con: "La beneficencia es noble"
Me puedo ahorrar el palabro ¿verdad? ya, si eso, lo dicen ustedes por mí. Y no
porque me moleste, me repugna y me entra un retortijón estomacal cuasi idéntico
a cuando me cruzo al cura en el super.
¿Pues no quería
irse sin pagar, el muy desgraciado? "No sé si sabe quién soy", le
dice a la cajera. Me salió sin querer, me adelanté a la respuesta de la pobre
chica, que ni entendía y sigue sin hacerlo. "Sí, un jeta. Uno que tiene
más cara que espalda".
Otro apartado.
¿Sabían que geta significa lata en islandés o kona, mujer? Si no saben qué
significa cona, en Galicia, un modismo.
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