HUÁSCAR SANDOVAL
BAUER
Querido Alvarito:
Hay que ser muy
obtuso para intentar deslegitimar el movimiento ciudadano, por el respeto a la
voluntad popular, acusándolo de político. Por supuesto que es político, y eso
no le quita legitimidad. Todo lo que tenga que ver con la cosa pública y la
vida en sociedad es político, más aún si se trata del futuro del país y de
respetar una Constitución Política del Estado por la que muchos votamos el
2009.
Peor, los que se
jactaban de haber hecho crecer la clase media en el país, como tú, ahora la
acusan de decadente ¡Te amamos Alvarito! Nadie te comprende, es muy difícil
hacerse pasar por matemático sin saber sumar. Ser un fino producto de una clase
decadente debe ser muy duro para ti, el último de los jacobinos criollos.
Sucumbir al “discreto encanto de la burguesía” no es fácil para ningún
“revolucionario”, menos para uno de tu calibre.
En fin, por otro
lado, está la pandilla de obsecuentes lambiscones que repiten como loros, y las
repiten mal, las estupideces que salen de tu pluma y de tu boca; un mínimo de
coherencia no estaría mal. No quiero pensar que eres un desclasado oportunista,
aunque sí lo eres. La impostura y la mentira no pueden sostenerse mucho tiempo,
y en tu caso ya se te cayó el disfraz.
Tómate un
Digestan maestro; la resaca del poder te ha dejado lelo. No puedes seguir
mintiendo con tanta desfachatez, con ese tonito paternalista, que más pareces
cura de parroquia que bravo revolucionario. Tus marxistadas indigenistas no se
las cree ni tu mujer, menos los verdaderos indígenas de este país, a los que tú
desprecias, y es que también los hay de clase media. No otra cosa significa que
los trates como a niños tontos, queriendo adoctrinarlos con una ideología
completamente extraña a su forma de vivir, y a la tuya…
No vayas por ahí
sembrando odio, pues quien siembra vientos cosechará tempestades, y tú,
ilustrísimo maestro, te estás excediendo. La última derrota política del
esperpento de gobierno, del que tú eres una ficha clave, debería enseñarte
algo: no se puede alardear y amenazar con una fuerza que ya no se posee.
Quedaste en ridículo, excelentísimo troesma, aunque eso no es una novedad para
ti, ya debes estar acostumbrado.
Por último, y no
menos importante, está el tema de la justicia boliviana, contra la cual
despotricas con justa razón, todos sabemos que es una justicia corrupta
chicanera e indolente, entre otras cosas. Pero tú no perdiste la oportunidad de
usar una asquerosa chicana jurídica para beneficiar a tu jefe y a ti mismo. El
fallo del tribunal constitucional es eso, una asquerosa chicana jurídica.
Sin otro
particular me despido cariñosamente, por el momento. Sigue subiendo fotitos al
feis, te ves muy simpático.
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De INMEDIACIONES,
02/02/2018
Ilustración: Marcel Ruijters/El Bosco
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